7 julio, 2025
Mientras Capitanes y Conductores de barcos ya definieron un acuerdo con las Cámaras pesqueras a fin de destrabar la temporada, los marineros siguen en tierra por el autismo del SOMU que no accede a readecuar su postura para garantizar el trabajo de la gente, tras nueve meses de parate y pérdida de salrios.
Sin embargo el gremio parece que está perdiendo paulatinamente el control de las ‘bases’ y es cada vez más evidente las grietas internas y los serios cuestionamientos a la conducción, ante la falta de resultados. En la última semana, las asambleas improvisadas en diferentes puntos del país dejaron al desnudo el descontento existente con la dirigencia sindical, tal el reporte del sitio especializados Parte de Pesca.
El marinero Ulises Parra, quien recientemente debatió con el dueño de Conarpesa, reconoce abierta y públicamente que hay trabajadores dispuestos a acordar con las empresas y otro que rechaza una rebaja salarial, aclarando que él se encuentra en este último grupo.
“Que quede claro, hoy existen dos grupos, y los dos grupos quieren salir a trabajar”, expresó hoy el obrero marítimo en sus redes sociales. Y agregó: “Hay un grupo que está dispuesto a perder derechos, resignar parte del sueldo y salir a trabajar en las condiciones que las empresas imponen unilateralmente. Eso está claro y cada uno responde por sus actos”, opinó.
“Ahora también existe otro grupo, que es mayoritario, y ese grupo no quiere perder ningún derecho, tampoco resignar ni un solo peso, y quiere salir con las condiciones vigentes, porque es lo que corresponde al estar firmado por ambas partes. Yo pertenezco a ese grupo”, indicó Parra.
Las manifestaciones del marinero confirman a las claras que hay grupos, presuntamente minoritarios, que sí están dispuestos a reiniciar la actividad y firmar acuerdos salariales en términos similares a los firmados por los capitanes y conductores navales.
Los dirigentes César Zapata y Oscar Bravo en Santa Cruz y Juan Navarro en Corrientes palparon sin intermediarios el nivel de preocupación y malestar reinante entre los trabajadores, y no hay podido contener esa bronca que hay ante la dilación del conflicto, al tiempo que no pudieron dar respuestas sobre cómo se sale de este entuerto.
En Puerto Madryn, Puerto Deseado y también en el litoral siguen reclamando por la presencia del secretario General del SOMU, Raúl Durdos, quien ha preferido enviar a sus alegados y no tener que enfrentar en persona a sus afiliados.
La Asociación de Capitanes y el SICONARA ya sellaron acuerdos y están listos para iniciar la operatoria pesquera. La flota congeladora tangonera sigue paralizada en puerto a instancias del SOMU.
Los marineros ya admiten abiertamente que hay dos grupos. Los que quieren firmar y los que no. Ante estas circunstancias y ante el peligro de perderse la temporada se plantea un gran interrogante:
¿Qué ocurriría si el SOMU da libertad de acción a sus afiliados?