14 agosto, 2023
Los investigadores esperan que se acerque a una distancia menor que la Luna. El nuevo algoritmo utilizado permitirá detectar peligros futuros de manera más fácil.
Un algoritmo de inteligencia artificial permitió a los científicos descubrir un nuevo asteroide potencialmente peligroso (PHA, por sus siglas en inglés) con dirección a la Tierra, que podría convertirse en una amenaza en un futuro.
El asteroide recientemente hallado fue designado como 2022 SF289 y mide aproximadamente 200 metros de largo, lo suficientemente grande como para destruir una ciudad entera.
Por ahora, los investigadores esperan que 2022 SF289 se acerque a aproximadamente 225.000 kilómetros de la Tierra, una distancia menor a la que nos separa de la Luna, que se encuentra a poco más de 380.000 kilómetros. De igual manera, no consideran que presente una amenaza latente por el momento.
El algoritmo utilizado para detectar el gigante rocoso es conocido como HelioLinc3D. Su tarea consiste en buscar a través de los datos recopilados por diferentes telescopios terrestres e identificar aquellos objetos cercanos que pueden presentar un riesgo de estrellarse contra la Tierra.
El sistema que utiliza para la recopilación de información se llama ATLAS y se trata de cuatro telescopios distribuidos a lo largo del planeta. Dos de ellos tienen su sede en Hawái, otro opera en Chile y el cuarto se encuentra en Sudáfrica.
La ventaja del nuevo algoritmo radica en su gran dimensión para procesar los datos con menos cantidad de observaciones y más capacidad de almacenamiento de las dimensiones del espacio, que las requeridas por los métodos actuales.
HelioLinc3D fue desarrollado por la Universidad de Washington y diseñado para apoyar y acelerar las investigaciones que hará el observatorio chileno Vera C. Rubin, actualmente en construcción, para descubrir objetos cercanos a la Tierra (NEO).
Se espera que con Rubin se podrán identificar hasta 3.000 nuevos asteroides potencialmente peligrosos durante la próxima década. El telescopio escaneará el cielo con una rapidez sin precedentes con su espejo de 8,4 metros y su enorme cámara de 3.200 megapíxeles.
Este observatorio necesita de un tipo de algoritmo de descubrimiento utilizado para detectar rocas espaciales de manera rápida y con una gran capacidad de procesamiento de datos. Es por ello que HelioLinc3D podría convertirse en una pieza clave en los esfuerzos de detección de riesgos para nuestro planeta.
“Al demostrar la efectividad en el mundo real del software que Rubin usará para buscar miles de asteroides potencialmente peligrosos aún desconocidos, el descubrimiento de 2022 SF289 nos hace sentir a todos más seguros”, expresó en un comunicado el científico Ari Heinze, el principal desarrollador de HelioLinc3D e investigador de la Universidad de Washington.
Con el observatorio Rubin aún en construcción, los investigadores querían probar el algoritmo para ver si podían descubrir un nuevo asteroide con los datos existentes en el sistema de ATLAS.
El equipo configuró HelioLinc3D para buscar a través de la información de los cuatro telescopios y el 18 de julio de 2023 detectó su primer PHA, el 2022 SF289, fotografiado por ATLAS el 19 de septiembre de 2022, a una distancia de 20 millones de kilómetros de la Tierra.
Si bien ATLAS había observado 2022 SF289 tres veces en cuatro noches separadas, nunca lo llegó a hacer las cuatro veces requeridas en una noche para ser identificado como un nuevo objeto cercano a la Tierra. Sin embargo, HelioLinc3D pudo combinar con éxito fragmentos de datos de las cuatro noches e hizo el descubrimiento.
“Cualquier estudio tendrá dificultades para descubrir objetos como 2022 SF289, que están cerca de su límite de sensibilidad, pero HelioLinc3D muestra que es posible recuperar estos objetos débiles siempre que sean visibles durante varias noches”, explicó Larry Denneau, astrónomo líder de ATLAS. “Esto, en efecto, nos da un telescopio más grande y mejor”, subrayó.
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La NASA considera que todos los objetos cercanos a la Tierra (NEO) que se encuentran a 7,5 millones de kilómetros de la órbita terrestre y que miden más de 140 metros son asteroides potencialmente peligrosos (PHA).
Un NEO es definido así cuando se encuentra a menos de 1,3 unidades astronómicas del sol (194,4 millones de km) del sol y a menos de 0,3 AU (44,8 millones de km) de la órbita de la Tierra.
«Los NEO son cometas y asteroides que han sido empujados por la atracción gravitacional de los planetas cercanos a órbitas que les permiten ingresar al vecindario de la Tierra», sostuvieron desde la agencia espacial.
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Según la NASA, actualmente hay 32.254 asteroides cercanos a la Tierra (NEA), cifra que se incrementó desde octubre pasado. Aunque casi todos son NEO, también existen cometas cercanos a la Tierra (NEC).
Del total, se estima que hay más de 10 mil con un tamaño superior a los 140 metros de diámetro y casi mil de más de un kilómetro, lo que resalta la necesidad de realizar un seguimiento continuo de las rocas espaciales cercanas. El NEA más grande, llamado Ganímedes, tiene un diámetro de aproximadamente 35 km.
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