Mal juego

Que te enganchen en una racia en un antro de juego clandestino no es muy ético, sobre todo cuando se trata de actividades prohibidas por la circulación de dinero sobre todo ‘negro’. Pero que encima seas el tesorero de una de las entidades sociales propiedad de la comunidad que además está semifundida, es un poco más que comprometedor.

Esa es la foto en la que quedó estampado el tesorero de la Cooperativa Eléctrica de Trelew, Walter Espinoza luego que la Policía del Chubut arrasara en un resonado procedimiento en zona de chacras mediatizando lo que se consideró el Golpe «Bancarrotas» que además terminó con la detención de unas treinta personas.

El Consejo de Administración de la Cooperativa, rápido de reflejos le solicito la renuncia a Espinoza, quien la hizo efectiva y se desvinculo en forma inmediata, despegando así a la entidad de un escándalo de envergadura.

Si bien adujeron que la renuncia está relacionada estrictamente a cuestiones de índole personal, moral y/o politica,  el Consejo salió a aclarar que ‘solo se tiene información de los hechos que fueron revelados en las últimas horas por miembros de la policía y el Ministerio de Seguridad de la Provincia a los medios de comunicación’, poniéndose a disposición de la justicia

El tema en cuestión es que en la mesa de juego de la que se secuestraron unos 7 mil dólares y más de 5 millones en pesos argentinos, también se encontraron cheques de la Cooperativa.

La reflexión que le cabe al ‘vecino de a pie’ que paga rigurosamente sus facturas confiando en los funcionarios que administran los fondos públicos, y muchos de los cuáles dieron su parecer profusamente por las radios del Valle, es -palabras más menos- que «si en esos ámbitos de juego clandestino estrictamente excepcionales se maneja el administrador de la entidad en sus ratos de ocio, ¿cual será el margen de manejo en su ámbito laboral, no?»

Algunos osados salieron por algunos medios a argumentar que los valores comprometidos en la mesa de juego pertenecientes a la Cooperativa se trataba de cheques que el propio Espinoza habría recibido como pago de sus haberes, sin embargo el argumento deberá ser demostrado en el marco de la investigación, ya que en general, la entidad deposita sus salarios bancarizando esos egresos como dispone la ley.

La entidad ya vivió otras épocas aciagas de naturaleza administrativa hace algunos años, cuando debió someterse a una investigación judicial por la aparición de cheques presuntamente apócrifos por la duplicación de chequeras. Un caso que quedó casi en la nebulosa para la comunidad trelewense, donde se ‘barrió bajo la alfombra’ varias irregularidades.