10 julio, 2021
«El corazón del capitalismo estadounidense es una idea sencilla: la competencia abierta y justa», sintetizó el presidente al disponer 72 medidas. El presidente estadounidense dispuso una batería de 72 medidas con el objetivo de rebajar precios, aumentar salarios, incentivar la innovación y potenciar el crecimiento económico.
Por eso el jefe de Estado Joe Biden firmó un decreto con 72 iniciativas concretas dirigidas a una decena de agencias del Gobierno estadounidense que aspiran a «realizar mejoras concretas en las vidas de la gente».
En todo caso, con la concreción de la orden ejecutiva comenzó una relación desafiante entre el gobierno y los titanes corporativos que probablemente reperfile áreas importantes de la economía estadounidense.
«El corazón del capitalismo estadounidense es una idea sencilla: la competencia abierta y justa», sintetizó Biden al firmar el decreto, rodeado de integrantes del gabinete.
«…La competencia mantiene la economía en movimiento y la hace crecer. La competencia justa es la razón por la que el capitalismo ha sido la mayor fuerza del mundo para la prosperidad y el crecimiento», continuó.
En un comunicado, la Casa Blanca explicó que una pequeña cantidad de empresas controla mucho más mercado que hace 20 años en un 75% de los sectores económicos del país, y especialmente en sectores de la salud, servicios financieros y agricultura.
«La competencia inadecuada frena el crecimiento económico y la innovación», señaló la Casa Blanca.
«La tasa de formación de nuevas empresas ha caído casi un 50% desde la década de 1970, ya que las grandes corporaciones dificultan que los estadounidenses con buenas ideas entren en los mercados».
Entre las medidas concretas que incluye la orden ejecutiva que firmó Biden ayer se encuentra la prohibición o limitación de acuerdos de no competencia que las empresas obligan a firmar sus trabajadores. El Gobierno considera que muchos de estos acuerdos son innecesarios y evitan que los trabajadores cambien de empleo y puedan mejorar sus condiciones salariales.
Con respecto a las empresas de telecomunicaciones, el Ejecutivo estadounidense prohibirá las comisiones de cancelación excesivamente elevadas y exigirá a las compañías que ofrezcan a sus clientes de forma detallada todos los costos para facilitar la comparación.
También prohibirán que las compañías lleguen a acuerdos de exclusividad con los caseros, ya que eso limita la posibilidad de los inquilinos de contratar Internet en casa a uno o dos distribuidores.
El Ejecutivo planea recuperar la neutralidad de la red, que aprobó el Gobierno de Obama y derogó el de Trump. Asimismo, limitará a los fabricantes de equipos electrónicos, caso de los teléfonos, que pongan trabas a la autorreparación o a la reparación por parte de servicios técnicos de terceros.
Con respecto a las grandes tecnológicas, Biden instó a la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) a que sea más exhaustiva a la hora de examinar los acuerdos de fusiones y adquisiciones, sobre todo cuando puede darse el caso de que una empresa está comprando a una posible competidora en una etapa temprana.
Además, Biden aseguró que la FTC podrá examinar fusiones aprobadas en el pasado.