7 octubre, 2020
La salida del vicegobernador Ricardo Sastre por una importante cantidad de medios radiales con una constante de discurso ‘ofreciéndose’ por si Arcioni se quiere ir antes, llamó la atención en buena parte de la sociedad chubutense, (aunque no en otra).
En medio de uno de los momentos más tensos y de incertidumbre de la gente, luego que el gobernador saliera a anunciar la salida del pago escalonado y cierto reacomodamiento financiero a partir del auxilio de Nación y otras ecuaciones, Sastre se expresó diplomático, afirmando que el daba su apoyo al Ejecutivo, pero con un relato con demasiadas entrelíneas como para pasar desapercibido.
Y así lo manifestaron oyentes que se expresaron posteriormente, alguno de los cuáles le recordó que ‘habla demasiado en tercera persona, como si se tratara de otro, un candidato permanente, siendo que es parte de la fórmula gobernante, aunque con competencia específica’, palabra más menos.
En síntesis Ricardo Sastre reiteró su apoyo a Arcioni y reconoció que está listo para gobernar “cuando sea necesario”. Se refirió puntualmente a la salida del pago escalonado en el mes de noviembre, con un rezo dubitativo que sonó casi más a un intento de desenmascarar el anuncio, que a aportar un respaldo.
“Celebro el optimismo que ronda tras el anuncio, pero desconozco cuál es la ingeniería económica», dijo. “Dios quiera que haya oferentes que se interesen y compren estas letras que seguramente también ofrecen otras provincias”, manifestó. “Quiera Dios que así sea”, afirmó un par de veces, y enganchó de la ‘limosna’ la verdadera plegaria de fondo: se refirió a su futuro político, que es lo que realmente le preocupa.
Es que su imagen no sólo aparece eclipasada en esta alianza gobernante día tras días, sino que su rol legislativo también cada vez está más condicionado (con un bloque escindido no reconocido, con un diálogo peligrosamente estrecho con el sector gremial que terminó manejándole la Cámara, y con varios diputados que le vienen perdiendo el respeto como conductor del recinto).
A la par, políticamente hablando, el PJ lo entra, pero no se sabe si para licuarlo o salvarlo. En Nación no se olvidan de los flirteos con Cambiemos para su posible candidatura, en el dasnevismo no le perdonan su alianza con Arcioni y en el arcionismo le siguen dando el abrazo de oso que lo inquieta. Por supuesto que su intuición lo lleva a salir al ruedo, el tema es el sentido de la oportunidad y el objetivo.
“Muchos hacen conjeturas porque yo estoy en la línea de sucesión. Cuando yo decido acompañar al gobernador Arcioni, yo era una de las personas que estaba en condiciones de ser candidato a la gobernación”, dijo a Radio Chubut en un relato en tiempo pasado. Asegurando que para él, “el éxito viene de la mano de los equipos de trabajo que se puedan formar. Yo voy a hacer lo posible para que el gobernador y esta gestión se encamine, pero que estamos preparados, es cierto. Si nos toca mañana, o cuando fuese, nunca le vamos a temer al desafío. Entiendo que estamos (estoy) preparados (para la gobernación) no para el 2023 sino para el año que viene o la semana que viene, o cuando sea necesario”, puntualizó el madrynense.
No terminó la frase cuando un oyente mayor le salió al cruce afirmando que es ‘más de lo mismo de la actual fórmula´ y recordó situaciones de Madryn en épocas de su gobierno donde los equipos no se vieron tan sólidos. Al final se refirió a “tanto Arcioni, como a este ‘Castro’ (sic)…”, en una confusión de apellido que podría sonar risueña de un opinador compulsivo de mañana de radio, si no fuera que en política el anonimato es un pecado casi mortal ante cualquier audiencia.
Precisamente quienes ven cada vez más difícil las aspiraciones de Sastre, advierten que el poder ser referencial en la Provincia es tal vez el primer gran paso de todo madrynense que quiera alcanzar el podio después de pasar el Bajo Simpson. Tal vez intente aprender de ese gran traspié de la frustrada carrera de su ahora amigo, Carlos Eliceche, que quedó a 400 votos de Fontana 50 y sin nafta candidateable. Otro además que enfila en la línea sucesoria, si esta fórmula cae.
Como sea, el mellizo reactivó el runrún del relevo, y de eso se habló casi todo el día y seguramente se hablará parte del mes.