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23 agosto, 2021

‘Dime de que te jactas…’

Después de semanas de reclamos de los vecinos por diferentes medios a la gestión municipal de Trelew por lo que consideran en verdadero fracaso administrativo en tema de seguridad urbana, obras de mantenimiento y sobre todo atención al público, el intendente Adrián Maderna respondió con un redoble de apuesta al entregar «certificados del Curso de Gobernabilidad y Gestión Pública para funcionarios municipales» (Ver https://www.trelew.gov.ar/maderna-presidio-la-entrega-de-certificados-del-curso-de-gobernabilidad-y-gestion-publica-para-funcionarios-municipales/ )

Parece una flagrante contradicción, pero así fue. El mandatario se animó a este acto increíble, después de haber pasado por una de las inmolaciones más memorables de los últimos tiempos de un alcalde en gestión, como fue el ‘cara a cara’ que debió soportar en la reunión de la Cámara de Industria y Comercio por el tema seguridad, y donde ‘doña María’ le cantó las cuarenta y con yapa.

Tanto, que la ‘madriguera de delincuentes’, como se posicionó el concepto municipal por redes sociales y hasta en el debate político, fue consolidándose con el correr de los días. Un ruido que no viene de ahora, sino que se remonta al inicio de gestión, con un triunfo a lo Pirro y una sobredosificación de militancia electoral alimentada a planes limpios que no cesó en su avanzada, pese a la beca de uno de los puntales del modelo, el emblemático diputado ‘Chico Espina’.

Como sea, Maderna que es un hombre de fe, bajó un poco el perfil los días siguientes, pero no tanto. Asesorado por quienes acostumbran a huir para adelante, el intendente se dió el lujo de entregar los diplomas a los flamantes formados en «Gobernabilidad y Gestión Pública». Y no estuvo sólo. Lo acompañaron el director del Proyecto, licenciado Carlos Pérez; y el Coordinador de la Agencia de Desarrollo Territorial, Javier Córdoba.

Dicen que buscando precisamente eso, dar vuelta una página del desastre de arrastre, mediante la  ‘capacitación a los funcionarios públicos, administrativos y profesionales para trabajar en la Municipalidad de Trelew’, y así tratar de levantar un poco el vuelo en materia de políticas públicas.

La intencionalidad por supuesto que está buena, pero los entendidos explican que es difícil «hacer una gran torta con poco huevos. Por más que batas y batas, no levantará mucho», graficó un metafórico partidario que ve como se escurren los ocho años de gestión sin demasiados resultados, que además profundizó sobre diferencia entre la idoneidad y vocación necesarias en la función pública, en contraste con el inetrés paticular de acceder a un trabajo de medio tiempo y el clientelismo lectoralista.

Para otros, el estilo de conducción basada en el ´humanismo madernista´ requiere de una espalda económica que la Municipalidad de Trelew no tiene. Un estilo prebendista que se confunde con el populismo que primó en la política de otras épocas, pero que ya no conforma. Claramente para gran parte de la ciudadanía trelewense el Municipio se convirtió en una ‘bolsa de trabajo’, un rol que no le corresponde.

Este tema que además irrita particularmente al pastor por considerar que se trata de un preconcepto y de una estigmatización a sus empleados más que de una realidad, es una de las piedras en el zapato que debrá sacarse si apunta a seguir transitando la política provincial.

Para subsanar el sainete sus asesores le habrían sugerido este curso que por cierto salvaría las formas y evitaría señalamientos de falta a sus debres de funcionario público. Un ruido que siempre sobrevuela el aire de la Ciudad de Luis.

A todo esto, la pregunta del millón ya es ¿cuál es el futuro político de Maderna en 2023? Otro tema que ya genera ‘levantamiento de apuestas’ dentro y fuera del peronismo valletano.