30 junio, 2020
SE ESPECULA QUE SE REEMPLAZARÍA CON UN INGRESO UNIVERSAL
El tercer bono sólo está confirmado para lugares con alta circulación del coronavirus, como el AMBA y Chaco. Y alcanzaría a la mitad de los 9 millones de beneficiarios actuales. Lo que no se sabe es como sigue y si lo reemplazarán un ingreso universal.
En los cuatro meses que pasaron desde que se detectó el primer caso de coronavirus en el país, se otorgaron dos tandas a unos 9 millones de beneficiarios. Pero, la ANSeS, encargada del reparto, ya avisó que la ayuda quedará reducida a los distritos con alta circulación del virus y encendió un alerta en las provincias más vulnerables.
«AMBA y Chaco seguro van a recibir. Falta decidir el resto de las zonas, se están evaluando. Y por ahora es el mismo monto», respondieron este lunes desde el organismo según reportaron medios nacionales. Una versión, aún no oficializada, es que la ayuda podría aumentar a 12.000 pesos.
En ANSeS se preocuparon por aclarar que «el IFE es un bono, no es un programa de gestión, como la AUH, que es permanente». Saben que el impacto de la reducción hará ruido. Sobre todo porque puede afectar a zonas del Interior con alta vulnerabilidad social.
La circulación del Covid se relaciona más con el hacinamiento, por una alta densidad poblacional, que con la pobreza en sí.
En muchas provincias ajustadas, una de las medidas paliativas fue el IFE: de acuerdo con los datos que el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, difundió en el marco de su visita al Senado, en Salta –por ejemplo- se repartieron 362.988 bonos por 3.629,88 millones de pesos. «Para que tengas una idea, es lo que gasta la provincia en sueldos para sus empleados públicos en un mes», explica un ex funcionario provincial para dar idea de la imposibilidad de reemplazar esta contención a nivel provincial.
¿Qué va a pasar cuando se deje de repartir cerca de la mitad de los bonos? ¿Se va a disparar automáticamente la pobreza? En el Ministerio de Desarrollo Social, que conduce Daniel Arroyo, responden que «en esos lugares habrá un refuerzo de asistencia alimentaria y el plan Potenciar Trabajo» como alterativa.
Difícil que alcance para compensar en el corto plazo un recorte que afectaría a más de 4 millones de argentinos.
Una primera conclusión, apresurada, podría ser que en los lugares donde se flexibilice el aislamiento la gente podría recuperar ingresos con la vuelta a la actividad. Pero esto es muy relativo: sólo en abril, primer mes completo de aislamiento, la actividad económica cayó 26,4% respecto al año anterior, que ya venía siendo malo. Salvo rubros muy puntuales, el rebote será lento y aún sin cuarentena la actividad continuará golpeada.
«El daño que provocaría la caída del IFE es enorme», opina un ex funcionario K, con amplia experiencia en la asistencia social. Y completa: «Yo creo van a mantener la AUH, y todo lo que está dando vueltas, como el IFE y otros planes, lo van a unificar como ingreso universal, que se va a sumar a la AUH».
La idea de este ingreso universal es una posibilidad que ha dejado trascender el propio Gobierno y que, en un primer cálculo, podría alcanzar a tres millones de hogares pobres. Un agujero profundo que de acuerdo a como se maneje, se podría agrandar, inducen los agoreros instrumentales que nunca faltan.