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12 agosto, 2020

Eólica: El BM mira con entusiasmo el potencial offshore de Argentina

El último informe del Banco Mundial sobre energía eólica marina, señala que el potencial técnico de esta tecnología en el planeta es de 15,6 TW (terawatts), que se distribuye en 5,6 TW para aerogeneradores de cimentación fija y 10 TW para turbinas flotantes. En este contexto, se señala a Argentina como uno de los países con mayor potencial de Sudamérica, con posibilidades de desarrollar 1.870 GW de energía eólica offshore, 1.3112 GW con aerogeneradores flotantes y 558 GW de fondo fijo. Esto es, cerca del 15% de su consumo total eléctrico de 2019.

Este potencial técnico, debe ser corregido posteriormente por los requerimientos sociales, económicos y ambientales de cada país. Sin embargo, el informe del Banco Mundial da cuenta de la progresiva importancia de esta fuente renovable, desde que se instalara en Dinamarca el primer parque eólico marino comercial, en 1991.

 

Condiciones inmejorables

 

Según los expertos, la Ley 27.191 plantea un crecimiento escalonado con energías renovables hasta alcanzar el 20% en 2025. Hasta la fecha, se adjudicaron 244 proyectos de energías renovables por un total de 6,5 GW de potencia entre los diferentes programas e iniciativas de gobierno. La cuenta incluye centrales del Programa RenovAr, el Mercado a Término (MATER) y la Resolución 202.

De acuerdo a la regulación actual, el mercado eléctrico renovable debería crecer hasta el 20% del total generado antes de 31/12/2025, para llegar a instalar 7540 MW de capacidad de potencia renovable. Es decir, se espera un incremento de al menos 6789 MW (9 veces la capacidad actual) de potencia a instalar, en un escenario pesimista asumiendo que la matriz total se mantiene contante.

 

Las energías renovables incluyen: energía eólica onshore/offshore, PV solar fotovoltaica, CSP solar concentrada, hidroeléctrica de baja potencia, biomasa, biogás y geotérmica.

La perspectiva es positiva a nivel nacional. Para entender esto hay que considerar que la Argentina tiene grandes extensiones longitudinales con el Rio de la Plata y el Mar Atlántico a partir de la Bahía de Samborombón en la provincia de Buenos Aires.

También hay que observar que el Atlántico tiene una plataforma continental con una pendiente suave respecto a otras costas del mundo esto se debe a la interacción tectónica. Esto permite la disminución de costos necesarios para las bases de las torres de las turbinas; las mismas se fijan al fondo del mar, pueden tener longitudes variables dependiendo de la reacción y componente del suelo submarino. Como alternativa existen las torres de estructura cruzadas de pórtico o “jackets”, que suelen tener menos peso por metro longitudinal, suelen ser mejores para aguas profundas por tener menos deflexión, aunque son más caras y más difíciles de instalar y alinear por tener 3 patas.

Respecto de vientos en la Patagonia, su promedio es de alrededor de 9 m/s, lo que significa que a nivel marino con menores obstrucciones y con vientos prevalecientes del este-sudeste a lo largo del centro y sur del país, se espera una mejor curva de potencia en este tipo de generadores ya que en el mar hay menos obstáculos que reducen la velocidad del viento.

 

Abrirse a nuevas inversiones

 

Por otra parte, la International Energy Agency (IEA), ha proyectado que la industria eólica marina –que hoy cuenta con 29 GW de capacidad instalada, el 80% de ella en Europa–, crecerá 15 veces en las próximas dos décadas; convirtiéndose en un negocio de 1 billón de dólares (Offshore Wind Outlook 2019).

La industria eólica marina está en pleno desarrollo, impulsada principalmente desde Europa, aunque en los últimos años China y Estados Unidos, entre otros países, se han sumado al boom de la explotación del viento marino. Es cierto que se trata de una tecnología no madura, que se encuentra en la fase ascendente de la curva de aprendizaje, pero los avances que se han logrado, especialmente en los últimos años, permiten ser optimistas sobre la pronta competitividad de esta fuente energética.

 

Salto tecnológico

 

En este sentido, el avance tecnológico en los aerogeneradores marinos es excepcional. Mientras el primer parque eólico marino contaba con 11 turbinas que tenían una potencia de 450 kW cada una, hoy el mayor parque eólico offshore tiene una potencia instalada de 659 MW, repartida en 87 turbinas de 8,25 MW. Otros parques cuentan con aerogeneradores de 10 MW, y recientemente una de las más importantes empresas de tecnología eólica offshore presentó un aerogenerador de última generación, con una turbina de 15 MW, que estará disponible comercialmente a partir de 2024.

Asimismo, los parques eólicos marinos pueden funcionar en mares cada vez más profundos y a mayor distancia de la costa. La tecnología actual permite instalar aerogeneradores de fondo fijo a 50 metros de profundidad, y turbinas flotantes a 100 metros, y existen proyectos de aerogeneradores flotantes a 220 metros del fondo marino. De la misma forma, los parques se han alejado hasta 60 kilómetros de la costa, y los nuevos proyectos impulsados en Alemania y Reino Unido están construyéndose a 100 kilómetros mar adentro

 

*WindEurope Report, 2020, RNE