3 noviembre, 2024
La góndola reciclada mide cuatro metros de ancho, diez de largo y tres de alto. Cuenta con paneles solares, bomba de calor y un calentador de agua solar. Por qué ya se habla de “cementerio de palas de aerogeneradores”.
Qué hacer con los residuos que generan las energías renovables a medida que avanza su desarrollo es un problema muy actual, ya que de manera inminente esos desechos pueden crecer a pasos acelerados. La posibilidad de reutilizar elementos aparece, como en muchos otros casos, como la mejor opción para mitigar ese impacto.
En ese contexto, en Holanda un estudio de diseño transformó la góndola de un aerogenerador eólico desactivada en una pequeña y funcional vivienda ecológica.
La iniciativa, impulsada por la empresa What if Lab, conectó a de la energética Vattenfall con cuatro estudios para que distintos equipos de trabajo exploraran nuevas formas de reutilizar aerogeneradores al final de su vida útil, evitando que se conviertan en residuos, un problema que empieza a crecer a partir de que muchos equipos eólicos ya tienen una avanzada edad.
El proyecto de una mini casa elológica, que combina funcionalidad y estética, captura la esencia del diseño minimalista nórdico.
Durante 20 años, la góndola reciclada formó parte de una turbina V80 de 2 MW en Austria, antes de llegar al final de su ciclo de vida.
Existen al menos 10.000 góndolas de esta generación alrededor del mundo. La mayoría aún no han sido desmanteladas, lo cual presenta tanto un desafío como una oportunidad, como la que abrió el desarrollo de este prototipo.
A pesar de su exterior industrial, el interior de la pieza fue rediseñado para ofrecer una atmósfera acogedora, con una cocina, baño y sala de estar, complementados con tecnología sostenible: paneles solares, bomba de calor y un calentador de agua solar.
Con esta iniciativa, se busca demostrar que incluso una góndola de aerogenerador, generalmente menos reciclable que componentes como el metal o el hormigón, puede tener una segunda vida útil, apostando por la economía circular y la innovación en el reciclaje.
Además de dar nueva vida a los materiales, el objetivo del proyecto era evitar técnicas de reciclaje intensivas en energía y emisiones, como el derretimiento del acero para reutilizarlo.
Thomas Hjort, director de innovación en Vattenfall, explicó: «Buscamos formas innovadoras de reutilizar los materiales de las turbinas usadas de la forma más completa posible. Es decir, hacer algo nuevo a partir de ellos con el menor número posible de modificaciones».
Segón explicó, esa concepción «ahorra materias primas, reduce el consumo de energía y permite que estos materiales tengan una segunda vida útil que dure muchos años».
La pequeña casa, fabricada a partir de la góndola, fue diseñada por el estudio Superuse y ejecutada por Blade-Made y Woodwave, cumpliendo con los códigos de construcción necesarios.
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A pesar de su exterior industrial, el interior ha sido rediseñado para ofrecer una atmósfera acogedora, con cocina, baño y sala de estar, complementados con tecnología sostenible.
Además, el interior fue equipado con muebles de producción sostenible y de segunda mano, como una mesa Circuform hecha con materiales de palas de aerogeneradores recicladas.
«Existen al menos 10.000 góndolas de esta generación alrededor del mundo», comentó Jos de Krieger, socio en Superuse y Blade-Made.
«La mayoría aún no han sido desmanteladas, lo cual presenta tanto una oportunidad como un desafío para propietarios y empresas de desmantelamiento. Si una estructura tan compleja como una casa es posible, entonces innumerables soluciones más sencillas también son factibles y escalables».
El diseño también se incluyó el uso de aspas de turbinas como dispositivos flotantes para expandir el espacio habitable de ciertas áreas, abriendo un abanico de posibilidades para la reutilización de materiales complejos en soluciones habitacionales.
Las palas de aerogeneradores también están en el ojo de la tormenta cuando se convierten en desperdicios; aunque son inertes y no producen emisiones tóxicas, por lo que su composición las hace seguras para su disposición en vertederos.
Sin embargo, su eliminación representa un significativo desperdicio de recursos, lo que se aleja de los principios de sostenibilidad y economía circular que predominan en el sector eólico.
Por esta razón, organizaciones como WindEurope están promoviendo la prohibición de la disposición en vertederos de palas de aerogeneradores en toda Europa a partir de 2025. Esta medida implicaría que la industria eólica se comprometería a reciclar o recuperar el 100% de las palas fuera de servicio.
El término “cementerio de palas de aerogeneradores” hace referencia a la creciente problemática asociada con la eliminación de las palas que han sido retiradas.
A medida que los aerogeneradores alcanzan el final de su vida útil, sus grandes palas, fabricadas con materiales compuestos, plantean serios desafíos para su desecho.
La combinación de su tamaño y materiales, que a menudo incluyen fibra de vidrio y resina, dificulta su reciclaje, resultando en la acumulación de estas palas en vertederos o en instalaciones de almacenamiento especializadas.
Ante esta situación, el sector está en busca activa de soluciones sostenibles, que incluyen el desarrollo de nuevas tecnologías de reciclaje y la exploración de aplicaciones alternativas para estos materiales. Abordar el problema del cementerio de palas es esencial para mejorar el impacto ambiental de la energía eólica y asegurar la sostenibilidad del sector a largo plazo.