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23 noviembre, 2022

Sigue la novela de la jueza y el preso: la enviaron a jury por ‘mal desempeño’ y podría ser destituída 

El Consejo de la Magistratura resolvió enviar a jury a la magistrada, acusándola de “mal desempeño”. Se trata de la jueza Mariel Suárez que fue filmada “besando” a Mai Bustos, a quien había juzgado por el crimen del policía Tito Roberts.

El Consejo de la Magistratura resolvió por unanimidad elevar a jury el caso de la jueza Mariel Suárez por “mal desempeño”. Las actuaciones serán derivadas al Tribunal de Enjuiciamiento y en la Comisión Acusadora actuarán Manuel Burgueño, Paula Cardozo y Jorge Früchtenich.

Esto se resolvió en una sesión efectuada este martes en Esquel, donde avalaron de forma unánime el informe final del Sumario Nº 145/22, firmado por la consejera Mirta Pacheco.

El caso comenzó luego que se difundieran imágenes del Instituto Penitenciario Provincial donde la magistrada se encontraba junto a Mai Bustos y donde lo “besaba”, según las imágenes. El episodio tomó trascendencia ya que poco tiempo antes, Suárez había juzgado a Bustos por el crimen del policía Tito Roberts mostrando además su pronunciamiento a favor del imputado.

Según la jueza sus visitas a Mai Busto, un contrivertido personaje acusado incluso de haber asesinado a su propio bebé, prófugo por años por esa y otras acusaciones, se trataron en el marco de una labor pedagógica literaria, ya que estaría escribiendo un libro con la historia del detendio.

En la sesión, los consejeros también desestimaron un planteo realizado por la jueza, que afirmó que no dejó de cumplir con sus obligaciones, no dejó vencer términos para dictar sentencias, no realizó actos incompatibles o prohibidos por la Constitución, ni desobedeció órdenes de sus superiores.

La jueza denunció que se violaron sus derechos, se afectó el debido proceso, el derecho a defensa, el derecho de igualdad, se afectó su trabajo y percepción salarial e hizo reserva del caso federal, y pidió la desestimación y archivo de su denuncia, lo cual fue rechazado ahora por el Consejo.

 

Un caso polémico con ribetes novelescos

En abril de este año, la investigación administrativa consideró probado que la magistrada violó varias normas propias de su rol y “puso en jaque” su deber de imparcialidad. En la ciudad petrolera estaba de turno al momento de los encuentros, pero argumentó estar “enferma”.

Luego que el Superior Tribunal de Justicia le enviara al Consejo de la Magistratura las conclusiones del sumario a la jueza de Comodoro Rivadavia Mariel Suárez, se pudo conocer con más detalle lo sucedido.

Su colega Flavia Trincheri, que investigó el caso, consideró probado que la magistrada se encontró dos veces con Cristian “Mai” Bustos en el Instituto Penitenciario Provincial, y que efectivamente ‘se besaron’.

También advirtió que la jueza estaba de turno en la ciudad petrolera y que para eludir presidir una audiencia de control de detención dijo estar enferma cuando en realidad había viajado al Valle.

De acuerdo al sumario el 29 de diciembre de 2021 Suárez exhibió su credencial para ingresar fuera del horario de visitas al penal de ruta 3 para visitar al Bustos, condenado a prisión perpetua un día antes por un Tribunal que ella presidía. El objetivo era entrevistarlo para un libro.

Confirmaron la condena por filicidio a Cristian “Mai” Bustos por la muerte de su hijastro de 9 meses

 

El encuentro se desarrolló de modo “deslucido y desajustado” al cargo de juez. En el recinto había sillas y escritorio pero se sentaron juntos en el piso, muy cerca. “Mientras conversaban, se besaban: él acarició su cabello y la Dra. tomó fotografías tipo selfie de ambos con un celular”.

Al día siguiente se vieron de nuevo. “Ya conociendo el lugar se sentaron en sillas en una ubicación tal que no podía ser tomada por las cámaras”. A Suárez debieron advertirle que se ubique en un lugar a la vista.

Ni la defensora de Bustos, Valeria Ponce, ni el fiscal de la causa, Fidel González, sabían de estos encuentros a solas. Todavía Suárez tiene a su cargo la causa del “Mai”.

Trincheri le imputó violar el artículo 10 inciso B del Reglamento lnterno General: “Observar una conducta decorosa compatible con la dignidad de la función judicial”; el artículo 13 de la Ley de Ética de la función pública: «Deber de conducirse apropiadamente en público” y el artículo 17 del Código de Procedimientos Penal: “Igualdad entre las partes e imparcialidad”.

La sumariante advirtió al Superior que Suárez estuvo dos días en Trelew al mismo tiempo que era jueza de turno en Comodoro. No pidió licencia ni reemplazo. En su ausencia debía celebrarse una audiencia con un detenido pero Suárez “se habría conducido de manera engañosa”: dijo estar enferma y en realidad, a las 8.24 del 30 de diciembre estaba en el Valle para ingresar al IPP “llevando adelante tareas académicas que no justificaban de manera alguna que se alejara de su función”.

El jefe de turno que la recibió el 29 de diciembre contó que Suárez se reunió con el “Mai” en el sector de Aulas.
En las cámaras el oficial vio un saludo “no habitual”: se toman de la cintura, se dan un beso en la mejilla y se sientan en el suelo detrás de un escritorio. Se acercan “demasiado uno al otro, presumiendo que se dan un beso”. Observó abrazos, caricias de pelo y selfies.

Una cabo de la Sección Visitas dijo que la jueza entró con computadora, su celular, caramelos, sanguchitos y un budín. Su jefe de turno le comentó que “estuvieron muy cercanos, parecía que se estaban besando y por tal motivo, los filmó”. Se labró un acta, trascendió a los medios y desde allí comenzó la novela que probablemente culmine con su destitución.