25 noviembre, 2021
Biden utilizará 50 millones de barriles de su stock en coordinación con Beijing, Londres, Nueva Delhi, Tokio y Seúl. ¿Cuál será la respuesta de la OPEP?
La Casa Blanca anticipó que este martes, el presidente Biden anunciará la liberación de 50 millones de barriles de sus reservas estratégicas a fin de sobre ofertar el mercado de petróleo y bajar sus precios.
La medida se ejecutará en coordinación con otros grandes consumidores de crudo como Reino Unido, Japón, Corea del Sur y China, aunque todavía no se informó que cantidad de stock pondrá a disposición cada país.
La gran sorpresa es el pacto con Beijing con quien la administración demócrata venía sobrellevando una relación diplomática incluso más tensa que durante los tiempos de Donald Trump.
No obstante, la urgencia de ambos países por reducir los costos energéticos es tan grande que primó frente a cualquier desconfianza entre los gobiernos. Como explicó EOL, la crisis energética ha golpeado con fuerza al gigante asiático, que experimentó un cuello de botella en su abastecimiento de carbón y tuvo que importar GNL a un precio por encima de los 30 dólares el millón de BTU.
Today I'm announcing action to lower the cost of gas and oil for American families.
The Department of Energy will make available releases of 50 million barrels of oil from the Strategic Petroleum Reserve to lower gas and oil prices for Americans.
— President Biden (@POTUS) November 23, 2021
En tanto, el impacto en los Estados Unidos no se produjo tanto por la suba del gas natural, que si bien existió fue de una magnitud mucho menor al ser un gran productor no convencional, sino por el salto del barril que se trasladó a los combustibles.
Esto generó una presión muy fuerte tanto en los precios del transporte, como en los costos energéticos industriales, lo que se terminó reflejando en la inflación más alta de los últimos 30 años y consecuentemente en un resultado electoral sorpresivamente adverso para los demócratas en algunas ciudades que elegían alcalde.
Por ese motivo y teniendo en cuenta que en 2022 se pondrá en riesgo la mayoría demócrata en el Congreso, Biden se cansó de intentar convencer a la OPEP para que aumente su flujo de producción y decidió tomar cartas en el asunto.
Hasta el momento, el efecto en los precios no se logra apreciar y el barril sube por encima de los 82 dólares en el caso del Brent y a casi 79 dólares en el WTI. Sin embargo, vale aclarar que la última semana registró una caída notable mayor a los 5 dólares a partir del rebrote de Covid en Europa que amenaza con paralizar nuevamente la actividad económica.
Esto juega en contra de una respuesta de la OPEP, que en este contexto se ve limitada a reducir aún más su cuota de mercado para volver a incrementar los precios, aunque la experiencia histórica dice que las potencias petroleras harán lo que haga falta para preservar sus intereses en este negocio.
*EOL