20 enero, 2024
Los océanos de nuestro planeta desempeñan un papel vital en la absorción de dióxido de carbono (CO2), actuando como un importante “sumidero de carbono“. La “nieve marina es la clave” Según investigaciones recientes, estos gigantes azules son incluso más eficientes de lo que se pensaba anteriormente, con una capacidad de almacenamiento de carbono un 20% mayor de lo estimado.
Científicos del CNR de Francia, en un estudio publicado en la revista Nature, descubrieron que los océanos pueden almacenar alrededor de 15 mil millones de toneladas de carbono al año. Esto supera los 11 mil millones de toneladas que el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) estimó anteriormente en su sexto informe para 2021.
El proceso de secuestro de carbono en el océano es muy interesante. El plancton juega un papel importante al absorber CO2 y convertirlo en tejido orgánico mediante la fotosíntesis. Después de la muerte, el plancton cae al fondo del mar, descomponiéndose en partículas que crean lo que se llama “nieve marina” junto a cristales de hielo y sal. Estas partículas, más densas que el agua de mar, se hunden en el fondo del océano, almacenando carbono y proporcionando nutrientes esenciales a una variedad de vida marina.
El estudio se realizó en el Ártico, donde la nieve marina es más común. Los investigadores encontraron que la nieve marina puede capturar y retener hasta 1.700 toneladas de carbono por kilómetro cuadrado. Esto es equivalente a las emisiones de carbono de alrededor de 1.000 automóviles.
A medida que el clima se calienta, la nieve marina se está reduciendo. Sin embargo, los investigadores creen que la nieve marina aún podría ser un importante sumidero de carbono, incluso si su extensión disminuye.
Si bien un aumento del 20% en la capacidad del océano para almacenar dióxido de carbono es significativo, los científicos advierten que no es una solución inmediata a la crisis climática. Este proceso de absorción de CO2 continuó durante decenas de miles de años y no fue suficiente para contrarrestar el aumento exponencial de las emisiones de CO2 desde la Revolución Industrial de 1750.
Sin embargo, este descubrimiento es importante para replantear nuestra comprensión del papel del océano en la regulación a largo plazo del clima global. Este descubrimiento resalta la importancia de proteger nuestros océanos y comprender mejor su papel en la mitigación del cambio climático.
Los océanos no sólo son esenciales para la vida marina sino que también desempeñan un papel importante en la estabilización del clima de nuestro planeta. Este conocimiento refuerza la necesidad de políticas y acciones globales para proteger y cuidar nuestros océanos, que son esenciales para el futuro de la Tierra.