20 junio, 2023
La extracción de excesiva agua subterránea ha hecho que la Tierra se incline aproximadamente 80 centímetros en las últimas dos décadas.
Investigadores de todo el mundo han descubierto que la manipulación humana del agua subterránea está contribuyendo a que nuestro planeta se incline gradualmente en un ángulo mayor al habitual. Estos resultados plantean importantes preguntas sobre los impactos a largo plazo que la redistribución humana de agua puede tener en nuestro planeta. Para ser más precisos, un estudio concluye que la Tierra se desplazó aproximadamente 80 centímetros hacia el este entre 1993 y 2010.
Según un estudio reciente publicado en la revista Geophysical Research Letters, la extracción humana de grandes cantidades de agua ha provocado que el eje de rotación de la Tierra se incline casi 80 cm hacia el este entre 1993 y 2010. Esta es una observación asombrosa y destaca el impacto que nuestras actividades pueden tener en nuestro planeta.
Sobre la base de estudios anteriores, los científicos determinaron que la humanidad había extraído 2150 gigatoneladas de agua subterránea entre 1993 y 2010. Esto equivale a un aumento del nivel del mar de más de 6 milímetros.
Los investigadores comparan el movimiento polar observado (flecha roja, “OBS”) con los resultados del modelo sin redistribución de la masa de agua subterránea (flecha azul discontinua) y con redistribución de la masa de agua subterránea (flecha azul continua). Imagen cedida por Seo et al. (2023), Geophysical Research Letters
La investigación se centró en la idea de un polo de rotación, que es el punto alrededor del cual gira la Tierra. El planeta está en constante movimiento debido a un fenómeno llamado movimiento polar. Esto es cuando el polo de rotación cambia en relación con la corteza terrestre. Según los expertos, el giro de la Tierra se ve afectado por el movimiento del agua, como cuando se agrega peso a una peonza.
“El polo de rotación de la Tierra cambia mucho”, indica Ki-Weon Seo, geofísico en la Universidad de Seúl que lidera el estudio. “Nuestra investigación demuestra que, entre las causas relacionadas con el clima, la redistribución de las aguas subterráneas es la que más influye en la desviación del polo de rotación”.
En 2016, se descubrió el potencial del agua para alterar la rotación de nuestro planeta. Sin embargo, hasta hace poco tiempo, los investigadores no habían tenido en cuenta el impacto que el agua subterránea podría tener en estos cambios de rotación.
El equipo de investigación modeló la variación en el eje de rotación de la Tierra, que también alteró el movimiento de los cuerpos de agua: inicialmente, los investigadores solo tomaron en cuenta las capas de hielo y los glaciares, y luego analizaron diferentes escenarios de redistribución de aguas subterráneas.
Midieron los cambios en los polos observando tanto la medida real como un modelo que considera la redistribución del agua subterránea y uno sin ella. El modelo solo replicó el cambio polar real cuando incorporó 2150 gigatoneladas de redirección de aguas subterráneas. Sin esto, la desviación medía 78,5 cm o 4,3 cm al año.
SEO admitió que habían encontrado una respuesta a “la causa inexplicable de la desviación del polo de rotación”, pero, por otro lado, se sorprendió al descubrir que la extracción de aguas subterráneas puede ser “otra causa para el aumento del nivel del mar”.
Es crucial conocer la profundidad del agua subterránea por varias razones; incluyendo su efecto potencial sobre la rotación polar. Además, la redistribución del agua desde las latitudes medias tiene efectos más pronunciados en la alineación del polo.
El nuevo estudio realizado por la Unión Geofísica Estadounidense descubrió que el oeste de América del Norte y el noroeste de la India experimentaron la mayor redistribución de agua durante su período de investigación. Ambas regiones caen en las latitudes medias.
Con la inminente crisis mundial del agua, los países están adoptando medidas para reducir el agotamiento de las aguas subterráneas en áreas sensibles. Sin embargo, para que se produzcan cambios sustanciales en términos de cambio de inclinación, estos enfoques deben mantenerse a largo plazo, como sugiere el autor de este estudio.
El eje de rotación de la Tierra se desplaza unos pocos metros cada año, por lo que los cambios estacionales no se ven comprometidos cuando las personas extraen agua del suelo. Pero, según los investigadores, durante un largo período de tiempo esta desviación podría influir en las condiciones climáticas.
“Observar los cambios en el polo de rotación de la Tierra es útil para comprender las variaciones en el almacenamiento de agua a escala continental”, explica Seo.
El experto postula que los datos sobre el movimiento polar que existen desde finales del siglo XIX pueden ofrecer una idea de cómo ha variado el almacenamiento de agua continental en los últimos 100 años. Esta información es invaluable y puede proporcionar una mejor comprensión del cambio climático.
Asimismo, anota una reflexión final: “¿Se produjeron cambios en el régimen hidrológico como consecuencia del calentamiento global? El movimiento polar podría tener la respuesta”.