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2 marzo, 2021

Salud: No parece, pero las videollamadas producen fatiga laboral

Una investigación desarrollada por el profesor, Jeremy Bailenson, de la Universidad de Stanford considera un nuevo fenómeno que llegó con el uso excesivo de las videollamadas así entonces propone soluciones para evitar caer en el agotamiento extremo. Zoom es solo un ejemplo, las restantes provocan el mismo efecto.

De más está decir que el encierro o mejor, la pandemia, nos puso al borde de un ataque de nervios pero también al corriente del uso de videollamadas lo cual favoreció el desarrollo del trabajo, la educación a distancia y muchas otra tareas de forma remota, que de otro modo no hubiesen sido posible realizar.

Sin embargo trajo la versión tecno del cansancio y el estrés que pueden generan pasar horas de reunión en reunión virtuales sosteniendo la atención mientras se mira de forma continua una pantalla.

El profesor de comunicación, Jeremy Bailenson, director fundador del Laboratorio Virtual de Interacción Humana de la Universidad de Stanford (VHIL), analizó las consecuencias psicológicas que pueden traer pasar varias horas al día

En su trabajo identificó cuatro situaciones que contribuyen a lo que se conoce como “fatiga de Zoom”, es decir ese cansancio que genera estar conectado a este tipo de servicios. Según el investigador, su objetivo no es demonizar las videollamadas sino buscar formas en las cuales se pueden implementar de modo tal que no resulten extenuantes lo cual, a la larga, termina afectando la productividad. El profesional diferenció en:

Contacto visual muy intenso. Las videollamadas se produce una cantidad e intensidad de contacto visual que no es natural. En una reunión cara a cara los asistentes de momentos toman notas o desvían la mirada hacia otro sitio, pero en las reuniones virtuales se siente la obligación de mirar la pantalla de manera constante, lo cual incrementa la cantidad de contacto visual. Todos se sienten mirados y observados lo cual puede ser muy estresante.

Por otra parte, si se cuenta con un monitor grande donde se transmiten las videollamadas, los rostros pueden parecer demasiado grandes, lo cual genera una falsa sensación de cercanía. Pero cuando hay cercanía extrema, el cerebro interpreta que se va a producir alguna situación intensa, que puede ser positiva o negativa, lo cual genera estrés.

 

«Lo que está sucediendo, en efecto, cuando estás usando Zoom durante muchas, muchas horas, es que estás en este estado hiperactivo», dijo Bailenson, en el artículo publicado por Stanford

 

Para resolver esto, recomienda no utilizar la opción de pantalla completa y reducir el tamaño de la ventana de la ampliación en relación con el monitor para minimizar el tamaño de la cara de los oradores y espectadores, y usar un teclado externo para incrementar el espacio personal entre el usuario y el dispositivo.

Después, el agotamiento de verse uno mismo en pantalla: En las videollamadas hay una ventana donde el usuario ve su propio rostro durante toda la conversación lo cual es poco natural. Es como si en la vida real alguien te siguiera con un espejo para que veas tu reflejo de manera constante, compara Bailenson. Sin dudas una situación así genera estrés porque cuanto más uno se mira más chances tiene de ser crítico con uno mismo.

Por eso, sugiere que los usuarios usen el botón “ocultar vista propia” de Zoom al que se puede acceder haciendo clic con el botón derecho en su propia foto. A futuro sugiere que las plataformas quiten por defecto la vista del usuario en pantalla de forma continua y que la opción se active sólo cuando sea necesario.

En tercer lugar, reduce la movilidad. Cuando conversamos personalmente o hablamos por teléfono podemos movernos por el espacio si así lo deseamos sin restricciones, pero en las videollamadas que se hacen en la computadora esto no ocurre porque si lo hiciéramos saldríamos del campo de visión de nuestros interlocutores.

Sí nos podemos desplazar si tomamos la videollamada desde el celular pero lo cierto es que muchos de los encuentros virtuales que se dan en el marco laboral, o educativo se toman desde una computadora lo cual restringe las chances de movimiento. Permanecer sentado por horas no sólo es nocivo para la salud por varios motivos sino que también afecta el rendimiento.

Bailenson explica que hay investigaciones que dicen que cuando las personas se mueven se desempeñan mejor cognitivamente.

Cree que es buena idea apagar el video cada tanto durante las reuniones para tomar un pequeño descanso. También recomienda usar una cámara externa más alejada de la pantalla lo cual ofrecerá más amplitud de movimientos.

Por último. La carga cognitiva es mucho mayor, «hay que asegurar que la cabeza esté enmarcada dentro del centro del video. Si quieres mostrarle a alguien que estás de acuerdo con él, debes asentir exageradamente o levantar el pulgar. Eso agrega carga cognitiva a medida que usa las calorías mentales para comunicarse“, señala el galeno.

Así el entorno virtual la comunicación no verbal está más limitada que cuando nos encontramos cara a cara, de ahí que sea necesario exagerar los gestos y hacer más esfuerzos en general para lograr una comunicación efectiva.

 

*U24, US