28 febrero, 2024
El intendente Gerardo Merino presentó este miércoles una denuncia penal en Fiscalía, luego de descubrir que la mercadería para presunto ‘uso social’ se pagó, pero nunca se retiró ni entregó. La transacción corresponde a octubre del año pasado.
La Municipalidad de Trelew amaga con destapar una ‘Causa Revelación’ con lupa en la exgestión municipal. Parece que el intendente Gerardo Merino está descubriendo alguna de las presuntas numerosísimas irregularidades que habría dejado Adrián Maderna, que se fue del cargo dejando los cuatro Ejercicios Municipales de su último período sin rendir, ‘a plena luz del día’ y con todos los organismos de contralor haciendo la vista ‘gorda’.
Pasada la larga transición y más dos meses de gestión, el intendente Gerardo Merino comenzaría a corroborar por sí mismo la desinversión absoluta que rodea la administración pública municipal, y el escurrimiento de dinero que va saltando, a medida que se revisan los ingresos y egresos que tuvo Trelew en la gestión pasada.
La actual situación de extremo ajuste nacional y provincial, sumada a la emergencia que rodea a la ciudad Valletana tras 8 años de una polémica administración, comenzaron a acelerar el deslinde de responsabilidades y a exigir la revisión, más allá de los agradecimientos de rigor y la buena onda que rodeó el traspaso de mando.
Ahora se trata de administrar una caja perforada y una ciudad que ‘hace agua’ por todos los costados por falta de inversión y mantenimiento anterior, pero cuya cara visible y responsabilidad política es la nueva gestión, con todas las consecuencias legales que eso representa.
En ese marco, este miércoles, Gerardo Merino acompañado por el secretario de Gobierno Municipal Mario Romeo, realizaron una denuncia penal formal, por defraudación al Estado Municipal.
El intendente explicó a la prensa que “hemos encontrado irregularidades en una compra que consta de dos expedientes por un monto de aproximadamente 70 millones de pesos destinado a la compra de pollo y de carne que no hemos encontrado ninguna documentación de que eso se haya sido retirado y entregado”.
El mandatario indicó que ante toparse con estas irregularidades es su “obligación como Estado Municipal” dar a conocer y denunciarlas. Además remarcó “es plata de los contribuyentes, y es comida que no le llegó a los más necesitados”.
Al ser consultado por la fecha de la compra, Merino señaló que “se trata de una compra que se hizo el año pasado, un expediente de más o menos octubre del 2023“.
En este sentido Merino indicó que “esto se pagó, pero no hay ningún registro de que se haya retirado ni que se haya entregado a las personas que necesitan”, y por último indicó que “corresponde al Área Social porque es en base a un expediente de una emergencia alimentaria y corresponde obviamente a la acción social“.
Al parecer, en ese tren de ‘alimentación masiva’ que había adoptado el pastor Adrián Maderna, habría una importante cantidad de compras nunca revisadas acabadamente. Por caso, el año pasado en el mes de marzo también hubo compra de carne, pollo y diferentes alimentos y no habría constatación pública de destinatarios suficientes de acuerdo a la inversión realizada con plata pública. Esta metodología de compras de alimento habría sido una constante en gran parte de la gestión de Maderna, pero sobre todo en la previa a períodos electorales.
Entre las suspicacias y los temores de defalco que surgen es que núnca se supo quienes resultaron ganadores de las compulsas licitatorias, no se sabe si se entregó la mercadería, en que depósitos se guardó, ya que la Muncipalidad no cuenta con cámaras de frío ni galpones que permitieran operaciones de esa envergadura, quien estaba a cargo del control de las compras una vez consumadas, del mismo modo que no se sabe como se realizó la entrega, que constancias hay de que cada uno de esos bienes -fueran pollos, carne, huevos, leche o indumentaria- comprados con dineros públicos, llegaron a los beneficiarios argumentados y bajo que constancia de necesidad se entregaron.
Falta tanta documentación al respecto que todo indicaría que esta ‘olla’ arrastrará un extenso desfile por Tribunales.
Por supuesto ante el resonado paso judicial que dio Merino, se activó el mecanismo off de la vecindad y comenzaron a rodar nombres de carnicerías presuntamente beneficiadas, (ni siquiera frigoríficos, por tratarse de compras de grandes dimensiones), incluso una que se vincularía a un encumbrado exfuncionario. Del mismo modo hubo recordatorios por redes sociales sobre fiestas masivas donde apareció ‘carne barata, buena y abundante’ como aporte político. También se señaló el posible beneficio a un sindicato que cada vez engordaría más, y otra tanta serie de trascendidos propios de ‘pueblo chico e infierno grande’ sobre lo que -por ahora- no habría documentación fehaciente.
