9 septiembre, 2020
EN CHUBUT SE DEBE DOS MESES Y EL JEFE DE POLICÍA BANCÓ LOS RECLAMOS
El posicionamiento de policías bonaerenses que reclamaron por una recomposición salarial urgente frente a la Quinta de Olivos, generó una de las situaciones más tirantes de la gestión de Alberto Fernández, y altísima preocupación en el kirchnerismo, que vio sobrevolar el fantasma desestabilizador a manos de las policías de países vecinos. Anoche el Presidente dio un mensaje junto al gobernador Axel Kicillof, la vicegobernadora Verónica Magario y todos los intendentes del Conurbano circunscribiendo el conflicto a la Provincia de Buenos Aires, y anunciando el quite de un punto de coparticipación a CABA para aumentar salarios policiales en AMBA.
Sin embargo, el descontento policial es más amplio, más allá de la estrategia centralista de ir resolviendo en territorio. Y el caldo de cultivo es más amplio y concreto y tiene que ver con el peso de la crisis económica y financiera, que -contra todo discurso progre -, el costo sigue recayendo sobre los estratos sociales más bajos y en pérdida de poder adquisitivo de los asalariados.
Antes de la protesta de la policía bonaerense contra Kicillof, Berni y hasta el Presidente, hubo reclamos en un buen número de provincias. En Chubut, el reclamo más firme lo llevan adelante los retirados que no están expuestos a sanciones, con las que ya amenazó el gobierno, pero la situación con dos y hasta tres meses sin salarios es compleja.
Todos estos movimientos pusieron en alerta a los gobernadores de otras provincias, que preparan anuncios de urgencia para evitar el «efecto contagio» en sus territorios.
La protesta más álgida se dio la semana pasada en la provincia de la tierra colorada, donde el gobernador Oscar Herrera Ahuad otorgó un aumento de algo más de 16 mil pesos para los oficiales de menor rango para destrabar el conflicto. Además, se comprometió a no aplicar sanciones.
En Catamarca hubo un amague de protesta, que fue sofocado con el anuncio de un bono de 9 mil pesos para la fuerza y un recambio en la cúpula. «Le dimos un bono, pero tenemos que ser muy cautos. Hay una movida nacional de un reclamo en todas las plazas para el viernes, tenemos una reunión abierta con ellos», alertó este miércoles el gobernador Raúl Jalil.
Ante la tensión con La Bonaerense, este miércoles el ministro de Seguridad de Tucumán, Claudio Maley, anunció que en las próximas horas Juan Manzur firmará un decreto de ascensos en la fuerza y se incorporará a 430 efectivos, entre otros beneficios para la fuerza. En 2013, durante los acuartelamientos policiales, Tucumán y Córdoba fueron los mayores focos de tensión y violencia.
Por su parte, este martes el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, anunció que pagará bonos salariales extra hasta diciembre para policías (de 8.000 pesos) y penitenciarios (de 5.000 pesos). Además, se analiza un incremento «porcentual» para octubre o noviembre y para los jubilados de las fuerzas.
Otro que adelantó un aumento fue Jorge Capitanich. El gobernador de Chaco dijo habrá una suba del 7,8 por ciento más un plus de 5 mil pesos. En las últimas horas sectores de la policía chaqueña habían empezado a agitar el panorama denunciando que cobran 24 mil pesos de bolsillos. La tensión se da justo en momentos en que el gobierno ratificó la cesantía de 23 policías por el acuartelamiento de 2013, que en Chaco también tuvo uno de los focos de tensión más grandes.
En Jujuy, el gobernador Gerardo Morales informó que la semana que viene continuará con el pago de uno de los cuatro bonos de 5 mil pesos para todo el personal policial y penitenciario.
El apuro de algunos gobernadores para hacer estos anuncios tiene que ver con que el «efecto contagio» ya se está dando en algunas provincias. Por ejemplo, este miércoles un grupo de policías retirados realizó una manifestación en el centro de la Ciudad de Corrientes en reclamo de aumentos salariales.
Además, ayer a la mañana también un grupo de familiares se concentraba en la Jefatura de la Unidad Regional II de Rosario para reclamar «salarios dignos» para los policías.
En Río Negro la situación también comenzaba a caldearse. El martes se registró una protesta frente a la Unidad Regional Segunda de General Roca, donde se reclamó un aumento del 55 por ciento para los escalafones más bajos. También en el Centro Cívico de Bariloche hubo una manifestación. Para este jueves se anuncian manifestaciones en las principales ciudades. El gobierno de Arabela Carreras dijo que trabaja en una recomposición.
Santa Cruz
En Santa Cruz también hubo reclamos de un grupo de policías que consideran insuficiente el aumento del 15 por ciento que el gobierno de Alicia Kirchner otorgó en julio más otro 5 por ciento que cobrará a partir del próximo mes. Piden un mínimo de 60 mil pesos para los efectivos de rango más bajo.
Ni hablar del clima que se vive en Chubut, donde la Policía está preocupada porque los estatales volverán a las rutas a reclamar por lo mismo que están pasando ellos: de dos a tres meses sin cobrar (de acuerdo al rango) y sin aguinaldo.
Una crisis que no viene de ahora como en el resto de las provincias, donde se acrecentó la situación de precarización salarial con la pandemia, sino que por tierra chubutense la cosa viene de larga data. A este agotamiento económico de los uniformados se le suma que deben contener comunitariamente los reclamos de los demás trabajadores estatales, además de implementar las restricciones que demanda la cuarentena y los cambiantes estados de fases, arriesgando su propia salud.
En Trelew hubo este martes una protesta de efectivos para que les paguen los salarios de julio y agosto, además del medio aguinaldo. El reclamo se extendió a Rawson, Comodoro Rivadavia y otras localidades. A los uniformados, como al resto de los empleados estatales, se les adeuda dos meses, y una minoría –los altos mandos- tampoco cobraron incluso junio, ya que su salario es superior a los 150 mil pesos.
Después de que el malestar se hiciera público, y pese a que el ministro de Seguridad, Federico Massoni, había anticipado sanciones para quienes se plegaran al reclamo, este miércoles el jefe policial aseguró que habría novedades para el sector en las próximas horas.
“Ayer mismo le hicimos llegar esta preocupación al Ministro de Seguridad (Federico Massoni), y le acercamos esta inquietud, que ya la veníamos hablando al gobernador (Mariano Arcioni)” dijo el jefe de Policía de Chubut, Miguel Gómez.
De esta manera, el jefe policial sostuvo que el malestar en las fuerzas “es sumamente entendible” dado que desde el primer momento en que se desató la pandemia “ha cumplido la misión primordial que ha tenido y merece cobrar sus haberes. Es lo justo”.
En este escenario, el jefe de la Policía de Chubut, señaló que, pese al malestar, los uniformados “siguen trabajando y lo que fue la movilización que se dio ayer en Trelew, con mayor presencia de retirados, tiene que ver con esta preocupación que tenemos todos”.
Ante eventuales sanciones a los agentes que hayan sido parte del reclamo, aseguró que “no amerita, no hay aspectos a considerar en cuanto a sanciones” dado que “no hay paro, y no hay retención de servicios”.
Le sacaron a CABA para darle a AMBA
El Presidente manifestó que no son formas de reclamo e invitó a los uniformados a deponer la actitud, antes de anunciar un aumento.
«Hemos dispuesto crear un fondo de fortalecimiento financiero para la provincia de Buenos Aires. Estamos tratando de reponer un equilibrio que se perdió a mediados de los 80, cuando la provincia perdió 8 puntos de coparticipación. Eso generó un problema estructural en la provincia y tenemos que hacernos cargo».
«La Ciudad de Buenos Aires en el año 46, tenía 2.900.000 de habitantes. En el último censo tenía 100 mil habitantes menos. En la provincia de Buenos Aires, en aquel entonces, tenía 4 millones y hoy 17 millones. La provincia que creció de ese modo perdió 8 puntos de coparticipación», dijo.
«Tuvimos que agudizar el ingenio para ver de dónde conseguir esos recursos. Advertimos que la Ciudad de Autónoma de Buenos Aires, cuando en su momento le traspasó la Policía Federal, recibió 2 puntos de la coparticipación federal. También advertimos que para cubrir los gastos de traspasar la Policía Federal, la verdad hacía falta pasar un punto. Había más de un punto excedente que la Ciudad no estaba utilizando para cubrir gastos de funcionamiento de la Policía Federal. Este tema lo he hablado con el jefe de la Ciudad de Buenos Aires para ordenarlo. Tengo la tranquilidad de que nadie puede mostrarse sorprendido por esta decisión».
«Estamos aquí para resolver el problema que empezamos a resolver el viernes pasado. El gasto per cápita de la CABA es de 17 mil pesos per cápita y en la provincia es de 6.700 pesos. Si mira los cargos en seguridad cada 100 mil habitantes, la Ciudad tiene 1063 y la provincia 563. El salario inicial es de 49 mil pesos en CABA y en la provincia 37.500», afirmó el Presidente.
“Tenemos que buscar los recursos en una situación fiscal complicada. Porque no solo recibimos una economía complicada en diciembre, sino que todo se hizo más complejo con la pandemia. Estamos derivando muchos recursos del Estado a los sectores más desprotegidos”, afirmó el Jefe de Estado, con la intención de explicar el motivo por el que decidió sacarle un punto de coparticipación al territorio que actualmente gobierna Horacio Rodríguez Larreta.
La medida adoptada por el Presidente para resolver el aumento salarial de AMBA dejó en el aire varias interpretaciones, entre las que destacan desde la preocupación por las presuntas limitantes de caja que habrían llevado a tomar una medida tan atípica de restarle a uno para compensar a otro territorio, hasta la idea que se trató de una represalia contra el bastión opositor de CABA que conduce Larreta, presumiendo que las protestas tendrían algún agite político a disciplinar.
*AF, LPO, I, NA