6 marzo, 2023
Los dos polos que conviven en Juntos por el Cambio escenificaron sus diferencias en Mendoza, en una celebración que ofició de vidriera política en medio de la pelea preelectoral
Poco brindis de Juntos por el Cambio en la Vendimia: se terminaron de cristalizar los dos polos
La Fiesta Nacional de la Vendimia en Mendoza terminó de cristalizar la conformación de dos polos en Juntos por el Cambio. La foto de Bullrich con referentes de la UCR agitó el esquema opositor. Fue el puntapié inicial de un acuerdo para aunar fuerzas que se venía gestando de forma subterránea hace semanas. Morales y Lousteau no ocultaron su malestar con la jugada. Estaban a metros del lugar de la cumbre y no los invitaron a posar. La intención era marcarles la cancha a ellos, pero sobre todo, a Larreta.
El jefe de gobierno porteño había pasado el jueves por la Vendimia. Se quedó menos de 24 horas porque tenía compromisos familiares durante el fin de semana. Su paso por las tierras cuyanas dejó inconformes al gobernador radical Rodolfo Suárez y Cornejo, quienes son desafiados por Omar de Marchi, uno de los laderos del alcalde y aspirante a disputarle el control de la provincia a la UCR. Larreta se reunió con Suárez y Cornejo y les dio su palabra de que logrará ordenar a De Marchi.
Pero el diputado nacional, que se reencontró con Bullrich en una bodega en Luján de Cuyo y mantuvo una breve conversación, se mantiene firme en su postura y altera los ánimos de los popes radicales. “No lo puede bajar”, deslizan.
A Larreta le dieron un ultimátum. Incómodo, el jefe porteño fijó el próximo jueves como una fecha límite para De Marchi: “Si se va del frente, no va a tener nuestro apoyo”, advierten en el radicalismo. A los jefes de la UCR les inquieta que Larreta no logre resolver el conflicto. Y no descartan que De Marchi compita por afuera igual y explore un pacto con los libertarios que se asocian a Milei.
Ese conflicto apresuró el alineamiento de los detractores de Morales en la UCR con el proyecto presidencial de Bullrich. En coincidencia con la propuesta de la titular de Pro, apuestan a que el próximo gobierno sostenga “una narrativa antikirchernista” para darle sustentabilidad a las reformas. También consideran necesario sumar al menos tres gobernaciones. Además, visualizan que Macri tendrá una influencia decisiva. “Hay que esperar a ver qué dice Mauricio”, admite uno de los popes radicales.
El sábado a la tarde, Bullrich y Manes se reunieron a solas en el Hyatt. El médico quedó tan conforme de la charla como cuando se entrevistó con Macri en Los Abrojos. El neurólogo dejó en claro su ambición de jugar, pero aguarda señales de la estructura radical. “Hubo muy buena sintonía. Se juntó el radical con más votos con la dirigente de Pro que más mide”, dijeron cerca de Manes. Bullrich, que no lo conocía en profundidad, quedó sorprendida. “Los dos tienen ideas claras, coincidencias en valores y determinación para dar las peleas que hay que dar”, dijeron fuentes radicales. Un romance insospechado.
Entre las figuras de la UCR avizoran que llegarán divididos a la negociación con el Pro por las listas y fórmulas cruzadas, pese al intento de Morales por encolumnar al partido. Sus rivales internos evalúan asistir a su lanzamiento. Lo mismo harían en caso de que se lance Manes. Visualizan como lo más probable una interna entre Bullrich y Larreta, escoltados por radicales. Si el postulante radical no supera los diez puntos, será difícil que los legisladores que arriesgan bancas acepten apoyar una candidatura testimonial.
“Es un error dividirnos. El radicalismo tiene peso”, machacan cerca de Lousteau. A Morales lo acusan de arrogarse la representación de la UCR para explorar un acuerdo con Larreta para acompañarlo en la fórmula. La tensión entre Cornejo-Suárez-Valdés con Morales y Lousteau fue inocultable. De hecho, Morales no estuvo en el acto central de la Vendimia el sábado a la noche. El domingo se reunió con Julio Cobos y dirigentes radicales de Mendoza: “Que no nos confunda la espuma, tenemos que estar unidos y enfocarnos en un plan y un rumbo; podemos ganar”, dijo el jujeño. Sus adversarios desconfían de sus maniobras. Antes de su lanzamiento en el Gran Rex, Bullrich sospecha que Morales hará un gesto para consolidar su alianza con Larreta y Lousteau. El jefe de la UCR y el senador se reencontraron este mediodía en la Vendimia Solidaria, que organiza el empresario Daniel Vila. Allí también estuvo Sergio Massa, el ministro de Economía, de estrechos vínculos con Vila. Emilio Monzó, arquitecto en las sombras de la cumbre de Bullrich con los radicales, se sentó junto a Morales, que recibió un revés con la derrota de Federico Massoni en la interna de las elecciones municipales de Trelew. “Es un golpazo para Morales”, aseguraron en el pelotón de Cornejo y Bullrich. La titular de Pro y el jefe porteño salieron a intentar capitalizar el triunfo de Gerardo Merino, el postulante apoyado por Ignacio Torres.
El miércoles, los radicales que reniegan de Morales y buscan darle volumen político al proyecto de Bullrich reunirán a diputados y senadores nacionales de la UCR en la Casa de Corrientes, con Valdés como anfitrión. “Esto recién empieza”, avisan.
*LN/ by M. Moreno