20 octubre, 2022
Durante 60 años la crisis de los misiles cubanos recordó lo cerca que estuvo el mundo de una guerra nuclear y cómo un liderazgo hábil logró evitarla, pero ahora que la amenaza ha vuelto, los expertos ignoran cómo acabar con ella.
El presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió sin rodeos a principios de octubre que el mundo corría el riesgo de una destrucción nuclear por primera vez desde 1962, y dijo que su homólogo ruso, Vladimir Putin, «no bromea» sobre el uso de armas ultradestructivas, dado que su ejército está «considerablemente por debajo del rendimiento» en su invasión de Ucrania.
Biden aseguró que está buscando «salidas» para Putin, pero no hay señales de que este último tenga prisa por tomar alguna.
«Creo que esta situación, más que cualquier otra desde 1962, podría escalar al uso de armas nucleares», afirma George Perkovich, del centro de estudios Carnegie Endowment for International Peace.
«Llevo trabajando en este campo durante 40 años y esta es la situación más desafiante porque tienes un Estado con armas nucleares, Rusia, cuyo líder ha definido una situación como existencial».
A diferencia de 1962, el mundo ahora se enfrenta a una serie de focos de tensión nucleares: indicios de que Corea del Norte se prepara para otra prueba atómica, persistencia de las tensiones entre India y Pakistán, ambos con armas nucleares, y aumento de las actividades atómicas en Irán desde que Estados Unidos se salió de un acuerdo multinacional.
Pero Ucrania plantea peligros únicos ya que el conflicto enfrenta a las dos potencias nucleares más grandes del mundo.
Qué pasó hace 60 años y como el mundo sorteó una amenaza masiva, explicado a través de una compilación de BBCNM:
*BBCNM/EC