13 abril, 2025
¿PORQUÉ CAYÓ EL PRECIO DEL BARRIL A NIEVELES MÁS BAJOS EN LOS ÚLTIMOS 4 AÑOS?
La postura de la petrolera fue confirmada por su presidente tras presentar el plan estratégico quinquenal en Wall Street.
La petrolera estatal YPF planea bajar los precios de los combustibles en caso de que el valor internacional del petróleo continue cayendo en medio del creciente conflicto comercial por los aranceles recíprocos anunciados en las últimas semanas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El presidente de YPF, Horacio Marín, aseguró que “si el precio del crudo sigue bajando, vamos a hacer números y, si corresponde, bajaremos los precios”, tras presentar el plan estratégico quinquenal de la petrolera en la Bolsa de Valores de Wall Street.
En ese marco, Marín recordó que YPF ya redujo los precios en octubre del año pasado, en un 4% para la nafta y en un 5% para el gasoil, aunque la baja efectiva en los surtidores fue del 1% y del 2% respectivamente, por la incidencia de la actualización de los impuestos.
El barril del crudo Brent descendió de US$$75 a los US$64 en las últimas jornadas como efecto de la disputa comercial por los aranceles y del aumento en la producción anunciado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
El precio internacional del petróleo es uno de los componentes que se contemplan a la hora de fijar el valor de los combustibles, junto con la carga impositiva y la variación en el tipo de cambio, lo que será foco de atención en los próximos días ya que con la liberación del cepo se esperan movimientos en el mercado cambiario.
Así el comportamiento que tengan estas variables será clave para determinar la próxima actualización en el importe de los combustibles, considerando que un escenario de mayor presión en el valor del dólar podría atenuar la baja del precio del crudo y desestimar la eventual reducción en los surtidores.
Lo mismo sucede con el costo tributario, ya que los impuestos representan más del 40% del precio final que paga el consumidor en el surtidor, por lo que cada incremento autorizado por el Gobierno nacional en este aspecto se traslada al costo total.
En el caso de la aceleración de la inflación evidenciada en marzo no afecta a los valores de la nafta y el gasoil, lo que Marín aclaró afirmando que “los precios no están atados a la inflación”, por lo que no existe un impacto directo.
El último aumento aplicado por YPF fue del 1,7% promedio a nivel nacional en el comienzo de abril, apenas por debajo del 1,9% de marzo, vinculados principalmente a la suba en el Impuesto a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono, y a los ajustes en los costos internos.
Actualmente, el precio del litro de nafta en Argentina ronda US$1,1, lo que coloca al país como el tercero más caro de Sudamérica, solo por detrás de Uruguay (US$1,8) y Chile (US$1,2), según datos internacionales.
Los precios del crudo se desplomaron a un nuevo mínimo de cuatro años ante la escalada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Los precios del crudo cayeron el martes por cuarto día consecutivo al intensificarse los temores de recesión en medio de una guerra comercial mundial cada vez más profunda. Los amplios aranceles recíprocos del presidente estadounidense Donald Trump ya han entrado en vigor, y China, actualmente el mayor importador de petróleo del mundo, se enfrenta a aranceles de importación del 104%.
Desde el anuncio de Trump de los nuevos aranceles, los futuros del crudo Brent han caído más de un 19% hasta 60,41 dólares por barril, mientras que los futuros del West Texas Intermediate (WTI) se desplomaron un 20% hasta 57,06 dólares por barril, marcando ambos los niveles más bajos desde marzo de 2021.
El martes, China prometió «luchar hasta el final» tras la amenaza de Trump de un 50% adicional en aranceles. Estados Unidos, por su parte, mantiene su compromiso de aplicar la totalidad de los gravámenes del 104%. La intensificación de la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo ha vuelto a desencadenar una amplia venta masiva de activos de riesgo.
«Para China, los aranceles podrían reducir significativamente las exportaciones y la producción industrial, dos motores clave del crecimiento, mientras que los sectores tecnológico y de vehículos eléctricos podrían verse especialmente afectados. Como resultado, es probable que veamos una menor demanda de petróleo», dijo Dilin Wu, analista de mercado de Pepperstone Australia, en un correo electrónico. «El arancel del 104% podría hacer retroceder la inflación estadounidense hasta el 4%, incluso antes de tener en cuenta otros nuevos aranceles. Esto también aumentaría las probabilidades de una recesión más profunda en EE.UU.», añadió.
Para agravar la presión a la baja, ocho miembros clave de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) acordaron la semana pasada acelerar la retirada de los recortes de producción anteriores. Mientras tanto, los llamados ‘aranceles secundarios’ de Trump a los principales exportadores de petróleo, como Venezuela, Irán y Rusia, pueden compensar algunas de las subidas de la producción. Sin embargo, los temores de recesión eclipsan en gran medida las tensiones geopolíticas en este momento.
En este contexto, la Administración de Información Energética de EE.UU. retrasó su informe mensual Perspectivas energéticas a corto plazo, previsto inicialmente para el martes. La agencia citó la necesidad de «volver a ejecutar nuestros modelos para tener en cuenta la evolución más reciente del mercado» y dijo que ahora publicaría el informe el jueves. En respuesta al deterioro de las perspectivas, Goldman Sachs redujo su previsión de crudo Brent a 40 dólares por barril a finales de año, lo que supone una caída adicional del 36% respecto a los niveles actuales.
Sin embargo, Wu añadió que cualquier signo de desescalada en el conflicto comercial podría desencadenar un repunte: «El posicionamiento corto ya está muy tensionado, por lo que el mercado podría repuntar ante cualquier señal de desescalada».
También se espera que China intensifique sus medidas de estímulo, tanto fiscales como monetarias. En su reunión anual de marzo, Pekín reafirmó un objetivo de crecimiento del PIB del 5% para 2025 y anunció nuevas medidas de estímulo en medio de la escalada de amenazas arancelarias de EE.UU. El Gobierno también ha elevado su objetivo de déficit presupuestario al 4% del PIB, el más alto en tres décadas. Los analistas esperan que pronto se anuncien nuevas medidas de apoyo, especialmente en respuesta a la guerra comercial.