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9 noviembre, 2023

Murió el periodista Edi Zunino: un sabueso en busca de la verdad

El periodista falleció a los 60 años, después de padecer una larga enfermedad

Con Alselmo Valdivia, el personaje central de la única novela que publicó en su vida, Locos de amor, odio y fracaso (2017), el periodista Edi Zunino, que murió a los 60 años, imaginó una suerte de alter ego en la ficción de su propia profesión. La noticia fue comunicada este jueves por la mañana por Jorge Fontevecchia, CEO del Grupo Perfil, en el que Zunino fue secretario general de redacción del periódico Perfil y director de contenidos digitales de esa editorial.

Como Edi, Valdivia es un incansable sabueso que mete sus narices en todas partes con tal de llegar a distintas verdades, una meta ambiciosa y, en cierta manera, inútil porque la multiplicidad de verdades las hace muchas veces contradictorias, cuando no mentirosas o difíciles de comprobar. A desentrañar esos lados oscuros de los grandes temas consagró su vida Zunino con gran pasión.

Como avezado periodista de investigación, supo ser meticuloso y obsesivo, manteniendo su ansiedad a raya, aunque la procesión fuera por dentro. Aun en los peores momentos, parecía no perder la calma, con esa estampa de caballero andante, esmirriado, hasta quijotesco por la barba y el bigote recortado que enmarcaba su cara.

Edgardo Zunino había nacido en Ramos Mejía el 21 de abril de 1963 y abrazó el periodismo ya de muy joven. Con menos de veinte años se inició en el oficio, en plena dictadura, en la revista subte Retruco, junto a Gustavo González y Jorge Fernández Díaz, que armaban muy artesanalmente cada edición en un altillo de la avenida Juan B. Justo. El destino quiso que, décadas más tarde, los tres llegaran a ser, en distintas etapas, directores de la revista Noticias. El cuarto mosquetero de esa aventura periodística juvenil fue Darío Gallo, otra de las plumas relevantes de aquella mítica primera redacción de la revista Noticias.

Renacida la democracia, Zunino estrenó su pluma meticulosa, afiatada, de contenida ironía y algo altiva en los diarios Sur y La Voz. Su firma, por aquella época, también aparecía en el quincenario cooperativista Acción.

Pero sin duda fue en los años 90 y en la redacción de la revista Noticias donde Edi alcanzó su madurez profesional y mayor brillo al rubricar sesudas investigaciones de distinto tenor y casi siempre riesgosas, como cuando puso su mira sobre personajes siniestros de la represión castrense, como Adolfo Donda Tigel y “el tigre” Jorge Acosta, o sobre los negocios de sindicalistas pesados, como Armando Cavalieri.

Con el reportero gráfico José Luis Cabezas trabajaron juntos en varias notas de largo aliento, tanto en el país como en el exterior. Cuando el fotógrafo fue asesinado en el verano de 1997, en Pinamar, por un complot entre efectivos de la Policía Bonaerense y miembros de la custodia del empresario postal Alfredo Yabrán, Zunino se puso al frente del equipo de investigación de Noticias durante largos meses.

El actual siglo que transitamos le abrió un apetito voraz por una nueva inquietud, cual fue mirar autocríticamente su profesión y dar cuenta de sus reflexiones y conversaciones en tres libros: Patria o medios (2009), Periodistas en el barro (2013) y, junto a Carlos Russo, Cerrar la grieta (2015).

Precisamente este último título alude a una característica que Zunino empezó a acentuar, particularmente cuando accedió a la televisión con programas propios, en soledad o con la ahora diputada electa Marcela Pagano, y también como panelista destacado de Animales sueltos, el programa de debates que conducía Alejandro Fantino en las noches de América.

Lejos de tomar partido por un lado u otro de la grieta, Zunino prefería colocarse en un lugar más incómodo de crítica hacia ambos lados. Tampoco se podría afirmar que era un entusiasta integrante de “Corea del Centro” (tal como se llamó a los periodistas que ponen distancia de las efusividades kirchneristas o antikirchneristas con oprobioso estilo panfletario). Claramente no le gustaban los encasillamientos y disfrutaba de marcar esas disonancias.

Edi Zunino tenía tres hijos y estaba escribiendo actualmente un libro sobre sus sensaciones y lucha contra la enfermedad incurable que finalmente puso fin a sus días.

*LN/ by Pablo Sirvén