Escenarios políticos y coyunturas irrespirables

Por Trivia Demir

“El gobierno más difícil es el de uno mismo”, decía Séneca, que algo de tener resistencias políticas supo (gobernó de facto el Imperio romano junto con Burro, y se ganó numerosos enemigos, incluso fue acusado de conjurar contra Nerón y terminó suicidado).

Comparaciones al margen, la segunda semana de julio avanza en Chubut también con más pena que gloria. En un mes donde habrá cero ingresos por regalías, por falta de renegociación de la deuda externa que licúa ese flujo, el escenario que se proyecta es demoledor. Con atrasos salariales y aguinaldos en curso que se pagarán como se pueda, y con poco margen para obtener financiación, el Ejecutivo sobrevuela sin combustible y con un motor menos.

Brazos caídos y resistencias altas

En el medio, la Legislatura sigue dilatando su trabajo y alargando el tratamiento y la aprobación de la reestructuración, principal herramienta que requiere el Ejecutivo para acelerar las negociaciones y tratar de enderezar la nave. Dicen los legisladores que disposición hay, pero…el gremio comanda las imposibilidades.

Por ahora está todo empantanado por la cantidad de temas, resoluciones y proyectos a abordar. Y la retención de servicios que mantendrá Apel. Se acordó que el gremio por ahora sólo va a trabajar dos horas por día, y excepcionalmente las semanas que haya sesión, cuatro horas diarias (los martes, miércoles en que funcionan las comisiones y jueves en sesión). Así las cosas, difícil que se avance mucho si se considera que hay a la espera de tratamiento veintisiete proyectos de Ley, dos decretos y hasta cuatro pedidos de juicio político. Con la abstinencia de discusiones que traen los diputados que sesionaron cuatro veces en seis meses y no lograron ponerse de acuerdo ni en los viáticos, cabe imaginar el delirio que será el abordaje de todos esos temas y la dilación que tendrán para el tratamiento de la reestructuración de la deuda.

En el fondo, los puentes políticos entre el Ejecutivo y el Legislativo están en hilachas. De otro modo se debería haber destrabado mucho más el entrevero con el pago del rango 4 la semana pasada. ¿Fallaron los negociadores? Es probable. Tanto como que habría pocos leales y mucho menos casualidades.

Intentos ´envolventes´

La implosión de parte del Gabinete fue evidencia de ello. La renuncia del fortalecido y virtual jefe de Gabinete, Andrés Meiszner se produjo a los cuarenta y cinco días de asumido. Y habla a las claras del férreo control del mando que el gobernador Mariano Arcioni pretende mantener.

“No me gusta que me envuelvan”, se lo oyó decir en numerosas oportunidades a Arcioni como expresión de la desconfianza que le genera la ´vieja política´ del orejeo de relaciones y gestos.

Meiszner al parecer avanzó demasiado, a destiempo, e inconsultamente en muchas decisiones según concluirían en la mesa chiquitísima que rige en Fontana 50. Donde además se le cuenta las costillas a todo ‘bicho’ que camina en pasillos, porque afirman que sólo el abroquelamiento en el arcionismo puro podrá mantener al gobernador y su gestión a salvo.

El amigo de Aníbal Fernández mostró varios flancos que sembraron dudas. En principio el presumible fluido diálogo con la oposición, y no sólo por temas de interés de gestión habría abierto surcos. Después su tendencia a ´mandarse solo´ con decisiones que iban generando más complicaciones que soluciones a Arcioni.

La investigación preliminar del Ministerio Público Fiscal contra la ministra de Familia fue motivo para que se pensara en su relevo, pero Meiszner anticipó el anuncio y hasta el de su reemplazo generando un verdadero caos interno. Arcioni no dudó en desautorizarlo y el quilmeño entendió el mensaje y se fue a la casa.

Pero antes se había producido sin mucho detalle al propio gobernador la salida de Nicolás Cittadini de Vialidad, y el nombramiento de la joven Cynthia Gélvez en su reemplazo. Y la salida de Carlos Simionatti, del IPV que Meiszner expuso hasta que fue apartado.

En pocos días el exsecretario le erupcionó parte del Gabinete al escribano, que si algo mantiene intacto es su fuerte intuición liceísta para oler los movimientos internos en contramarcha.

La decisión de marcar la cancha llegó justo a tiempo, ya que dicen que Meiszner lo tenía apuntado al ministro de Seguridad, el terrateniente Federico Massoni. Y ese raund probablemente hubiera sido demoledor para el Ejecutivo.

Todo eso sucedió hasta el viernes, cuando regresó Arcioni de Buenos Aires y hasta levantó un poco la voz para anunciar que se tomaría el fin de semana para pensar los recambios y por supuesto analizar grietas de tato forcejeo interno.

Agenda de ‘choque’

Esta semana es probable que haya designaciones, pero también que se suprima algún cargo. Para el comodorense es preferible tardar más en conseguir algunos resultados políticos con un equipo más técnico y mero ejecutor de directivas, que abrir demasiado el juego y terminar ‘infiltrado’.

Hasta anoche no había agenda ni actividades confirmadas, aunque se supo que en Buenos Aires Arcioni mantuvo varias reuniones políticas productivas, y que el fin de semana continuó con reuniones provinciales pero en el más fuerte hermetismo.
Entre las principales certezas oficiales para la semana se sabe que el martes comenzarán a pagarán a todos los agentes de Salud y continuará con atraso, pero pagando a cada rango.

En el medio se trabaja en un proyecto consensuado para que ningún agente del Estado pueda cobrar, durante un período establecido de tiempo, más que el propio Gobernador, para ir marcando un camino de achique del déficit.
Esto ya generó el pronunciamiento de la Asociación de Magistrados, que rechazó de plano la intención considerando la medida como “unilateral y demagógica” y amaga a ser otro frente de discordia intrapoderes.

Con esa jugada política que apunta la energía belicista pública provincial a una batalla de opiniones entre sueldos altos contra sueldos bajos, más la presentación de la Unidad Antinarcóticos que amaga con supervisarle el menudeo y los ejidos urbanos a los municipios, Arcioni tiró la pelota al córner, y recuperó la iniciativa, definiendo de qué se discute una semana más.

Además reconfirmó que no se pueden esperar soluciones mágicas, y en este escabroso camino de tratar de sostener con respirador el territorio, no hay imprescindibles que valga.

El interrogante que aflora a esta altura del partido es si en verdad ¿hay expectativas de respiración no asistida de un estado vivo a futuro, o sólo se trata de sostener un cuerpo parasitado por poco tiempo más, por conveniencias definitorias y mayores?

En fin, como decía Mario Benedetti, “Quiero decir que es más bien imposible vivir en crisis permanente, fabricándose una impresionabilidad que lo sumerge a uno (una especie de baño diario) en pequeñas agonías”. Habrá que ver…