La transportadora de caudales Codecop no es una empresa tradicional. Desde la detención de Lucas Zeballos, la empresa está a cargo de su padre, el policía de la bonaerense Carlos Zeballos, quien fue uno de los fundadores de Codecop.
Carlos Zeballos echó en diciembre pasado a 300 empleados de Codecop, a quienes les envió telegramas alegando estar «imposibilitados de otorgar efectiva prestación de tareas» o que los despedidos filmaron las protestas realizadas por los empleados el 10 de noviembre pasado.
La empresa redujo las operaciones en su sede central de Florencio Varela y cerró las plantas de Mar del Plata y Misiones. Solo quedaron trabajando en Codecop menos de 100 empleados, que se van rotando en la sucursal de Florencio Varela. De los 25 camiones propios, quedaron en funcionamiento tres camiones transportadores de caudales.
Uno de los telegramas de despido que recibió un trabajador de Codecop.
Telegrama de despido que recibió un trabajador de Codecop, donde uno de los dueños justifica el despido porque el empleado filmó y tomó fotos de una protesta, en noviembre pasado.
El policía que ahora maneja Codecop está actualmente con prisión domiciliaria por extorsión a otras empresas de seguridad. Fue detenido en agosto de 2019, luego de estar prófugo ocho meses, con una orden de captura internacional por el delito de extorsión.
Siendo el dueño de Codecop, Carlos Zeballos se dedicaba en 2018 a extorsionar -junto al entonces concejal K Roberto Amarilla- a empresas de seguridad privadas, a las que les exigían una mensualidad para poder operar en territorio bonaerense.
El dirigente K Amarilla era presidente del Bloque Justicialista del Concejo Deliberante de Ezeiza, quien también fue detenido por esta causa de extorsiones en diciembre de 2018. Y su jefe político era el actual intendente de Ezeiza, Alejandro Granados (Frente de Todos).
El exconcejal Amarilla fue jefe director de Agencias de Seguridad, del Ministerio de Seguridad bonaerense, entre 2013 y 2015, cuando el ministro era Granados y el gobernador era Daniel Scioli.
El abogado de Lucas Zeballos y de Codecop es el poderoso excomisario de la Bonaerense, Juan José Ribelli, quien pidió la excarcelación de su defendido, asegurando que había colaborado en las indagatorias que le realizó la Justicia.
Carlos Mansilla fue gerente de Operaciones de Codecop hasta mediados del año pasado. Y antes fue secretario de Seguridad de Pinamar, bajo la gestión del intendente kirchnerista Pedro Elizalde.
Mansilla fue uno de los directivos de Codecop que participó de los movimientos de bolsos con millones de pesos, con los que la transportadora de caudales financió de manera irregular a Radio del Plata, cuando la emisora K estaba manejada por Francisco Ayerza y Lucas Zeballos.
«Yo llevaba bolsos con cinco o seis millones de pesos a Radio del Plata», dijo Carlos Mansilla, exgerente de Operaciones de Codecop, en diálogo con Radio Rivadavia.
«Era para pagar sueldos. La orden de retirar el dinero la daba Lucas Zeballos. Firmaba yo el remito, retiraba y cuando dejaba el dinero en Radio del Plata, volvía con el remito, tenía que dejar el certificado que la plata había llegado», contó Mansilla.
Con esa declaración, el exdirectivo de Codecop blanqueó la financiación ilegal a la emisora K, por parte de la empresa transportadora de caudales que le robó 1.174 millones de pesos y 1,2 millón de dólares a McDonald’s, Codere y Banco Galicia.
«Eran bolsas con dinero fajado por Codecop», agregó el exgerente de Codecop, que trabajó en la transportadora de caudales desde 2017 hasta junio de 2021. Y previamente fue secretario de Seguridad en la gestión kirchnerista de Pinamar, entre octubre de 2014 y enero de 2015.
Pero ese dinero que llevaban a la emisora K no era de Radio del Plata, sino de clientes de Codecop, a quienes los dueños de la transportadora de caudales les iban robando de a poco, para financiar la emisora kirchnerista, entre otras actividades.
Luego de las declaraciones de Mansilla, Radio del Plata anunció que Francisco Ayerza dejó de ser uno de los dueños y que el empresario Ricardo Bruzzese se quedaba con el control total de la emisora.
Bruzzese, presidente de la Cámara Argentina de la Industria Frigorífica (CADIF), había ingresado como socio de Ayerza en septiembre pasado, sin antecedentes en medios de comunicación.
Dueño de frigoríficos, se hizo conocido durante la presidencia de Cristina Kirchner por el programa “Carne para Todos”, en 2011, que impulsaba su aliado y amigo Guillermo Moreno, por entonces secretario de Comercio, con quien promovían la venta de 10.000 kilos diarios de carne vacuna, a $10,5 el kilo de asado.
Ese año Bruzzese llegó a ser precandidato a intendente de La Matanza, por el Frente para la Victoria, pero dio un paso al costado en su carrera política luego de un pedido de Cristina Kirchner, para dejarle la vía libre al actual intendente K Fernando Espinoza.
La cobertura que Rafa Di Zeo garantizó con los Moyano
Los 300 trabajadores echados de Codecop en diciembre pasado eran todos afiliados al gremio de Camioneros, que conducen Hugo Moyano y sus hijos. Pero el sindicato no realizó ninguna protesta, pese a que recibieron los telegramas cuando regía la prohibición de despidos. Y los empleados todavía reclaman porque no se hicieron efectivos los pagos por esos despidos.
Los representantes de Camioneros estuvieron presentes en noviembre en la planta de Florencio Varela, por última vez, para romper el paro que realizaba la mayor parte de los trabajadores, ya que habían sido suspendidos y no habían cobrado sus salarios. Después de eso, no se los volvió a ver a los gremialistas de Moyano en las instalaciones de Codecop, ni siquiera cuando echaron a los 300 empleados.
Según surge del expediente judicial y de fuentes internas de Codecop, el vínculo de los dueños de la transportadora de caudales con Camioneros era Rafael «Rafa» Di Zeo. Y los Moyano priorizaron el vínculo con el líder de la barra brava de Boca, antes que con sus 300 afiliados que fueron echados en diciembre pasado de Codecop.
Es que, según declaró el dueño de Codecop, parte del dinero hurtado se habría utilizado en comprar un vehículo y una moto de alta gama a Di Zeo, así como campos y Radio del Plata para Ayerza, entre otros gastos, que incluyen el retiro de varios millones de pesos y cientos de miles de dólares, sin la correspondiente devolución.
En su declaración indagatoria, Zeballos dijo que el gremio de Camioneros le impuso la contratacion de Di Zeo y Carlos Mansilla, en junio de 2020, luego de un paro de cuatro días en el que le reclamaron el ingreso del líder de la barra de Boca y el exsecretario de seguridad K de Pinamar.
También dijo Zeballos que el líder de la barra de Boca tenía una tarjeta corporativa de Codecop, además de la camioneta Amarok.
Consultado por Clarín, el mes pasado el abogado de Di Zeo, Diego Storto, desmintió las acusaciones de Zeballos. «Rafa no tiene nada que ver con Codecop, de hecho, creo que si así fuese tendría que haber dado algunas explicaciones» ante el juez.
«El celular de Rafa lo puede tener cualquier persona y de hecho si hubiera mensajes o chats que indicasen algo extraño creo que, como te dije antes, Rafa debería haber dado alguna explicación», planteó el abogado de Di Zeo. Y agregó: «Lo que hace Zeballos es deslindar la responsabilidad que lo tiene preso, con Rafa, que es alguien conocido».
Pese a ello, los empleados de Codecop confirmaron a Clarín el vínculo del líder de la barra de Boca, Rafa Di Zeo, con la transportadora de caudales y el gremio de Camioneros.
«Cuando había algún problema gremial acá, Di Zeo se comunicaba con Camioneros para resolverlo», dijo un ex empleado de Codecop.
Y otro empleado agregó que, «cuando echaron a 300 trabajadores, en diciembre pasado, el gremio que manejan los Moyano no sacó ni siquiera un comunicado de repudio. Y eso que eran todos afiliados al gremio de los Moyano. Es que Di Zeo tenía línea directa con Camioneros».
No fue el «Robo del Siglo». Pero los tres golpes que dio el año pasado la banda comandada por Lucas Zeballos contra Banco Galicia, Codere y McDonald’s, los ubican entre los robos más importantes de los últimos tiempos.
Es que no hubo un asalto a los camiones blindados de Codecop, sino que fueron los dueños de la misma empresa transportadora de caudales los que se apropiaron de los billetes que debían transportar.
La banda que se organizó en torno a Codecop se quedó con un botín de billetes en efectivo de 1.174 millones de pesos, 1.235.760 dólares, 124.470 reales y 79.118 euros, que pertenecían a tres de sus mayores clientes.
De ese total, se encontraron $377 millones en los allanamientos que dispuso la Justicia en galpones de Codecop. Pero Banco Galicia, Codere y McDonald’s siguen reclamando la devolución del resto del dinero sustraído, ya que los seguros no cubren estos robos.
La empresa Codecop sigue funcionando como si nunca hubiera ocurrido nada, más allá de los 300 trabajadores despedidos, con la habilitación expresa del Banco Central de la República Argentina para seguir operando como empresa transportadora de caudales.
Sin violencia, sin armas y sin espectacularidad. Pero con sólidos vínculos políticos, gremiales, con la policía bonaerense y con la barra de Boca, que le garantizaron a los dueños de Codecop tener cierta impunidad para cometer los tres robos y que la mayor parte de la banda quede por debajo del radar de la investigación judicial.
*EC