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10 junio, 2020

“Ni buenos ni malos”

El director de Gatopardo, que con 20 años de historias de largo aliento se ha convertido en la publicación más influyente de parte de América, concedió una jugosa entrevista al periodista Marcelo Salazar durante una reciente visita a la Universidad Alberto Hurtado (Chile), titulada “El periodismo narrativo lucha contra esa visión, a veces simplista, de que hay buenos y malos” y publicada por Fundación Gabo.

Allí, Felipe Restrepo dio detalles de la revista, su audiencia, el encasillamiento en el periodismo y de lo desafiante que es editar a los grandes cronistas que escriben para ese medio. También, sobre el auge de la no ficción en nuestros tiempos y sobre por qué la perspectiva del autor resulta primordial cuando se escribe sobre otros. “Es lo más difícil de lograr, pero es lo que determina que una historia sea contada de una manera única”, afirma en esta entrevista.

«Su primer editor fue el -ya en ese entonces- Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez. Esto ocurrió en “Cambio”, extinta revista colombiana de actualidad política. Restrepo era joven y parte de ese equipo de redacción. Tenía 19 años, estudiaba letras y era un obvio seguidor de su obra, lo que causó un nerviosismo inicial que se fue disipando a medida que lo iba conociendo como editor. Todo terminó en una gratitud que recuerda hasta el día de hoy.

P: -De esa experiencia han pasado 21 años, pero aún lo considera como una de sus mayores inspiraciones laborales.
FR: -En Cambio ya era uno de los autores más consagrados del mundo. García Márquez hacía mucho que había publicado Cien años de soledad (1967) y era uno de los grandes escritores vivos, pero eso no quitaba que fuera un hombre tremendamente generoso. Cuando estaba, cosa que no sucedía todo el tiempo ya que la redacción quedaba en Bogotá y él ya vivía en Ciudad de México, siempre daba una imagen de cercanía con los periodistas jóvenes. Era de esos que se sentaba al lado tuyo para realmente mirar tu texto. Me entregó enseñanzas de vida muy importantes.

P: -¿Cuáles? ¿De qué te nutriste?
FR: -De un respeto por el oficio. Él siempre nos habló de la ética y el cuidado, también de cómo los periodistas se debían entregar a sus lectores con lo mejor posible. Insistía mucho, y creo que desde ahí me quedó esa idea, de que el periodismo tiene que ser información cuidada, verificada, pero también narrada. Eso lo defendió, incluso, para las notas cortas. Cambio era una revista de actualidad, muy noticiosa, pero eso no significaba que no tuviera valor narrativo. No podía ser algo seco o distante.

 

“EL BUEN EDITOR ES EL REALMENTE BENEFICIOSO, EL QUE POTENCIA PARA QUE LA HISTORIA SEA LA MEJOR POSIBLE”

 

Gatopardo, la revista colombiana fundada en 1999 y que desde 2006 tiene su sede en México —tras ser adquirida por la editorial mexicana Travesías Media—, es una de las publicaciones más relevantes del continente. De circulación bimensual, que suma a su aplaudida versión en papel una activa presencia digital, profundiza en conflictos, temas y personas de la región con textos de largo aliento.

En 2014, la salida de Guillermo Osorno significó una reestructuración del medio y la llegada de Felipe Restrepo a la dirección de la revista. El periodista, académico, editor y escritor colombiano, autor de los libros de perfiles Nunca es fácil ser una celebridad (Planeta, 2013) y 16 retratos excéntricos (Planeta, 2014), además de la novela Formas de evasión (Seix Barral, 2016), era asiduo colaborador de las redacciones de Bogotá y Ciudad de México, por lo que asumir este desafío era dar nuevos aires pero sin dejar de lado su principal intención: publicar las historias más influyentes de la región.

Un notorio giro editorial de su gestión fue en el diseño de la publicación impresa. Además de incluir tres tipos de papel en su interior, se dejaron atrás los colores por una portada en blanco y negro. En esta se puede ver al personaje principal de la edición, en un primer plano que siempre incluye poses de frente o de perfil. Un poco más abajo, aparece su nombre y una breve invitación a leer el resto de los textos del interior, en letras blancas y redondas. Rossy de Palma, Lucrecia Martel, Daniela Vega. Guillermo del Toro, Javier “Chicharito” Hernández, Pablo Larraín. Son muchos los nombres que han pasado por este ejercicio que atrapa la mirada.

“Queremos que la revista sea un objeto bello y que las personas puedan coleccionar, mantener y que parezca más un libro”, dijo en una nota televisiva refiriéndose a esta nueva apuesta, la que también sumó las secciones “Atelier” y “Portafolio”, dedicadas al estilo y al periodismo cultural, respectivamente.

“Siempre que me piden definirla, digo que Gatopardo es una revista de actualidad latinoamericana, hecha desde México pero con los ojos puestos en toda hispanoamérica. Que defiende el periodismo narrativo, es decir, todas esas voces, miradas y polifonías que se filtran a través de historias muy bien contadas. Lo que hace Gatopardo es ser muy plural: ser un espacio donde caben todo tipo de visiones”, sostiene Restrepo.

Se toma una pausa para seguir completando su idea y eso me permite algunos segundos de observación. Restrepo tiene el pelo corto, la cara angulosa, las cejas pobladas y una delgadez similar a las líneas de su polera, blancas y negras. Simpático y cordial, es de esos que no caen mal, pese a que recién cruces miradas y palabras con él. Habla pausado y con una precisión de relojero para administrar los silencios.

Pese a que en un comienzo asumió funciones comerciales y administrativas, además de la editorial, hoy se encuentra completamente dedicado a apoyar en la edición de entrevistas, reportajes, crónicas y perfiles que publica la revista. Un trabajo que lleva a la par con Leila Guerriero, la destacada cronista argentina y actual editora de la revista, con quien comparte la responsabilidad de acompañar las historias de los grandes colaboradores de Gatopardo.

Quienes, casi como una tradición, destacan como los mejores de su época. Tomás Eloy Martínez, Antonio Tabucchi, Ernesto Sábato, Juan Villoro, Martín Caparrós, Marcela Turati, Diego Osorno, Jon Lee Anderson, Alejandro Almazán, Alberto Salcedo Ramos, Óscar Contardo, entre otros. El olvido vuelve injustas las listas pero esta, en específico, es una de las principales razones por las que su público es fiel a cada edición que sale a la venta.

“La audiencia de Gatopardo es muy diversa. Me he encontrado con lectores muy exquisitos, con un nivel educativo altísimo y que les encanta leernos, pero también conozco jóvenes de 20, 21 años, muchos de ellos estudiantes de periodismo, que también les encanta. Eso me gusta, ya que me doy cuenta de que la revista se puede leer en varios niveles”, afirma.

Para Restrepo, un texto de Gatopardo debe ser bien investigado y escrito para que lo disfruten dos tipos de lectores. Primero, el erudito del tema que se está hablando. Luego, viene el lector desprevenido. Uno que puede ser menos culto, quizás menos informado, pero con el mismo gozo por esa narración.

“Eso termina siendo una complejidad en la edición, ya que debemos buscar todos esos puntos que unen a esos dos lectores. Que sea un texto para especialistas como también para el público general, hace que no seamos una revista especializada. Sí una masiva y con discurso elaborado”. (…)

La entrevista completa en http://www.puroperiodismo.cl/felipe-restrepo-el-periodismo-narrativo-lucha-contra-esa-vision-a-veces-simplista-de-que-hay-buenos-y-malos/

Toda una inspiración para los profesionales de Chubutline!

Fundación Gabo