2 febrero, 2024
Las cianobacterias son toxinas presentes en aguas dulces y saladas que pueden dañar la salud de personas y animales en caso de contacto con ese agua contaminada. En las últimas horas, se emitió una alerta roja en Neuquén y ya rige desde hace días una alerta naranja y roja en varias lagunas de la provincia de Buenos Aires.
El agua en estos casos se observa color verde intenso, azul, o azul verdoso, con una acumulación extensa de cianobacterias en la superficie formando una capa continua de floración consolidada.
La Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), que supervisa las Cuencas de los ríos Limay, Neuquén y Negro, lanzó una alerta roja debido al pico máximo de floración de este tipo de algas contaminantes.
El pico máximo de concentración estaba previsto para este miércoles 17 de enero, día en que se prevén altas temperaturas, y la situación seguirá en ese nivel de alerta hasta el domingo 21 de enero.
En el caso de la provincia de Buenos Aires, el Sistema de Alerta Temprana del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos bonaerense –mediante el Ciano Semáforo– emitió alertas de nivel rojo y naranja para las localidades bonaerenses de Trenque Lauquen, Pehuajó y Lobos.
En Trenque Lauquen, la laguna Hinojo está bajo alerta naranja, que significa «riesgo medio», una condición que puede darse por sequía / bajante. En tanto, Laguna Rocha, Pehuajó, y la Laguna de Lobos presentan «riesgo alto», lo que equivale a alerta roja.
El Ministerio de Salud de la Nación detalla que las cianobacterias son algas verdeazules que liberan cianotoxinas en las aguas que se usan comúnmente en verano para refrescarse.
La infección puede darse en los siguientes casos: tanto por la ingesta de agua contaminada, como por la inhalación de los aerosoles que desprenden esas aguas. También es un riesgo si la persona que ingresa al agua presenta una herida abierta o un corte.
Pueden provocar una amplia variedad de infecciones como gastrointestinales, respiratorias, neurológicas, de la piel, de los oídos y de los ojos; siendo los síntomas más comunes la diarrea, erupciones cutáneas, dolor de oído, tos o irritación de congestión y dolor ocular.
Si las personas consumen cianotoxinas, ya sea bebiendo agua contaminada, ingiriéndola al nadar o comiendo pescado infectado, pueden perjudicar el hígado (hepatotoxinas), el sistema nervioso (neurotoxinas), y la piel.
Estas toxinas pueden causar daño renal, dolor abdominal, dificultad para respirar y pueden aumentar el crecimiento tumoral (dermatoxinas). También se han registrado múltiples casos de enfermedades y muertes de animales domésticos y salvajes relacionadas con las cianotoxinas.
