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9 enero, 2021

Portuarios pararon casi un mes, consiguieron aumento del 36% y dos bonos por $166 mil

Tras un conflicto entre Urgara y de la Cámara de Puertos Privados Comerciales que se extendió casi un mes en los puertos cerealeros, finalmente el jueves se firmó un acuerdo que incluye distintos aumentos salariales hasta llegar al 36%, y dos bonos que suman $166.000, para los recibidores de granos.

Así se acordó en la reunión realizada en el Ministerio de Trabajo entre representantes del gremio Urgara y de la Cámara de Puertos Privados Comerciales.

El incremento se pagará de la siguiente forma: .

– 10% no remunerativo y retroactivo a julio, agosto y septiembre de 2020.

– 13% remunerativo y retroactivo a octubre 2020.

– Y 13% remunerativo para enero de 2021.

Además, se acordó una gratificación como bono de fin de año de $76.000, pagaderos en dos cuotas (enero y febrero). Y un bono de gratificación extraordinaria de $90.000, pagaderos retroactivos desde julio de 2020 en 9 cuotas de $10.000.

Las medidas de fuerza encaradas por los recibidores y los sindicatos aceiteros paralizaron los puertos cerealeros de la Argentina durante buena parte de diciembre.

Finalmente se selló la paz en una extensa reunión que arrancó el miércoles y concluyó en la madrugada de este jueves. El acuerdo paritario corresponde a la Rama Puertos CCT N°639/11 para el período julio 2020-junio 2021.

 

Medidas endurecidas hasta último momento

 

Los sindicatos que regulan la actividad de los remolcadores habían decidido prolongar el cese de actividades dispuesto en el cierre de diciembre e incluso en las horas previas al acuerdo, habían endurecido las medidas.

La acción de los remolcadores es clave para la operatoria de los puertos de Buenos Aires, La Plata y Dock Sud, por mencionar algunas terminales. Sin la intervención de estos navíos, los buques de cargas -sobre todo los porta contenedores- están imposibilitados para atracar o zarpar con seguridad. Por ende, la medida de fuerza paralizaba por completo el ingreso y salida de mercaderías y productos.

Si bien al principio de la protesta gremios como el SOMU permitían el movimiento excepcional de algunos remolcadores, la falta de respuesta al reclamo de recomposición salarial redundó en un parate total. Lo grave de esto último es que se había vetado incluso el ingreso de barcos cargados con insumos sanitarios para la lucha contra el Covid-19.

«Atentos a la cantidad de las excepciones solicitadas en las últimas horas, a nuestro entender exageradas, con requerimientos de zarpada de buques para dar lugar a otros, toda vez que los puertos disponen de lugares libres para recibir esos buques, como así también solicitudes que se han hecho y que una vez autorizadas no tuvieron un correlato con la urgencia que las originó, las excepciones al ingreso de buques en el contexto de la medida de fuerza dispuesta por estas instituciones quedan totalmente suspendidas», hbían informado desde el SOMU.

En el ámbito comercial aseguraron que el paro de este ramo de la actividad portuaria había generado pérdidas superiores a los 200 millones de dólares.

La industria y la salud, afectados

 

Mediante una misiva, desde el Centro de Navegación -institución que agrupa a las empresas marítimas de transporte de cargas- habían expuesto previamente al acuerdo los detalles de la afectación que provoca la inactividad de los remolcadores.

«Esto no solo se traduce en pérdidas para la industria del transporte por agua, sino también principalmente para los exportaciones e importaciones de nuestro país, siendo que estas últimas, en aproximadamente un 85 por ciento, constituyen insumos y capital de trabajo para las exportaciones, tales como por ejemplo para nuestra industria nacional automotriz, o elementos esenciales como aquellos de la industria de la salud entre otros y con un valor de cientos de millones de dólares, y que perjudica directamente a la producción por no poderse garantizar la continuidad operativa», indicaron desde la organización.

«Más preocupante aún, resulta el efecto nocivo que esta situación produce para toda la economía del país, no sólo por las pérdidas millonarias que afectan al sector privado, sino también para las propias arcas del Estado Nacional, las cuales se ven privadas de recibir cuantiosos ingresos como consecuencia del cese de operaciones de comercio exterior», resaltaba el texto divulgado por la entidad.

 

*iProfesional