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25 noviembre, 2022

Una de las ballenas que murió por marea roja había sido censada hace 50 años: ¿cuánto viven?

Una de las 30 ballenas halladas muertas el pasado mes de octubre en el Golfo es una hembra que formaba parte del catálogo de la población de Península Valdés, con al menos 50 años, y estaba registrada desde 1972 con el número 212 en el álbum de fotoidentificación, por aquellos tiempos en blanco y negro. Se creía hasta hace poco que vivían entre 60 y 70 años pero estudios científicos demuestran que superan varios siglos.

El dato fue confirmado por el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) en el último informe publicado en su página oficial donde destaca que «de las 30 ballenas francas que murieron durante el evento de floración algal nociva, solo pudimos identificar individualmente a una de ellas: la ballena 212, fotografiada por primera vez en 1972».

«Su primer registro y su fotografía en blanco y negro se encuentra impresa en el primer catálogo realizado por Vicky Rowntree, Roger Payne y colaboradores en los años 70. Actualmente, este programa científico es continuado por el ICB en Argentina», destaca el informe.

Según el instituto, el ejemplar «volvió a ser fotografiado en 1987 junto a su primera cría de la que tenemos registro: capturamos una hermosa secuencia de fotos de la ballena 212 saltando cerca de su cría».

«Ese año, también detectamos que tenía una gran herida en el lado derecho de su lomo. En 1990 volvimos a fotografiarla junto a otra cría que fue incorporada en el catálogo, siendo éste el último registro que obtuvimos de ella», subraya el parte.

El dato es que después de 32 años sin ser registrada, la «ballena 212» se convirtió en el primer registro de muerte de una ballena conocida del catálogo de la población de Península Valdés, con al menos 50 años de edad.

El instituto de conservación ratificó que «los estudios llevados a cabo por el Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral, confirmaron la presencia de toxinas de marea roja en las ballenas que murieron en septiembre y octubre».

El ICB sostiene la hipótesis según la cual las ballenas murieron durante una floración algal nociva en el Golfo Nuevo, sobre la cara sur de Península Valdés.

Pero aclara que «si bien la marea roja es un fenómeno natural, en la actualidad el cambio climático y las actividades humanas potencian este fenómeno, incrementando la ocurrencia y la intensidad de las floraciones algales nocivas costeras».

 

Los restos de la ballena identificada como 212 en los catálogos del ICB fue reportada el domingo 2 de octubre por los guardafaunas del área natural protegida de «El Doradillo», quienes dieron aviso de que había una ballena muerta en la playa Casino tenía más de 50 años. Dada la posición en que quedó varada, el equipo de fotoidentificación sólo pudo analizar las fotografías del lado derecho del patrón de callosidades.

Estudios de longevidad

 

Desde hace tiempo científicos de todo el mundo están estudiando los genes de estos enormes animales de diferentes especies como los casos de la ballena ártica o ballena boreal que es considerada el mamífero más longevo, para descubrir el secreto de su gran amplitud de vida.

Están comparando su genoma con el de otros mamíferos para detectar diferencias sustanciales en genes relacionados con la división celular, la resistencia al cáncer, el proceso de envejecimiento y la resistencia frente a enfermedades. Cada especie ha desarrollado mutaciones y estrategias para incrementar su esperanza de vida, y esta especie de ballenas parece encerrar algún mecanismo natural que les permite vivir tanto tiempo.

 

*ICB/NyD