En las vacaciones, los tatuajes requieren que les prestemos especial atención a la hora de exponernos a los rayos UV. Conocé como cuidar la piel del sol.
Verano ardiente: ¿Cómo proteger los tatuajes del sol este verano?
Se sabe que la exposición solar tiene efectos dañinos en todo el cuerpo pero cuando, además, la persona tiene tatuajes puede ser mucho más perjudicial. De por si un tatuaje requiere un tratamiento especial como limpiarlo, desinfectarlo e hidratarlo con cremas. En general, lo que se recomienda es evitar el verano a la hora de tatuarse.
Para quienes deciden inmortalizar un diseño con tinta en la piel durante esta época existe una serie de recomendaciones para cuidarlos de manera correcta.
No tomar sol directo
Para asegurarse que el tatuaje se cure bien y quede como deseamos, hay que evitar por completo la exposición a los rayos UV incluso con protector solar, durante las dos primeras semanas. Además, se recomienda esperar a que se cure antes de aplicar cremas como FPS.
Usar protección solar todos los días
Lo más importante a la hora de exponernos al sol es proteger nuestra piel. Sobre todo en la zona del cuerpo donde este el tatuaje se debe aplicar un factor mas elevado e incluso pantalla total.
Reaplicar FPS cada 2 horas
No es suficiente aplicar una vez el protector solar. La transpiración y el agua reducen su eficacia y duración. Por eso, lo ideal es retocarlo cada dos horas.
Cubrir el tatuaje
Durante el primer mes, se recomienda cubrir el tatuaje con un pañuelo o toallas pequeña en los momentos que sea inevitable la exposición solar.
¿Cómo cuidar la piel de los rayos del sol?
Los médicos y dermatólogos brindan una serie de consejos para disfrutar del sol, sin consecuencias negativas:
- Evitar la exposición solar plena entre las 10 y las 16 horas. En caso de que resulte imposible evitarlo, buscar lugares a la sombra y con buena ventilación.
- Usar protector solar durante todo el año. El FPS 30 (Factor de Protección Solar) tiene que ser de 30 o más.
Sobre todo en vacaciones se debe volver a aplicar cada 2 horas, debido a que con el sudor y el agua pierde efecto.
- Los bebés menores de 1 año no deben recibir el sol directo. A partir de los 6 meses ya se los puede proteger con protector solar de FPS 50 apto.
- Evitar realizar actividad física bajo el rayo del sol. En caso de hacerlo, buscar los momentos del día en que la temperatura sea más baja, cubrirse la cabeza con un gorro y mantenerse hidratado.
- La piel de los ojos es la más fina y sensible del rostro, por esto es importante usar lentes de sol con polarizador o filtro UV.
- Niños, personas mayores de 65 años y mujeres embarazadas son los grupos que corren más riesgo de estar afectados por el sol. También aquellas personas que padezcan enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión arterial, afecciones cardíacas, problemas respiratorios u obesidad.
¿Qué hacer frente a una exposición prolongada al sol sin protección?
En caso de haber estado bajo los rayos del sol un largo tiempo, se deben tomar ciertos cuidados:
- Beber mucha agua: esto ayuda a recomponer la temperatura corporal y de esa manera de recupera el fluido perdido por la transpiración.
- Utilizar cremas o geles post-solar con aloe vera en las áreas del cuerpo que hayan sido más afectadas por el calor. Además, esto ayuda a acelerar la recuperación de la piel.
- En caso de sufrir un golpe de calor, no tomar bebidas muy frías o muy calientes. Evitar el consumo de gaseosas o cafeína. Una ducha de agua puede ayudar a bajar la temperatura del cuerpo. A los niños se les pueden ofrecer jugos de frutas naturales.
*AF