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18 julio, 2020

MIENTRAS CIERRAN COMERCIOS EN MASA, EN TRELEW Y RAWSON PIENSAN EN NUEVOS INVERSORES A LOS QUE NO LE COBRARÁN IMPUESTOS. ¿PORQUÉ NO AUXILIAN LO QUE HAY? SE SABE, PERO NO SE DICE. TRELEW SIN MAR, PERO CON AUGE DEL PESCADO ´LAVADO´. EL EMPRESARIO ESTRELLA QUE CRECE CUANDO TODOS SE FUNDEN, Y LA ASOCIACIÓN ESTATAL NECESARIA

La peste de la conveniencia que amaga con llevarnos puestos

Por Juana de Arco

“Las cosas como vienen, convienen…para aquellos que saben hacer lo que conviene, cuando las cosas vienen…”, dice Odín Dupeyron, experto en escenas de arte personalísimas.

El arte es un leguaje, pero no cualquiera, sino uno combativo. Por inocuo que parezca, nunca te deja ileso. En la profundidad de tu ser, algo te dice, aún contra tu voluntad interpretativa. Y esa es su fortaleza guerrera: emite y cambia cosas a fuerza de ser.

¿Porque un gato defecando puede ser una solución enterratoria para un grupo de ratones? Y en todo caso, porque no estampar esa lógica cotidiana: ¿si viene, porque no aprovechar lo que ‘con-viene´..?

El dibujante austriaco Gerhard Haderer lleva ya décadas creando ilustraciones satíricas como esta, resaltando por qué la sociedad actual está tan lejos de ser perfecta, y se podría agregar, y ‘porqué’ tenemos la dirigencia política que tenemos por eso del vínculo que arrastran las subjetividades.

Hubo uno que le pegó en el palo y vinculó sin anestesia arte y política. En 1936 Walter Benjamin destacó los cambios esenciales producidos en el arte desde los inicios del siglo XX, debido a la introducción de las técnicas de reproducción, y por consiguiente las posibilidades de ´manipulación de la imagen´. Un tema que desestima la unicidad de la obra de arte y su autenticidad, pero sobre todo invalida al mismo tiempo, la individualidad del momento creativo.

Algo así pasa con la depreciada política chubutana. Copia, pega, involucra y argamasa enredos e imágenes que están lejos de ser reales. Después te las compacta en anuncios pintados a brocha gruesa, y con ello enmarca una realidad inexacta pero que indefectiblemente condiciona la espera en la que entramos los ratones.

 

Surrealismo político

 

En la semana hubo un sinnúmero de ´cuadritos´ de ese estilo surrealista, pero uno que destacó por alevosía. En él, los intendentes de Trelew y Rawson, Adrián Maderna y Damián Biss por ejemplo hicieron una reunión multisectorial teóricamente para la ´reconversión´ del Parque Industrial. E incluso elevaron un proyecto de ordenanza al Concejo Deliberante de Trelew para dar “beneficios a nuevos inversores en industria”.

Todos ´buenos deseos´, en medio de una pandemia donde el mundo no mueve para ningún lado, menos para una provincia que está al borde del precipicio del default, y para ciudades cuyas proyecciones y planificaciones brillan por su ausencia.

Mientras la ciudadanía insultaba en colores esta misma semana por las redes y las radios, debido a todos los temas sencillos pero irresueltos que les complican la vida debido a la burocracia inoperante, los alcaldes actuaban -en un acto sempiterno- tentando ´de palabra´ a posibles inversores imaginarios a beneficiarse con rebajas tributarias básicas, como si se tratara de invitarlos a arribar a un cantón suizo.

De hecho participaron al coordinador de Rentas de la Municipalidad, Cristian Rodríguez, para que explicara los ´favores impositivos´ pensados para el área industrial y productiva. Por supuesto anticipando eximición de Habilitación Comercial por dos años incluyendo “Impuesto Inmobiliario, Tasas por Inspección, Seguridad e Higiene y hasta Patente Automotor de acuerdo a la cantidad de empleados que tenga la empresa”.

Ese cuadro descontextuado de la realidad que posiblemente no sea más que un anticipo de la avanzada de algunos vivillos que se expandirán en el marco de la cuarentena, fue casi una burla para el resto de las industrias y comercios que hoy sobreviven en esas comunidades.

 

El pueblo con la ñata contra el vidrio

 

¿Porqué Maderna y Biss no rebajan impuestos a los actuales comercios e industrias que se la ven en figurillas para sostener la continuidad laboral en el marco de la pandemia?, es la pregunta del millón. Por el contrario, la presión tributaria no ha disminuido pese a haber cerrado las persianas más de 70 comercios en la Ciudad del Pastor. Tampoco hay contemplaciones para el estacionamiento medido aunque sea para aliviar a empleados municipales y provinciales que sufren la postergación salarial conocida. O algún tipo de beneficios impositivos que alcance al personal de salud, clínicas o servicios médicos, que realmente vienen poniendo el hombro y requieren más que aplausos.

Sencillamente porque hay una deformación de las prioridades, un ninguneo por lo existente y un apuro surrealista por los negocios posibles que puedan ser la panacea del devenir (aunque sea para algunos).
Para los miradores finos, evidentemente ya debe haber ´nuevos inversores´ y seguramente conocidos por el ´proyecto a medida´ que se apuró de tal manera, y que entrará esta semana próxima para que los concejales “participen y vean qué podemos hacer. Una vez que acompañen sería aplicable en forma inmediata”, afirmaron.

 

¿Curro en puerta?

 

Todo indica que la discrecionalidad con la que se decide beneficiar nuevos proyectos es evidente que acarreará un reclamo efectivos de parte de las cámaras empresarias por la discriminación explícita para con lo existente.

Ni hablar si la oposición escarba un poquito y reflexiona que el manejo de los ingresos públicos es un tema muy sensible que debería contar con un consenso por lo menos ampliado, porque en todo caso las eximiciones de impuesto que se hagan a favor de los ´nuevos inversores´, las terminará pagando o subsidiando toda la comunidad.

Justamente en un momento donde hay que afrontar “todos los servicios esenciales con recaudación tributaria propia”, tal como lo reconoció el funcionario de Hacienda.

¿Porqué estos intendentes están dispuestos a resignar recaudación?, y “por lo menos por un año. Luego se verá cada caso en particular”, como explicaron, es una gran incógnita.

Para más la comunicación hasta sonó capciosa ya que arrancó con la industria y terminó con una letra chica diferente: “el proyecto de ordenanza es para cualquier proyecto productivo en la ciudad, aunque no sea en el Parque (sic)”, por lo que abre la puerta a beneficiar a cualquier cosa.

Ya anunciaron por ejemplo la ´inauguración´ de la ´amplación´ de la fábrica de cajones de pescado. O sea…

 

Trelew no tiene mar, pero tiene ´pescados´

 

Una rareza que surgió a la par de todo esto días antes, es el entusiasmo valletano en abrir el juego a la pesca.

Bienvenido sea todo si genera trabajo y suma empresariado probo, se podría decir. El problema es que en general son historias que se repiten como tragedia, por la estafa pública que representan.

Hace exactamente diez días, el primer acto que acortó todo distanciamiento e involucró a políticos de Provincia, de Rawson y de Trelew, fue la inauguración de una procesadora de desechos de langostinos en el parque industrial de Trelew.

No hubo mucha previa anticipatoria. Una mañana de martes 7 del mes 7 nos levantamos y los anuncios rodaron por todo el sistema de comunicación pública y medios afines con bombos y platillos. Se había inaugurado una planta de biotecnología que dicen que procesa lo que antes eran deshechos de langostinos y podredumbre, que constituían un pasivo ambiental insalvable, ahora produciendo aceites, proteínas y otros productos.

¿Y quien fue el ´protagonista´ de tamaño emprendimiento cargado de bondades? El vecino Martín Castillo. Un empresario conocido por su firma Industrias Bass, procesado por coimas aunque luego sobreseído en el desparramo de perdones y probation dispuestas en forma express, al que se lo vincularía en las tertulias sabatinas a gran parte de los peso pesado de los negocios financieros y de lavado del Valle.

“Amiguito” de todo aquel que requiera servicios Bass y más exitoso que Bill Gates, si se considera que arrancó laburando en un garaje con su padre y en pocos años pasó a ser dueño de gran parte del desmantelado parque industrial de Trelew, el gran lavadero futurista (y no de lana) dicen los sabuesos.

Algunas malas lenguas lo ligaron alguna vez a exdiputados por temas pesqueros y sobre todo de obras públicas.

Elsa, que si fuera una dama sería un caso emblemático de abuso en masa, es tal vez la insignia de la historia de Industrias Bass. Cuando el puente de Elsa en Rawson se proyectó, la Nación mandó más de 16 millones de pesos que fue lo que cotizaron la obra.

Pero la Municipalidad comandada por Rossana Artero como intendenta, Alfredo Di Fillipo como secretario de Gobierno y su pareja como secretaria de Hacienda, decidieron poner ese dinero en plazo fijo a muy buenas tasas y demorar la obra casi tres años. Cuando se decidió concretarla, cotizó $90 millones, y además requirió auxilio de dinero de provincia, o sea de todos. La obrita fue un verdadero ´puente de plata´ entre un sector rawsense y el dasnevismo. El ejecutor de eso fue Martín Castillo.

Secreto en el mar

 

Bueno, que el hombre es hábil para que lo financien no hay duda. Su fama de prolijo y de buen repartidor de sonrisas y amabilidades lo precede. Y en este caso no fue distinto.

Para esta nueva procesadora que abrió en plena crisis económica global y no se conoce mucho el mercado, consiguió que el Banco del Chubut lo asista financieramente nada menos que con un millón y medio de dólares ($1.5000.000).

Sí, como lo escucha y en medio de la tremenda emergencia en la que está sumida la industria y la población en general, para quienes si solicitan un financiamiento mínimo, es probable que le pidan hasta el ADN de los bisabuelos. ( www.ambito.com/nacional/chubut/el-banco-del-financio-us15-millones-la-inauguracion-un-megaplanta-procesadora-trelew-n5115903 )

Bueno, alguien podría inferir que con la necesidad de trabajo que hay se justificó la ayudita estatal. Y…. eso depende…porque generó 30 puestos de trabajo (o sea el 10% de los asesores que posee el gobernador).

Y saben además cómo se llama la empresa? «Patagonian Sea Secret». Casi una remeke de “Secreto en la montaña”, pero esta vez «Secreto del mar». Sugestivo, no?

En su discurso, las palabras de Arcioni sonaron como candonga en los oídos diestros, y como apostasía en los crédulos. Destacó que “pudimos recorrer la planta y ver la inversión realizada. Es un claro ejemplo de lo que necesitamos los argentinos y los chubutenses, en época de pandemia debe ser la única industria pesquera que se inaugura en el país y eso demuestra lo que significa ser chubutense”. En fin…que quiere que le diga…a esperar que el gato tenga retorcijón de panza un día más, y a jodernos por ratones.

 

Soy Juana de Arco, …y ceniza de tantos