7 junio, 2020
El combo que arrastra Chubut de “crisis financiera+coronavirus” es un plato caliente y prácticamente indigerible para cualquier conducción política. Sin embargo las pulseadas internas en Rawson no se terminan y la gobernabilidad está atada a una sensible convivencia entre el Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
El gobernador Mariano Arcioni mantiene un gabinete básicamente técnico, despolitizado, pero de resultados escuetos, mientras todos los demás poderes y sectores políticos apuntan al Ejecutivo como resolutor prácticamente excluyente de todas las complicaciones coyunturales, gran parte de ellas condenadas de antemano por una deuda histórica que casi nadie asume haber avalado en su momento. Ese es el escenario en el que flota la realidad política que conduce la provincia a grandes rasgos, y que define la perspectiva inmediata en la vida de más de 600 mil vecinos.
Con más de un mes de atraso en el pago de salarios públicos y los aguinaldos en la puerta, el panorama en el interior del Gobierno es por lo menos preocupante. Aunque en Fontana 50 esperan que si avanza el proyecto de sustentabilidad de la deuda pública que el Gobierno ingresó a la Legislatura la semana pasada, se podría abrir la puerta a un desahogo financiero importante en la segunda mitad del año.
Con eso, se dejarían de descontar diariamente los dólares de las regalías petroleras que garantizan los pagos trimestrales de los bonos, y con el reperfilamiento se dejarían de pagar vencimientos abultados en dólares. En el medio hay tres pedidos de juicio político (dos para Arcioni y uno para Massoni) que reflejan el ambiente desestabilizante en plena crisis financiera y en plena pandemia. Sin embargo Nación ya mandó señales de mesa chica, -tanto política a través de los legisladores nacionales propios, como económica con compromiso de nueva remesa de dinero inmediato-, de que no hay posibilidad alguna en este momento de desbancar a Arcioni. Está claro que más allá de los kilómetros que separan la Legislatura provincial de Buenos Aires, lo que se defina en territorio traerá consecuencias no sólo a Chubut sino a las demás provincias por efecto dominó. Y eso está dicho que por ahora Nación no lo dejará al azar.
Es que precisamente el virus y la crisis nacional dejó prácticamente en igualdad de condiciones de ´catástrofe´ administrativa a casi todas las provincias del país. Cualquier ´golpe´ a la institucionalidad en cualquier provincia, sería un riesgo efectivo de ´contagio´ político. Además, la renegociación de deuda requiere fundamentalmente muestra de cohesión interna, afirman los voceros de la mesa chica.
De hecho, la segunda mitad del año encuentra a los equipos económicos de 14 de las 24 provincias con dos importantes frentes a cubrir y con la mirada puesta en lo que sucede en el quinto piso de Hipólito Yrigoyen 250, donde se recluye el ministro de Economía Martín Guzmán.
Mientras miran como caen los números de la recaudación y buscan implementar herramientas de reactivación para los sectores que ya comienzan a salir de la cuarentena, los ministros de Economía y Hacienda de Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Chubut, Neuquén, Salta, Jujuy, Santa Fe, Mendoza, Río Negro, Chaco, Entre Ríos, Tierra del Fuego y La Rioja, observan el calendario ya que en los últimos seis meses del año acumulan vencimientos de deuda por 1380 millones de dólares.
Por afuera de los tres distritos más poblados, Chubut es la provincia con más vencimientos para el 2020. En julio Chubut enfrentará vencimientos de 15 millones de dólares, en agosto de 3 millones de dólares.
Según el relevamiento de Macroview y de Fernando Marull y Asociados, de los 90 millones que hay que pagar, USD 39 millones es deuda de Chubut, otros 22 millones de dólares corresponden a Neuquén y 9 millones de dólares a Tierra del Fuego.
El resto es de la provincia de Buenos Aires. Para la lógica de la Rosada ´no hay posibilidades que una provincia se hunda y las otras sobrevivan´. De allí que la crisis provincial que no es excepción al escenario nacional, se irá conteniendo e irá atada a la negociación macro nacional, especulan los asesores de Rawson. De hecho, cuando parecía la debacle final con dos meses de sueldos atrasados, Cafiero y De Pedro firmaron con Arcioni el primer salvataje de $ 5.000 millones, con lo que se irá sosteniendo la cosa hasta que Guzmán termine de definir la jugada macro.
El martes, de la mano del debut de un programa de obras por casi $ 29 mil millones para desplegar un nuevo auxilio a las provincias, el presidente Alberto Fernández lanzó el plan Argentina Construye, que promueve obras de infraestructura sanitaria y de equipamiento y viviendas en el marco de la emergencia por la pandemia y alienta la generación de 750 mil puestos de trabajo. Son obras para inyectar actividad y dinero a las provincias. De hecho, desde que estalló la pandemia del COVID-19 en la Argentina, Nación ya giró 148.000 millones de pesos a las provincias sólo en fondos para obras sanitarias, programas alimentarios y Aportes del Tesoro Nacional (ATN), entre otros.
Es cierto que el reparto cruje por discrecional, con fuerte concentración de poder en la provincia de Buenos Aires, pero los demás territorios van pulseando su parte. Será la tarea clave para el Ejecutivo de Chubut mejorar la perfomance en Buenos Aires a través de los vínculos estrechos a partir de Sergio Massa.
Según un informe de la consultora Aerarium, sustentado en base a datos recientes del Ministerio de Economía y de las provincias, la administración de Axel Kicillof fue la que más recibió ayuda: con $76.056 millones acumulados hasta ahora recibió más de la mitad de los fondos que giró el gobierno nacional por la pandemia.
A su vez, en el reparto de ATN la provincia de Buenos Aires se llevó $8.900 millones de los $38.000 millones emitidos hasta ahora. Esta claro que con 7.496 contagiados de COVID-19 la provincia de Buenos Aires se convirtió en una de las más afectadas, pero también la cercanía política de Kicillof de la mando de CFK, hace su parte.
Por goteo
El monto global de $120.000 millones que tenía previsto enviar el Gobierno en concepto de ATN y fondos del Tesoro para atender el COVID-19 sólo se giraron $38.000 millones hasta ahora. Como viene ocurriendo desde que empezó el año, la coparticipación quedó por detrás de la pauta presupuestada para el mes, con un marcado empeoramiento a partir del impacto del COVID-19 sobre el nivel de actividad y la recaudación tributaria.
De esta manera, las provincias recibieron estos fondos por el reparto de coparticipación y para tapar baches fiscales. Pero se observan así diferencias abismales de reparto entre aquellas provincias con mayor número de contagios de COVID-19 y las que apenas tienen una decena de contagiados. Una de las cruzadas conjuntas entre los gobernadores de la periferia, es superar el sesgo bonaerense que regiría por ahora en el Palacio de Hacienda. Habrá que ver…
