14 agosto, 2020
Lucas Filgueira Risso, bioquímico experto en biotecnología, está trabajando intensamente para empezar en octubre con la producción en Argentina y a gran escala del reactivo para la vacuna contra el Covid-19, que está azotando al mundo desde fines del año pasado.
Ha fundado junto con otros tres científicos (Analía Pesce, Mauricio Seigelchifer y Esteban Corley) la planta argentina de mAbxience, una compañía biotecnológica internacional especializada en investigación, en desarrollo y en fabricación de anticuerpos monoclonales, y forma parte del grupo farmacéutico Insud Pharma al que se le encomendó la producción “a granel” de la vacuna desarrollada por la universidad de Oxford para salvar millones de vidas.
En una amena entrevista con una emisora chubutense, el profesional fue abordado además de por la enorme responsabilidad que le compete, por su origen y pertenencia a la ciudad de Trelew, de la que guarda recuerdos y donde ubica a parte de sus afectos.
Lucas recordó su evolución profesional desde que salió de Trelew, su ciudad natal, hasta que llegó a este desafío trascendente en su vida previo paso por la Universidad de Bueno Aires.
“Yo salí del barrio Ayuso, donde jugábamos con amigos en los baldíos que hoy están todos ocupados con construcciones”, dijo el hombre de 42 años que no olvida su paso por esta ciudad en la que nació y se crió, y en la que guarda sus afectos tanto familiares como de aquellas amistades que se remontan a la infancia, le dijo a LU20 Radio Chubut, donde expuso su orgullo por estar en el medio de un desafío científico y sanitario tan importante para la humanidad.
Para América Latina hacen falta entre 150 y 250 millones de dosis, dato que es importante consignar para que se tenga en cuenta la magnitud del proyecto.
En otra entrevista exclusiva con La Voz, expresó su felicidad porque la planta ubicada en la localidad bonaerense de Garín haya sido elegida por el gigante farmacéutico sueco-británico AstraZeneca para producir la vacuna desarrollada juntamente con la Universidad de Oxford. Y contó detalles acerca de cómo será el proceso.
P: –¿Cuáles son las expectativas tras el anuncio de que fabricarán parte de la vacuna?
LFR: –La verdad es que el anuncio fue bastante sorpresivo. Si bien estábamos trabajando para generar este acuerdo, no teníamos la certeza de que iba a salir. Pero fue emocionante recibir el anuncio. Nos generó un gran orgullo poder hacerlo en Argentina. También es una gran responsabilidad. Y es un honor trabajar con AstraZeneca, laboratorio de primer nivel mundial. Tiene todos los condimentos para ser el proyecto perfecto.
P: –¿Cómo fue el proceso de selección? ¿Por qué AstraZeneca recurrió a ustedes?
–AstraZeneca estaba buscando en toda América latina capacidad para producir los 250 millones de dosis que necesitaba. Encontró en nuestra planta la capacidad suficiente para hacer el principio activo y en el laboratorio Liomont, en México, para completar el proceso de estabilización, fraccionamiento y envasado. Fue, en principio, una búsqueda por capacidad. No hay muchas plantas parecidas a la nuestra en Argentina. Éramos un candidato bastante ideal. Pero luego entramos en contacto, evaluaron nuestra forma de trabajar y llegaron a un resultado satisfactorio. Esto fue muy vertiginoso porque fueron entrando en la conversación distintos actores en distintos momentos. Y lo que terminó de disparar todo fue el entendimiento con la fundación Slim (N. de la R.: aportará el financiamiento para la producción de entre 150 millones y 250 millones de dosis).
P: –¿Qué parte de la vacuna harán en Argentina?
–La producción tiene dos grandes partes. Lo que se hará en Argentina es generar las partículas virales que van a conformar cada dosis de la vacuna. Y se entregan como a granel. Nosotros generaremos grandes cantidades de las partículas, que se mandarán a México, donde se dividirán en dosis individuales.
P: –¿En qué consiste el proceso biotecnológico?
–El proceso involucra un cultivo, una línea de s células crecieron, se inocula con un adenovirus de chimpancé modificado y se generan millones de partículas virales. Y esas partículas luego las purificamos en gran cantidad. Y eso es lo que formará cada dosis de la vacuna, que envasarán en México.
P: –¿Cuándo les llegará la transferencia de información y de tecnología de Oxford?
–Es a través del laboratorio AstraZeneca. Ya estamos en contacto para entender el proceso y ver qué tenemos que comprar. Tenemos la gran ventaja de que nuestra planta está lista para salir al ruedo. Estimamos que para fines de este año vamos a poder empezar a hacer los primeros lotes de escala. Y poco después, entre fines de este año y principios del año que viene, comenzar a hacer las producciones para enviar a México. Una vez que esté terminado el proceso allá, volverían ya como vacunas a la Argentina.
P: –La gran pregunta, de cada ciudadano, es cuándo podremos vacunarnos. ¿Cree que para el verano estarán listas las dosis?
–No quiero ser aventurado y decir que estará disponible para su aplicación en el verano. Tengamos en cuenta que entre fines de diciembre y enero irán a México las primeras dosis a granel. A partir de que el proceso esté finalizado allí, AstraZeneca se encargará de distribuirlas. Puede ser que las primeras dosis estén listas para fines de enero o principios de febrero. Pero quizás para una vacunación bien masiva habrá que esperar un poquito más, porque hay que terminar también todo el camino regulatorio.
P: –El ministro de Salud, Ginés González García, dijo que tenía expectativa para la primera parte de 2021…
–A mí me pareció muy atinada la versión que dio el presidente Alberto Fernández al decir que dentro del primer semestre vamos a poder todos vacunarnos. Eso es bastante realista. Tengamos en cuenta que los tiempos en la industria farmacéutica son bastante largos y esto es récord desde todo punto de vista. Hay que tener un poquito de paciencia. Si no es en febrero, será en abril. Pero la vacuna estará disponible en el primer semestre.
P: –¿Tiene una estimación de cuándo empezará mAbxience con el cultivo?
–Es fundamental esperar el resultado de la fase 3. Todo esto lo estamos haciendo a riesgo. En octubre vamos a saber si finalmente la vacuna anduvo bien. Ahí se conocerán los resultados que van a decir si los pacientes pudieron hacer la seroconversión, es decir, si pudieron generar respuesta inmune, los anticuerpos contra la enfermedad. Después, a esos pacientes se les hace un seguimiento durante un año para ver cuánto duran esos anticuerpos. Por eso, el dato crucial para empezar la producción estará en octubre.
P: –¿Habrá algún tipo de articulación con el sector público?
–La articulación vendrá cuando la vacuna esté disponible. AstraZeneca garantizó una distribución equitativa entre los países de América latina. Entonces, el Gobierno de cada país le va a comprar a ese laboratorio las dosis necesarias en función de la población de riesgo primero y de otros parámetros, como anunció el ministro Ginés.