27 octubre, 2020
Por Inés Johansen
Lejos quedaron los tiempos en los que Marcos Galperin, CEO de Mercado Libre comandaba los destinos de la empresa desde la zona norte del Gran Buenos Aires, dentro de una atmósfera cálida y amigable. Se había convertido en un rockstar: su nombre se hizo más popular y dejó de pasar desapercibido. Un verdadero profeta en su tierra. Sin embargo, todo cambió hace un año.
El fundador de la empresa latinoamericana más valiosa se mostró muy cercano a Mauricio Macri y Cambiemos. Hasta dejó su residencia en Uruguay, donde vivió durante gran parte de la era kirchnerista, como muestra de apoyo al anterior gobierno.
Así, no pudo evitar quedar preso de la grieta. Durante el el macrismo surgieron algunos rumores que sugerían que la amistad entre ambos le trajo a Galperín algunos beneficios concretos.
Entre ellos, la posibilidad de acceder a información clasificada que le permitió desprenderse de títulos por $1.300 millones, antes del «recálculo» del pago de Letras del Tesoro y le valió la denuncia del fiscal Marijuán por presunta defraudación contra la administración pública.
Entre Galperin y Macri hubo cierta simbiosis. El CEO no disimuló su apoyo al expresidente quien, a su vez, postulaba al dueño del unicornio como modelo del nuevo empresariado argentino. Sin embargo, con la llegada de Alberto Fernández a la Rosada, comenzó su salida silenciosa.
Días después de las elecciones de 2019, Galperin se reunió con el nuevo presidente. Más allá de se mostraron cordiales en el encuentro, el CEO no lo dudó y volvió a fijar domicilio en su mansión montevideana.
La decisión ya estaba tomada. El empresario había experimentado ciertos roces con el peronismo que habían decantado su regreso a tierras charrúas:
.Cruces con el titular de La Bancaria, Sergio Palazzo, quien exigía afiliar a los trabajadores de las fintech, además de una mayor regulación a estas plataformas, como Mercado Pago
.Enfrentamientos con el gremio Camioneros, que bloqueó los centros de distribución de Mercado Libre reclamando la representación de los trabajadores de esas instalaciones
.Chicanas con el dirigente social Juan Grabois por los beneficios impositivos de los que gozó Mercado Libre durante el macrismo, las altas comisiones que cobra a sus usuarios y que los beneficiarios pudiesen eventualmente usen su billetera digital para el cobro de planes sociales
Más cerca en el tiempo, Galperin recibió ciertas señales de hostilidad por parte del Gobierno que demostraron qué tan acertados eran sus temores:
.Los cambios del kirchnerismo en la Ley de Economía del Conocimiento, como la reducción del Impuesto a las Ganancias del 60% sólo para las Pymes y estableciendo un 20% a las grandes compañías.
.El flamante lanzamiento de Correo Compra, el ecommerce estatal que busca conectar productores y consumidores, aprovechando la capacidad logística de la empresa postal pública
En el campo político, los conflictos fueron en ascenso. Pero, en términos económicos, ¿cómo le impacta este escenario hostil a la compañía? «Mercado Libre podría cerrar su operación en Argentina sin que el daño sea demasiado grande», advierte a iProUP, Martin Sigwald, líder de Inversiones y Finanzas de Quiena.
Y completa: «Perdería apenas entre un 15% 20% de sus ingresos, pero el 80% -que está representado por otros mercados- seguiría en pie». Mercado Libre ya no es Argentina, es una multinacional con la mayoría de sus ganancias provenientes de Brasil y México», enfatiza Sigwald.
En igual sentido, Martín Kalos, director de EPyCA Consultores, añade: «En los últimos años ha invertido más en el exterior que en Argentina, como parte de su proceso de transnacionalización y regionalización».
«México, Brasil o Chile son mercados más relevantes en la región y con grandes oportunidades. Es lógico que el grueso de las inversiones se concentre en otros países. No es solo una cuestión de poner menos fichas a la operación local, sino de ganar fichas en otro lado», completa.
Según su visión, si bien el unicornio tiene un gran dominio de marketplace y sigue ampliándose a nuevos negocios, como Supermercado Libre, «la crisis generada por la pandemia y el letargo de casi una década en el que se encuentra la economía argentina exigen más tiempo y esfuerzo para crecer».
«Por eso tiene sentido apostar a diversificar al negocio. Tener el pie en otras plazas también ayuda a estabilizar el conjunto de la operación cuando alguno de ellos, en este caso Argentina, entra en crisis», dice.
Brasil pasó a ser fundamental para Mercado Libre. En la pandemia, sumó 2,6 millones de compradores y en su balance del segundo trimestre mostró un crecimiento interanual de sus operaciones del 30%.
Por lo pronto, en San Salvador de Bahía ya funciona su tercer centro de distribución y logística y, en lo que va del año, desembolsó cerca de u$s710 millones. Fernando Yunes, gerente de la firma en ese territorio advierte que tienen planes de incrementar esa cifra en 2021.
El objetivo es reforzar su red de distribución y depender cada vez menos del servicio postal estatal brasileño, que hoy concentra cerca del 50% del total de sus entregas.
Pero va por más: el unicornio mantiene su interés en participar del proceso de privatización del correo público junto con las estadounidenses Federal Express y Amazon, y el ecommerce local Magazine Luiza.
Si bien durante la cuarentena logró llevar a Amazon a un segundo puesto, existe otro rival de peso: la brasileña Magazine Luiza ostenta 1.000 tiendas físicas y nueve centros de distribución. También está le compite en el terreno fintech con MagaluPay, de Magalu Payments. En cambio, en Argentina parece no tener rivales.
Sigwald cita una alegoría de Warren Buffett para graficar la estrategia de Mercado Libre en la región: está cavando una fosa alrededor de su «castillo», que es el ecommerce.
«Así, logra alejar de sus negocios a competidores y mantener cautivos a sus clientes. Integrando más prestaciones vinculadas al servicio inicial, los usuarios cada vez necesitan salir menos de su ecosistema».
Y agrega: «La estrategia pasa por seguir desarrollando el negocio de pagos y reforzar la distribución y la logística para dejar de tercerizar ese servicio».
En medio del panorama desolador generado por la pandemia, tanto a nivel económico como social, las inversiones son para cualquier país una luz al final del camino.
En este escenario, Mercado Libre inauguró su primer centro de distribución en tierras chilenas. De la mano de un desembolso de u$s100 millones y la promesa de generar 5.000 puestos de trabajo, planea a fin de año hacerse cargo de la entrega de la mercadería que se vende a través de su plataforma mediante la contratación de transportistas.
En agosto, el ecommerce recibió casi 100 millones de visitas (crecimiento del 120%), vendió seis veces más e incrementó 250% la cantidad de nuevos compradores en relación a igual período de 2019. Uno de cada cinco chilenos compra actualmente a través de Mercado Libre.
Pedro Huichalaf, abogado especializado en TIC y ex subsecretario de Telecomunicaciones de Chile, afirma a iProUP que, la nación trasandina le ofrece algo que escasea en Argentina: reglas de juego más claras y un clima político amigable para promover negocios.
Además, las empresas internacionales ven un grado de desarrollo de infraestructura importante y buena conectividad para el desarrollo de proyectos de innovación.
Según el experto, Chile dio un salto tecnológico muy grande e impulsó, entre otras cosas, el desarrollo del gobierno electrónico y la digitalización de trámites. A eso se suma la licitación del 5G que está en curso y permitirá más dispositivos conectados.
«Hubo una evolución de las formas de pago, mucha experiencia de los usuarios y una mayor predisposición a hacer transacciones y compras digitales, con más confianza», señala Huichalaf.
Y añade: «Por otro lado, hay oferta de plataformas como Falabella, cuya venta online representa casi el mismo porcentaje que las presenciales, Ripley y hasta Amazon que están proyectando entrar al país».
En ese sentido, el experto resalta que Mercado libre es un actor muy relevante, está bien posicionado, «gestiona mejor la distribución y es una plataforma más abierta».
«Una de las críticas que se les hace a las empresas nacionales es que no incorporaron la tecnología por innovación, sino como reacción. Apostaron a canales digitales de forma tímida un principio, a diferencia de Mercado Libre cuyo fuerte es precisamente lo digital», asegura.
Así, la compañía de Galperín realizó importantes desembolsos en efectivo en países vecinos, mientras que en Argentina colocó deuda por $1.000 millones para financiar sus operaciones de Mercado Pago. Es decir, apenas u$s12 millones (a la cotización oficial) para su tierra natal que hoy está lejos del centro de prioridades del unicornio argentino que prefirió la silenciosa retirada.
*iP
