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24 agosto, 2022

Zaffaroni, el asesor legal en las sombras: le ‘marcó la cancha a Alberto’ y anticipó el indulto para Cristina

Zaffaroni, el asesor legal en las sombras: le ‘marcó la cancha a Alberto’ y anticipó el indulto para Cristina

Uno de los principales juristas defensores de la vicepresidenta planteó que ante un fallo desfavorable, el presidente Alberto Fernández deberá hacer uso del indulto. Desde Casa Rosada no descartan la posibilidad, llegado el caso. Zaffaroni, el exministro K que conserva lealtades

El ex juez de la Corte Suprema Eugenio Raúl Zaffaroni (82) habló de la causa por la Obra Pública que enfrenta la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y aseguró que, de ser condenada, el presidente Alberto Fernández deberá recurrir a la figura del indulto presidencial. El jurista es uno de los leales que contó con el apoyo de De Vido y Néstor Kirchner para acceder a la Corte, y se mantuvo en funciones de 2003 a 2014, once años de gestión kirchnerista. Se jubiló antes de cumplir la edad y antes del cambio de Gobierno, y se mantuvo como asesor y consejero de Cristina.

«Si la vicepresidenta es condenada, el único recurso que va a quedar, por duro que sea, no será otro que un indulto presidencial. Es conveniente pensar el indulto como último recurso para que la Democracia preservada pueda intentar la restauración de la República», expresó Zaffaroni en un audio emitido en La García por AM 750.

En Casa Rosada aseguran que si bien falta mucho para la resolución del juicio, no descartan la posibilidad del indulto.

Asimismo, explicó que de resolverse la condena, los recursos proveniente de organismos internacionales resultarían «ineficaces» dados los tiempos del Derecho, por lo que señaló que la solución deberá surgir del Derecho Interno.

«Si la vicepresidenta es condenada, no quedará otra alternativa que buscar una solución en el Derecho interno para salvar el futuro de nuestra Democracia ante la perspectiva de llegar a una elección con proscripciones», agregó.

En la misma línea, calificó la causa llevada adelante por el Tribunal Oral N° 2 como «una catástrofe que se está cargando a la República y a la Democracia», y arremetió contra jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso por sus vínculos con el macrismo.

«Los jueces juegan a la política, rompen los límites éticos y jurídicos y protagonizan el juicio oral con final sabido más vergonzoso que nunca se haya visto», indicó.

Por su parte, cruzó también al embajador de Estados Unidos en la Argentina, Marc Stanley, a quien definió como «personero del tardo colonialismo financiero» y «representante de intereses financieros» que aconseja «insólitos acuerdos políticos en el orden nacional».

 

El «circulo rojo» y el 2023

A tono con los dichos de la vicepresidenta, el exjuez de la Corte aseveró: “(La condena) Ya está escrita, guardada bajo la camiseta de jugadores de fútbol en la quinta presidencial, y será confirmada por los dos jueces que deberían revisarla y que, como buenos jugadores de tenis y pádel, también lo harán, confirmándola”.

Para Zaffaroni la condena implicará la proscripción política de Cristina Kirchner producto de lo que definió como «el temor del ‘Círculo Rojo’ a la candidatura» de la exmandataria en 2023.

«Es predecible que la Corte Suprema calcule sus tiempos según las circunstancias. Si se ve apurada por el ‘Círculo Rojo’, aplicará el consabido (artículo) 280, ‘no me interesa’. Nada quedará por hacer en los tribunales del país porque se derrumbaron los últimos escrúpulos que se suponía que podía tener ese grupo de jueces y fiscales que se lanza sin límites a la persecución política”», concluyó.

 

Exministro de la Corte de los 11 años de gestión «k» y asesor de Cristina

Para poner en contexto vale recordar la trayectoria de Eugenio Raúl Zaffaroni quien llegó a la Corte por su prestigio como penalista, pero también por su cercanía kirchnerista. El dirigente peronista Fernando «Chino» Navarro se lo presentó a Kirchner en 2002 en la Casa de Santa Cruz. Aunque su postulación contó con el apoyo de Julio De Vido, ministro influyente y gestor de los grandes negocios del kirchnerismo, actualmente condenado en la causa sobre la que Zaffaroni pide indulto.  En un primer momento tanto Alberto Fernández, entonces Jefe de Gabinete de Néstor, como el ministro Béliz desaconsejaron su nominación. Ambos conocían la trayectoria y el reconocimiento jurídico de Zaffaroni, pero descreían de su criterio político, algo imprescindible en un juez de la Corte. Sin embargo, ante el entusiasmo de Kirchner con esta candidatura, finalmente motorizaron su designación en 2003.

El nuevo juez había estado en la Justicia mucho tiempo. Nacido en el barrio porteño de La Paternal y criado en Flores, fue designado juez en San Luis en 1969, a los 29 años, y estuvo en el Poder Judicial hasta 1990, atravesando allí todos los años de la dictadura militar. También vivió un tiempo en México, dos años en Costa Rica —donde dirigió el Instituto Latinoamericano de Naciones Unidas para la Prevención del Delito— y un año en Alemania. Fue Convencional Constituyente y titular del Inadi en la presidencia de Fernando De la Rúa. Convertido en un reconocido abogado penalista, llegó a la Corte a los 63 años para cubrir la vacante que dejó Nazareno tras su renuncia.

Durante el proceso de impugnaciones le cuestionaron algunas deudas con el fisco e irregularidades en la declaración de cuentas en el extranjero. Ingresó a la Corte con 43 apoyos y 16 rechazos. Como a todos los candidatos, Kirchner le había preguntado antes de su designación qué pensaba de las causas por violaciones a los derechos humanos y de los planteos por la pesificación de los depósitos bancarios.

En 2011 atravesó la parte más polémica de su carrera cuando la ONG La Alameda denunció que poseía cuatro prostíbulos. Zaffaroni reconoció ser el dueño de los cuatro departamentos pero alegó que desconocía la actividad que se ejercía en ellos porque tenía quince propiedades inmobiliarias y delegaba la misión de buscar inquilinos y administrar los alquileres en una agencia y en un apoderado. Aunque sus colegas de la Corte salieron públicamente a respaldarlo o se mantuvieron en silencio, a puertas cerradas algunos de ellos sostenían que un escándalo de esa naturaleza era insostenible y que el juez debería haber pensado en renunciar.

Entre sus colegas tampoco veían con buenos ojos la relación personal que este juez tenía con De Vido. «La política partidaria hacela afuera, en la Corte no podemos tolerarla», le dijeron. Optó entonces por moderar sus declaraciones y preservó así la relación con el grupo.

Zaffaroni se jubiló a fines de 2014, a días de cumplir los 75 años. En su carta de despedida aseguró discrepar con el carácter vitalicio de los cargos, al que considera más propio de una monarquía que de un sistema republicano. Después pasó a ser asesor jurídico de Cristina Kirchner en varios de los casos de corrupción que enfrenta en los tribunales, aunque formalmente no la representó como abogado.

 

*NA/IB/RCH