5 agosto, 2021
La venta del petróleo Medanito (el crudo liviano local) al mercado internacional surgió como una alternativa para sortear la impensada crisis que causó la pandemia del coronavirus. Sin embargo, a medida que pasaron los meses los envíos al exterior de este tipo de crudo aumentaron y con el tiempo también su valor y en algunos casos se logró colocarlo hasta 10 dólares más caro que en el mercado nacional.
El precio del petróleo en el país se paga entre 53 y 56 dólares a pesar de que el precio de referencia Brent está por encima de los 73 dólares. Está disparidad se explica porque si existiese una igualdad del valor local con el de exportación, el precio de la nafta debería aumentar sustancialmente más de lo que ya lo hizo entre 2020 y 2021.
Durante los primeros meses de pandemia la demanda de petróleo a nivel internacional estaba deprimida y no solo no había problemas de abastecimiento, sino que había un importante excedente de crudo a nivel mundial. En este escenario es que las petroleras locales salieron a buscar clientes para su desconocida producción de petróleo liviano.
Para tener un contexto, hubo empresas que vendieron cargamentos de crudo a 9,60 dólares por barril, claramente fueron a pérdida, pero permitió liberar almacenamiento y mover algo de dinero en un momento crítico. El precio de por sí era malo en todo el mundo, pero la producción local además tenía que demostrar su calidad.
Hoy el escenario es totalmente diferente, no solo la cantidad de barriles de Vaca Muerta con salida al mercado internacional se incrementó sino que el precio también repuntó.
Según datos que publicó este medio en la edición del suplemento de Energía On del sábado 31 de julio, el precio del Medanito llegó a pagarse cerca de los 70 dólares por barril. El valor no solo es mucho más alto con respecto a los 53 dólares que se paga a nivel local, sino que, incluso con el pago de retenciones del 8% más el costo del flete, las petroleras se quedan con una ganancia extra de casi 10 dólares por cada barril que logran colocar en el mercado intencional.
Según datos de la provincia de Neuquén, se exportaron un poco más de 2,5 millones de barriles en 5 meses entre enero y junio, entre los cuales la mayoría de los barriles fueron de shale. Además, durante agosto está acordado que se exporten casi 1,5 millones de barriles de crudo Medanito producidos en Vaca Muerta.
El interés de las empresas productoras de Vaca Muerta en continuar con las exportaciones de petróleo es altísimo. Es por esto que esperan con preocupación la ley de promoción de inversiones petroleras para ver qué beneficios ofrecerá el gobierno nacional para incrementar su producción y cuánto de ese incremental podrían exportar.
La demanda local de petróleo se puede abastecer sin mayores sobresaltos con el nivel de actividad actual en Vaca Muerta y del resto de las cuencas productoras del país. Es decir que no se necesitan más desarrollos masivos, sino que evitando el declino con nuevos pozos es más que suficiente.
Por esto es que el próximo paso para el desarrollo de Vaca Muerta está directamente vinculado con el mercado exportador. Y para elevar las exportaciones es necesario aumentar la producción local y en eso se basa la mayoría de los planes de las petroleras de la formación.
Como ya marcamos, con los precios de mercado actual, las petroleras logran vender producción a 10 dólares por encima del mercado local, incluso pagando regalías, retenciones y fletes. Esto significa que cualquier aumento en las extracciones es una posibilidad para las empresas de generar mayores ingresos, pero también para el Estado que necesita de dólares frescos para cubrir sus ajustadas cuentas.