8 agosto, 2025
Un estudio reveló que las plumas del pavo real, además de su belleza hipnótica, esconden una capacidad única: bajo ciertas condiciones, pueden generar luz láser gracias a su compleja estructura nanoestructural.
Las plumas del pavo real, símbolo universal de belleza y elegancia, acaban de protagonizar un hallazgo que une el arte de la naturaleza con la ciencia más avanzada. Investigadores de la Universidad Politécnica de Florida y la Universidad Estatal de Youngstown descubrieron que estas plumas, al ser tratadas con tintes especiales y estimuladas con luz, pueden emitir haces láser coherentes. El estudio, publicado en Scientific Reports, marca el primer caso documentado de una cavidad bioláser en un animal.
Lo que hasta ahora parecía un fenómeno estético —el brillo iridiscente de las plumas del pavo real— es, en realidad, producto de una arquitectura microscópica extraordinaria. Las plumas están compuestas por millones de barbas microscópicas, hechas de melanina y queratina, dispuestas con tal precisión que forman cristales fotónicos naturales. Estas estructuras filtran y manipulan la luz de forma extremadamente precisa, creando efectos visuales que cambian según el ángulo.
Cuando los investigadores aplicaron múltiples capas de tinte a las plumas y las expusieron a pulsos luminosos, las estructuras respondieron emitiendo rayos láser estables en longitudes de onda como el verde esmeralda y el amarillo-naranja. Este fenómeno, que requiere una cavidad óptica para amplificar la luz, parece producirse gracias a ciertas partes internas de la pluma, posiblemente gránulos de proteína aún no identificados.
Aunque ya se habían detectado emisiones láser aleatorias en otros materiales biológicos, esta es la primera vez que se observa un comportamiento láser coherente en una estructura animal. Más allá de la curiosidad científica, el descubrimiento podría abrir nuevas puertas en campos como la medicina y la nanotecnología.
Expertos sugieren que la capacidad de ciertos biomateriales para emitir luz láser podría facilitar el diagnóstico de enfermedades o la detección de virus con estructuras geométricas específicas. Incluso se vislumbra el desarrollo de láseres biocompatibles que puedan implantarse en el cuerpo humano para funciones de diagnóstico, imagen o tratamiento.
Aunque aún no se conoce con certeza el propósito evolutivo de esta sofisticación, algunos biólogos plantean que podría estar relacionada con la comunicación visual entre pavos reales. Al igual que muchos animales emiten patrones de luz invisibles al ojo humano, es posible que estas emisiones sean detectadas por otros miembros de la especie.
Lo que queda claro es que la naturaleza sigue superando a la tecnología humana con soluciones elegantes y complejas. En un mundo donde los científicos aún intentan perfeccionar los láseres artificiales, la evolución parece haberse adelantado con plumas capaces de disparar rayos de luz en colores vibrantes.
*PC/LV/MU