22 octubre, 2023
Con el 82% de las mesas escrutadas, Kicillof obtuvo el 45,3% de los votos y relegó al segundo lugar al cambiemita Néstor Grindetti, que cosechó el 26%. En tercer lugar quedó Carolina Píparo, de la LLA, con el 24,6%. Cuarto y lejos de la disputa central se ubicó el gremialista Rubén «Pollo» Sobrero del FITU, con el X%. La jornada tuvo una participación electoral de 3,9%.
De esta manera el mandatario no solo revalidó lo hecho en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) locales sino que creció casi un 10%, cerrando un triunfo de peso para el peronismo e impulsando a Sergio Massa rumbo al balotaje que lo enfrentará a Javier Milei el próximo 19 de noviembre. De ese duelo saldrá el próximo presidente del país.
Grindetti, en tanto, no pudo retener los votos de su rival interno, Diego Santilli, y JxC se desinfló casi seis puntos. La totalidad de esa fuga no fue precisamente hacia las filas libertarias donde Píparo apenas creció cerca de un 1% en relación a la primaria.
El triunfo oficialista en territorio bonaerense -la madre de las batallas- es aire fresco para un UP que venía de sufrir duros embates en Chaco, San Juan, San Luis, Santa Cruz, Chubut y Santa Fe, donde sus administraciones cayeron frente a los candidatos de Juntos por el Cambio.
Cabe recordar que la Provincia, con sus más de 13 millones de electores, representa el 37% del padrón nacional, siendo por lejos el distrito de mayor peso.
Al votar en La Plata en horas de la mañana, Kicillof dijo: «Acá en la provincia, después de cuatro años de gestión, pasaron muchas cosas y algunas inesperadas, entonces en nuestro caso es para convalidar un rumbo».
En paralelo el dirigente arengó a los bonaerenses a votar «con felicidad y amor, abrazando a los demás y pensando a los demás» y alertó que «en esta campaña aparecieron expresiones de odio y violencia», en referencia a otras fuerzas políticas.
Ahora el gobernador reelecto no solo se apresta a cursar cuatro años más de mandato, sino que se posiciona como el gran elector de un peronismo que vivirá reacomodamientos en sus jefaturas tras el torbellino de las elecciones.
Además de convalidar su gestión ante el electorado, Kicillof pudo sortear el escándalo protagonizado por Martín Insaurralde –que le valió su eyección de la jefatura de Gabinete bonaerense, la disolución de esa cartera y la renuncia a su candidatura a concejal en Lomas de Zamora- y la polémica en torno al puntero político Julio “Chocolate” Rigau, además de la convivencia con una economía nacional siempre al filo.
Tales aristas se planteaban a priori como grandes incógnitas que amenazaron la performance electoral del funcionario.
La medalla de plata fue para el cambiemita Néstor Grindetti, quien no logró crecer respecto a las PASO y luchó cuerpo a cuerpo con Carolina Píparo por el segundo lugar.
Al inicio de la jornada, Grindetti participó de una misa en la parroquia Espíritu Santo de Lanús Oeste y compartió un desayuno con su equipo en la confitería La Diva.
Más tarde emitió su voto y almorzó con Cristian Ritondo, Diego Santilli, Maximiliano Abad, Gabriel Sanchez Zinny y Maricel Etchecoin, entre otros. “Estamos a tres puntos de ganar la Provincia” fue la tesis que repitió a lo largo de la campaña en búsqueda del voto útil que le permitiera destronar al peronismo.
«Nosotros hicimos lo que creíamos que teníamos que hacer, con mucha cercanía, recorriendo mucho la provincia. La verdad, a mí me causa mucho placer realmente estar por la ciudad y los pueblos del interior. Así que fue lindo, hablamos con cientos de personas”, analizó el postulante cambiemita luego de votar.
En tercer lugar quedó Carolina Píparo. Entre las primarias –cuando fue la segunda figura más votada en la Provincia- y las elecciones generales, la candidata libertaria buscó usufructuar en territorio bonaerense la buena performance de Javier Milei a nivel nacional.
Incluso optó por no tener cierre de campaña en el distrito y, en vez de eso, se sumó al que Milei realizó en el Movistar Arena de Villa Crespo. Antes de eso recorrió junto al fundador de LLA Mar del Plata y Lomas de Zamora con sendas caravanas, cuyo objetivo fue generar un golpe de efecto en la semana previa a los comicios.
*AF