ChubutLine.com "Periodismo Independiente" - Noticias, política y un análisis de la realidad diferente - directora@chubutline.com - redaccion@chubutline.com



13 mayo, 2021

Cruzado por la realidad

Los encontronazos por el sí y el no a la minería se están poniendo picantes. Pero lo más importante tal vez es que están abriendo un debate real, más allá de los que se intentó blindar entre el academicismo y la política.

Los vecinos no dudan en expresarse y manifestarse, cada uno con su argumento por demás de válido. ¿Qué saldrá de tanta grieta? Difícil saberlo. Pero que esta puja marcará nuevamente un antes y un después en la Provincia, no hay dudas.

Esta vez le tocó el turno al intendente de Esquel, Sergio Ongarato (Cambiemos) quien está embanderado con la resistencia que la cordillera pone a una zonificación productiva y amagó con que irá a Rawson a pedirlo formalmente al Gobierno.

Desde la meseta no tardó la respuesta: le dijeron que «por respeto» a los vecinos de la Meseta viaje a Rawson por las rutas de ripio que atraviesan la región.

Lo planteó la reconocida profesional de la salud Magda Riera, oriunda de Gan Gan. «Así al menos conoce nuestra zona y quizás entienda por qué pedimos una oportunidad para la Meseta», dijo Riera.

Riera lo manifestó luego de que Ongarato, ante la fuerte presión de personas antimineras en su municipio, anunciara que la semana próxima viajará a la capital del Chubut para reunirse con el gobernador Mariano Arcioni y con el vicegobernador Ricardo Sastre para pedirles el retiro del proyecto de ley de zonificación minera, además de tratar otros temas vinculados con su gestión.

«Señor Ongarato, ya que se va a tomar la molestia de ir hasta Rawson para frenar la única posibilidad concreta hoy de desarrollo y trabajo para la Meseta, solo por respeto a quienes habitamos esta vasta región, en lugar de hacer su recorrido por la comodidad del asfalto de la Ruta 25 hágalo por favor por las Rutas 12, 13 y 4», planteó Riera a través de su cuenta de Facebook.

La odontóloga y, como propietaria de una Pyme, integrante de la Cámara de Comercio, Turismo, Servicios e Industria de la Meseta del Chubut (CAMECCh), dijo que transitar por las rutas 12, 13 y 4 implica «casi 750 kilómetros de puro ripio, que atraviesa las localidades de Gualjaina, Paso del Sapo, Gastre, Gan Gan y Telsen».

«Así al menos conoce nuestra zona y quizás entienda por qué pedimos una oportunidad para la Meseta», agregó Riera.

 

A un paso legislativo

 

El proyecto de ley de zonificación minera aguarda su tratamiento en la Legislatura y plantea completar la Ley 5.001 a través de la definición de una región en la que se podrá llevar adelante la actividad. Se trata de los Departamentos Gastre y Telsen, que sufren desde hace décadas una fuerte carencia de infraestructura y donde se encuentran los mayores recursos metalíferos de la región. Allí existe potencial para generar inversiones y fuentes de trabajo afirman los proactivos.

Sin embargo, ante la toma del edificio central de la Municipalidad de Esquel por parte de un grupo de personas que no quieren el desarrollo minero, Ongarato pidió una reunión con Arcioni y con Sastre para pedirles el retiro del proyecto de ley de zonificación, que lleva el número 128/20 y que obtuvo hace pocas semanas dictamen favorable de la Comisión de Desarrollo Económico, Recursos Naturales y Medio Ambiente.

«Me comprometí con los vecinos a viajar en cuanto sea posible y que me atiendan. Ya tengo la confirmación de que el encuentro se va a dar. Creo que la toma debería levantarse de inmediato porque estamos cumpliendo con su pedido», dijo Ongarato en declaraciones públicas.

La Ley 5.001, vigente y considerada en el proyecto de zonificación presentado por el Gobierno, prohíbe la actividad minera en la Cordillera chubutense, y prevé la delimitación de una región para llevarla adelante. Esa delimitación está prevista en los Departamentos Gastre y Telsen, distantes al menos 500 kilómetros de Esquel y alrededores, explican desde la Meseta, quienes se ven coartados de tener su propio proyecto productivo y de desarrollo por «ambientalistas» y «progres» que habitan a cientos de kilómetros del lugar, explican palabras más menos.