ChubutLine.com "Periodismo Independiente" - Noticias, política y un análisis de la realidad diferente - directora@chubutline.com - redaccion@chubutline.com



23 mayo, 2021

Se abren las aguas y se ventilan trapitos

Por Trivia Demir

La pandemia y el nuevo confinamiento ayudan a distraer a las masas, pero para los entendidos, la peor enfermedad gaucha sigue siendo la caída en picada de la economía, el aumento sideral de la pobreza y la falta de efectividad de las medidas oficiales. Y esto mucho antes de que apareciera el virus, que por supuesto complicó enormemente el escenario, pero ayudará a menguar el derrape y vuelco oficial si es que no hay un milagroso volantazo a tiempo.

Mientras continúa intentando sobrevivir al temporal de credibilidad que sufre su administración ante el avance del dólar paralelo y la crisis financiera actual, el presidente Alberto Fernández prepara la agenda política y económica que seguirá hasta fin de año. Dicen que el objetico de máxima es lograr acuerdo con el FMI y el Club de París y encorsetar la corrida cambiaria que no da tregua y dispara la inflación, controlar los precios sin enemistarse con la mitad de las fuerzas productivas y espantar inversiones, y definir un modelo de desarrollo viable en el marco de un consenso amplio. Difícil recorrido para dos años y medio de tiempo.

Pero además, hay muchos otros temas dando vuelta que hacen ruido y comenzaron a filtrarse en un año electoral que hace crujir alianzas que piden aceitar acuerdos y renovar voluntades.

Ese parece ser el caso del ex ministro de Economía Roberto Lavagna. Un profesional que sacó del pozo a la Argentina 2001 y siempre es escuchado con mucha atención por los gurúes de la macro.

Dicen que hasta hace unos meses, Alberto estaría decidido a darle un «refreshing» a su gobierno, con un recambio de algunos de sus ministros más cercanos pero ya degastados por estos primeros nueve meses de gestión, que debieron atravesar capeando una crisis económica heredada y profundizada por la pandemia, como el caso de Martín Guzmán.

Todo, antes que la sangre llegue al río. De hecho las críticas le apuntan día tras día a la cabeza al discípulo de Stiglitz. Por caso, Eve de Bonafini pide control de la inflación y como voz cantante y sin eufemismos en nombre del cristinismo, responsabiliza al ministro. Ni hablar del ‘Loco’ Moreno, que cuando puede insiste con el neoliberalismo de Alberto.

Como si fuera poco todo ahora también se suman críticas de la ‘Avenida del Medio´, abriendo aguas y hasta alejando una posible sumatoria en Economía, como la de Lavagna.

 

Se terminó lo que se daba

 

Esta semana Lavagna apuntó duro al Gobierno: “increíblemente” ignora cómo crece el gasto en intereses de la deuda. El referente nacional de Consenso Federal, cuyos diputados anunciaron que se opondrán a la ley de reforma del Ministerio Público que impulsa el oficialismo, criticó sin piedad el manejo económico

Además apuntó a “importantes sectores” de la política por hablar “siempre” del gasto social, pero no prestarle la misma atención al crecimiento del gasto en intereses de la deuda, interna y externa.

“Somos una sociedad asombrosa. En el gobierno y en importantes sectores se habla siempre del monto y el aumento del GASTO SOCIAL. Pero increíblemente no se habla en paralelo del monto y el aumento del GASTO en INTERESES de una deuda total, interna y externa, que no deja de crecer!” tuiteó el ex ministro de Economía y excandidato presidencial, incluyendo en su crítica también a otros sectores políticos y sociales, pero sin ser específico al respecto.

 

El despegue

 

Lavagna es el referente nacional del espacio “Consenso Federal”, cuyos tres miembros en la Cámara de Diputados, Graciela Camaño, Alejandro “Topo” Rodríguez y Jorge Sarghini, anunciaron recientemente que no darían quórum y en caso de votarse lo harían en contra del intento del oficialismo de reformar la ley del Ministerio Público para aprobar por simple mayoría al nuevo Procurador General de la Nación, cargo del que el kirchnerismo quiere desplazar al actual Procurador interino y jefe de los fiscales que entienden en delitos federales, como corrupción, lavado de dinero y narcotráfico, Eduardo Casal.

El lunes pasado, Lavagna había tuiteado al respecto que “en cuestiones institucionales -las reglas fundamentales de funcionamiento de los poderes de la República- toda reforma requiere mayorías amplias y acuerdos previos, extendidos y profundos, lo que hoy no ha sido construido. De ellos dependen la estabilidad y calidad democrática”.

 

‘No vamos nada bien’

 

La nueva crítica tuitera apunta en cambio al crecimiento del gasto en intereses de deuda, lo que incluye también el aumento de la llamada “deuda cuasifiscal” del Banco Central por lo que paga en intereses a los bancos e instituciones financieras en operaciones de Pases y Leliq (letras de liquidez) para absorber parte de la fenomenal expansión monetaria, lo que de lo contrario expondría al país a un serio riesgo de una aceleración aún mayor de la inflación, según evidencia Infobae.

En su campaña presidencial, en 2019, Alberto Fernández había dicho que con la reducción de los intereses de las Leliq financiaría al asumir un aumento del 20% de los haberes jubilatorios. En cambio, la deuda en Leliqs se incrementó notablemente y a lo largo de 2020 cayó el poder adquisitivo de las jubilaciones y los aumentos concedidos por decreto por el gobierno fueron menores a los que hubieran correspondido de haber seguido en vigencia la ley de movilidad jubilatoria aprobada en 2017, durante el gobierno de Mauricio Macri, que la gestión de Fernández derogó a poco de asumir.

A la par, Perfil se despachó con una columna donde ya habla del Pos-Guzmán, dando a entender el posicionamiento internacional del Economista como para seguir tranquilo su vida fuera del traqueteo de la gestión, y dejando abierto el interrogante sobre que seguiría en ese caso con los que invocan ‘mayor pericia’ política a un ministerio que nada en problemas y en recetas de dudosa procedencia.

Solo en los primeros cuatro meses de 2021, el BCRA aumentó en $756.200 millones su stock de “pasivos remunerados” (deuda en Pases y Leliq), que llegaron a un récord de $3,6 billones el 30 de abril pasado. El pago de intereses por estos instrumentos es el principal factor de expansión monetaria, derivada de la brutal expansión de 2020, en que la emisión de billetes por parte del Gobierno alcanzó no sólo altísimos valores monetarios, sino incluso físicos, al punto que se emitieron 1.523 millones de billetes (sin contar los emitidos en reemplazo de los que se sacan de circulación) que pegados uno al otro a lo largo alcanzan una distancia de 236.000 kilómetros, suficiente para dar 6 vueltas alrededor de la tierra, le critican los expertos.

En fin, como decía Arturo Jauretche: «Asesorarse con los técnicos del Fondo Monetario Internacional es lo mismo que ir al almacén con el manual del comprador, escrito por el almacenero». Habrá que ver…

 

*IB, NA, P, propias