20 diciembre, 2022
El Presidente no consiguió que la Selección visitara la Rosada; Wado de Pedro buscó una foto que no se tomó; Cerruti impidió el acceso de la prensa; y Aníbal Fernández fue cuestionado por Tapia
Por Mariano Spezzapria*
Para el Gobierno terminó siendo otra jornada cargada de frustración política. Varios de sus principales funcionarios, incluido el presidente Alberto Fernández, habían alentado expectativas de que los jugadores de la Selección campeona del mundo visitaran la Casa Rosada y saludaran a la multitud desde el mítico balcón. Pero eso no estuvo ni cerca de suceder. La fiesta popular que imaginaron en los despachos oficiales terminó en desborde y desorden en las calles. Y en un desplante de Lionel Messi y compañía a la administración nacional.
Ante una movilización masiva, considerada a priori como una de las más grandes de la historia, el Gobierno no consiguió capitalizar la euforia colectiva por la hazaña del equipo nacional. Ni siquiera pudo garantizarse una recepción protocolar a los jugadores, remisos a las fotografías políticas, como lo demuestra el hecho de que tampoco se la concedieron a Mauricio Macri durante su extensa estadía en Qatar.
El primer perdedor político del día fue, entonces, el propio Presidente, que estuvo recluido en la quinta de Olivos.