18 febrero, 2022
Por Juana de Arco*
Que conste que el tema no lo saco yo sino los interesados de turno… así lo expone por lo menos la crónica fría del postchubutazo. Esta semana por ejemplo, el ministro de Hidrocarburos (y Minería) Martín Cerdá fue tajante, aunque escueto: ‘el desarrollo minero quedará para la gestiones venideras’. Fue como el punto final a una frase que comenzó días antes en boca del propio gobernador al afirmar que «la megaminería no está bajo análisis», aclarando que es un tema que «No está terminado pero no se va a dar la discusión hoy». (Ver https://radiocut.fm/audiocut/megamineria-hoy-no-esta-bajo-analisis-aseguro-arcioni/)
Galimatías que no afirma ni niega, pero deja claro que a menos que el escribano esté dispuesto a recibirse de bombero en los dos años que quedan y dedicarse a seguir apagando incendios, o por lo menos intentándolo, y perdiendo bienes del estado por los que después podría tener que responder, no se hablará más del tema por lo menos en esta gestión.
Es que muchas alternativas parece que no quedan. Sin banca política ni consensos, y con la muestra de lo sucedido hace menos de dos meses en Rawson en el triste Diciembre 2021, las salidas a una Consulta Popular sería otro suicido político en masa, que es lo que se trataría de frenar ante la avanzada de las asambleas y la junta de firmas veraniegas.
Porque, como si fuera poco, el Plebiscito que había anunciado el Gobierno ni bien se dió marcha atrás con la Zonificación como salida institucional a la secreción nasal, fue descartado inmediatamente porque esa figura ni siquiera está contemplada en la Constitución Provincial. (Ver https://chubutline.com/el-plebiscito-de-arcioni-un-reflejo-de-las-improvisaciones-de-su-gobierno/)
A la par, desde Nación el ministro de la Producción, Matías Kulfas salió varias veces a tirarle a la Provincia el fardo por el «Chubutazo» y por empantanar otras avanzadas nacionales, incluso la de la explotación offshore en las costas marplatenses, afirmando que la sociedad chubutana que resiste el extractivismo «no tiene base científica» para oponerse (Ver https://www.eqsnotas.com/actualidad/kulfas-hablo-de-mineria-y-dijo-que-en-chubut–hay-un-activismo-sin-base-cientifica-_a61ebf80c6d3f142535d7b769) .
Decir eso fue como ‘sacarle el banquito’ hasta al Cenpat, cuyos principales referentes han presentado sobrados informes sobre las inconveniencias que veían en la explotación minera provincial en un territorio con discapacidad manifiesta de controlar al sector privado, sobre todo tratándose de recursos naturales de difícil medición, contaminación ambiental potencial (aire, agua, tierra, etc) y ni hablar de la penosa y preocupante mala administración de los recursos hídricos que hoy nos impacta más que nunca, y que podrían resultar afectados por escurrimientos.
Toda esta reactivación temática y apertura de bocas poco oportunas referidas a la minería en pleno verano caliente post-Chubutazo, no es casual. Es que las Asambleas antimineras definitivamente le ganaron la iniciativa a la dirigencia playera, y están apurando para cuando reactive la Legislatura la presentación de un proyecto de tercera Iniciativa Popular, que tras el desastre que quedó con las marchas y contramarchas con el tema, pondría verdaderamente en jaque la agenda de los diputados una vez más. (Ver https://radiocut.fm/audiocut/lobby-minero-se-llamo-a-silencio-pero-seguramente-saldran-a-demonizar-ip/ )
Esta nueva Iniciativa Popular -si guarda mínima razonabilidad con los enunciados y no boicotea con exageraciones su abordaje-, puede ser todo un buscapié político que erosione las aspiraciones de más de uno, porque buscará poner punto final a la escalada extractiva.
¿Podrán dejar de tratarla los diputados como lo hicieron anteriormente? ¿Se animarán a negarle otra vez ese derecho a los que antes argumentaban que ‘eran un puñado de gatos’, pero luego resultó una verdadera masa crítica indiscutible que dominó las calles, hizo derogar una Ley ya promulgada y dejó cenizas de la gestión? Los interrogantes son muchos, tantos como posiciones de bloques y de individualidades, cuya mayoría pretende sostener caras y honorabilidad con vista a postulaciones inmediatas.
Muchos de los diputados buscarán por ejemplo repetir mandato en breve, otros apuntan más alto, incluso a promoverse en intendencias y porque no, hasta la gobernación en 2023. Quienes rechacen el tratamiento de la IP podrían quedar otra vez en medio del charco de la impopularidad domiciliaria, mientras que si la tratan, habilitarían el estado parlamentario que cimentaría la 5.001 para siempre, descartando por buen tiempo cualquier negocio extractivo y los beneficios posibles. Todo esto será parte de la nueva discusión en recinto en un año donde no queda mucho para repartir -temáticamente hablando- más que promesas y amagues, con el agravante de las zancadillas electorales interpares que estarán a la orden del día.
Como si fuera poco se acerca el emblemático acto de apertura de sesiones ordinarias los primeros días de marzo, donde en general la tribuna se presta para que el Ejecutivo haga un paneo de gestión y puntee los temas que pretende empujar en el año iniciado que requeriría consensos y acuerdos parlamentarios. Casi como una mesa de ravioles de domingo, donde el paterfamilias hace como si nada y baja su propia línea a los atragantados parientes, una vez al año aunque sea. ¿Qué podrá decir el Ejecutivo del fiasco que desbancó y quemó la nave literalmente del poder de turno? Difícil pensarlo desde la sombrilla de este febrero…
Tan interesante y complejo es el tema minero que bien entendido podría ser el catalizador para dar con la ‘pureza política’ que una gran parte de la vecindad chubutense ansía más que el oro, la plata o el agua.
Un catalizador aumenta una reacción química y transforma, aunque sea por ‘envenenamiento’ de una sustancia para convertirla en otra. Ojo, no se trata de apelar al viejo cafecito romano que depuraba la política sin anestesia ni miramientos, ni es una alusión al cianuro ni al jabonoso xantato (que es lo que usaría Navidad), sino que se trata de la ‘mancha venenosa’ que el tema en sí representa para la dirigencia provincial a partir del ‘Chubutazo’, y que podría reducir al máximo los jugadores políticos con vista a 2023.
Porque quiérase o no, aquel que pretenda postularse deberá comparacer ante temas inconclusos como este, por acción u omisión. ¿Podrá Luque sostener la parada electoral con su posicionamiento ambigüo: petróleo si, minería ni? ¿Podrá Ricardo Sastre remontar la aprobación legislativa y su escaso accionar ni a favor ni en contra pero con archivo fresco? ¿Podrá Cambiemos volver de las contradicciones de accionar nacional y votación provincial? ¿Será que este tipo de temas devolverán la exigencia de blanquear al electorado un poco más las plataformas y los compromisos que asumen los candidatos que se postulan? No estaría mal alguna especie de ‘juramento electoral’ ´contrato de reencarnación’ o alguna otra figura, para no encontrarse con tanto librepensador y sorpresitas de gestión, después de todo.
En todo este merengue que dejó campo arrasado en la sociedad y sobre todo en la política chubutana (y por primera vez no fue por arte del peronismo solamente), está dicho que nada es definitivo. Y lo que es más grave, mucho de lo que creemos real a veces solo es parte de un plan premeditado para recobrar fuerzas, una verdadera mise-en-scène.
Es lo que muchos creen que pasó con la afiebrada avanzada prominera en Chubut: a sabiendas que iba a salir mal, o no tan bien, era un paso necesario para sostener ganancias financieras, que es en realidad donde está el verdadero negocio de la mayoría de las multinacionales. Si alguien se toma el trabajo de revisar las cotizaciones de la minera desde que se comenzó a barajar la alternativa de una zonificación los últimos meses de 2021, hasta que se la aprobó por unos cinco días, se podrá corroborar que las acciones en la bolsa fueron pegando brincos tremendos con ganancias concretas. Basta comprobar que la aprobación por unas 120 horas le aportó unos $347 millones de dólares de ganancias en la Bolsa, algo que bien le devuelve la paciencia a cualquiera para esperar unos años más hasta que se vuelva a reflotar el tema. (Ver https://chubutline.com/todos-contentos-arcioni-obedece-al-pueblo-y-deroga-la-ley-y-la-minera-gana-347-millones-de-dolares-en-un-dia-2/)
A la par, la minera oficializó el ida y vuelta en Canadá con un comunicado oficial escueto: «Pan American Silver informa que, el 20 de diciembre de 2021 , el Ejecutivo de la Provincia de Chubut en Argentina emitió un decreto a la legislatura para derogar el proyecto de ley aprobado el 15 de diciembre de 2021 que habría modificado la ley minera provincial para permitir la minería a cielo abierto en ciertas zonas en los departamentos de Gastre y Telsen. Pan American Silver posee el 100% del gran proyecto de plata Navidad, que se ubica en la parte norte central de la provincia. Pan American Silver cree que la actividad minera debidamente permitida y regulada con prácticas mineras sostenibles, tanto ambientales como sociales, podría beneficiar a la gente de Chubut», reflexionó para cerrar la data dura. Todo para luego pasar a los ‘bifes’ que tiene que ver con el interés de los inversores, advirtiéndoles ‘contra la confianza indebida en declaraciones o información prospectivas’ asumiendo muchos de los cálculos propios que se habían realizado sobre el desarrollo posible de la mina, cotizaciones, pérdidas, etc como ‘prospecciones’. Un tema que amerita un verdadero master aparte de cómo decir todo para atajarse posibles demandas de incumplimientos que vale la pena analizar para quienes tengan tiempo, ganas y estómago. (Ver https://chubutline.com/que-dijo-la-miner-luego-del-chubutazo/ y https://www.panamericansilver.com/es/news/news-releases/detail/180/2021-12-21-pan-american-silver-provides-update-on-the-modification-of-the-mining-law-in-chubut-argentina )
Algo que también expone que nunca está dicha la ultima palabra para el capital interacional, donde no existe la ‘muerte’ de ningún proyecto que esté en el aire (y menos en la bolsa).
Así como la psicología explica que en los casos de secretos familiares y tabues, los temas que no se tratan, no se pueden integrar, y en consecuencia no se logra asimilar la experiencia y mucho menos superarla; del mismo modo en las psicología social lo que se niega políticamente, emerge como un iceberg que se termina llevando puesto el barco de la popularidad, más tarde o más temprano.
Quién podría reflotar el tema extractivo en Chubut, no está claro por ahora. Como tampoco está claro que piensa cada referente, la mayoría llamados a silencio sobre el tema, hasta convertirlo casi en tabú. Ni sobre minería, ni sobre el plan productivo provincial para los próximos años. Porque no decir es por supuesto un modo de dejar abierta una puerta a todas las posibilidades, sin tener que cambiar luego de posicionamiento con alevosía. El gran drama es que esa indefinición también deja campo abierto a cualquier cosa, y también a la aridez de la nada misma que se traduce en sequía económica y financiera en tiempos donde la planificación también cotiza en bolsa.
Un vacío peligroso en términos de soberanía de recursos y posibilidades. Porque al final, las ‘joyas de la abuela’ que tanto se atesoran y no se discuten para no envenenar los ravioles del domingo, si no estamos atentos pueden terminar empeñadas por algún ‘hijo político’ o entenado, de esos que Todos tenemos. Porque está claro que gran parte de la definición chubutana irá atada al destino criollo en general, al sainete con el FMI en particular y al partido que gobierne en el próximo turno de manera excluyente, con o sin empresa estatal minera en medio.
Como decía en El Lapidario de Alfonso X, el médico real y destacado astrónomo Yehuda ben Moshe ha-Kohen, no hay que perder de vista que los minerales son de carácter talismánico, ya que las piedras obtienen influencia de la luz de los astros, y debido a esto la piedra obtiene influencia sobre los hombres… Por eso, no olvidemos que Argentina, como su nombre en latín lo indica significa “Argentum”, que significa «plata». Toda una señal, no?
*Soy Juana de Arco, amiga del ‘Mosca’ y ceniza de tantos…