16 agosto, 2020
Se espera un anuncio en las próximas horas. Despejada la negociación en Nación, Kicillof deberá reestructurar deuda por USD 7.148 millones. El viernes venció el plazo para que los bonistas adhieran al canje y fuentes del Ejecutivo explican que tienen plazo hasta este lunes para definir otra prórroga.
Aunque desde el ministerio de Hacienda mantienen total hermetismo sobre los pasos a seguir por el gobierno, en las últimas horas trascendió la posibilidad de que Kicillof modifique la oferta a los acreedores.
Debido a la negativa de los bonistas de aceptar la propuesta, el gobierno ya postergó cinco veces el plazo de adhesión para seguir negociando con los acreedores privados.
En rigor, la estrategia del ministro de Hacienda, Pablo López, fue la de avanzar con una propuesta y luego congelar la negociación postergando los plazos, hasta que la Nación alcanzara un entendimiento por USD 66.300 millones con los bonistas.
El gobierno anunciará sus pasos a seguir en las próximas horas. Y todo indica que habrá una nueva prórroga ya para encarar una negociación «real». Lo que aún no se conoce es si esa nueva prórroga incluirá o no una modificación en la oferta.
Ya a principios de junio, el gobierno de la provincia aceptaba la posibilidad de hacer modificaciones en la propuesta. «Existe cierto margen para introducir cambios a la invitación y a su vez respetar el marco de sostenibilidad elaborado por la provincia», aseguraba el ministro de Hacienda bonaerense en un comunicado oficial en el que se anunciaba una nueva prórroga de los plazos.
La negociación que encarará Kicillof y su equipo no es sencilla. El 84% de la deuda bonaerense está emitida en moneda extranjera y con concentración en el corto plazo. A esto se suma una situación de pandemia que trastocó presupuestos.
La propuesta que presentó del gobierno provincial incluye un período de gracia de tres años, una quita de intereses de 55% y de 7% de capital y una extensión de los plazos de vencimiento, con la mirada puesta en reducir en $ 5.000 millones la carga total de la deuda en el período 2020-2030.
En enero, el gobierno avanzó con una fallida negociación con los acreedores extranjeros por el bono BP21 y evitó el default asumiendo el pago del vencimiento de USD 250 millones con fondos propios propios.
Una versión que corrió en las últimas horas sostiene uno de los problemas que se le presentan a Kicillof al momento de la negociación tiene que ver con que los acreedores entienden que la provincia tiene una mayor capacidad de ahorro de la que dice tener y que por eso presionarán más de lo que lo hicieron con la Nación.
Esta afirmación coincide con un los números que arrojó un bloque opositor durante la discusión legislativa por el último endeudamiento y que sorprendieron a varios en el recinto de Diputados. Desde la bancada de Cambio Federal afirmaron que al 31 de mayo el gobierno contaba con USD 1.217 millones en cajas de ahorro (parte de ese monto está en pesos), un número que triplica la autorización de deuda solicitada y que había llegado a través de ATN de libre disponibilidad desde la Rosada.
Desde que lanzó la oferta, el gobierno de Kicillof ya acumula dos incumplimientos de dos bonos que están dentro del canje, pero hasta ahora ninguno de sus acreedores solicitó que se la declare en default. El pasado 14 de mayo incumplió con el compromiso de pago de dos bonos por más de USD 113 millones, y el 30 de julio otro pago por USD 27 millones.
Según fuentes de una entidad financiera, de extenderse el plazo hasta el 11 de septiembre, Kicillof encadenará futuros vencimiento que, seguramente, no cumplirá por estar en medio de la negociación. Sucede que en el segundo semestre del año, la provincia de Buenos Aires tiene que enfrentar pagos por USD 408 millones.
Además, del futuro de esta negociación dependerá en gran medida lo que suceda con los intentos de reestructuración de deudas de otras provincias como Chubut.