16 julio, 2025
Luego de casi 20 años sin fallecimientos por la enfermedad en ese territorio, un hombre murió de peste negra en el estado de Arizona, Estados Unidos. Según indicaron las autoridades de salud locales, la víctima presentó síntomas graves y en menos de 24 horas perdió la vida por la bacteria “Yersinia pestis”. Esto pudo constatarse luego de la autopsia que le practicaron para identificar la causa de muerte.
La persona había sido trasladada de urgencia al Centro Médico Flagstaff tras experimentar un fuerte malestar que incluía fiebre, tos y dificultad para respirar. De hecho, quienes lo atendieron revelaron posteriormente que tenía “peste neumónica”, la forma más rara, agresiva y peligrosa de la enfermedad. Además, señalaron que, por respeto a la familia, no se divulgará información adicional sobre el fallecido.
A diferencia del tipo más común, conocido como “bubónico”, la especie neumónica infecta los pulmones y se propaga de persona a persona a través de gotitas en el aire. Incluso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que, sin un tratamiento urgente, puede matar en sólo 24 horas, hecho que ocurrió en este caso puntual.
El dato es llamativo por cuestiones puntuales: es la primera muerte confirmada por peste en el condado de Coconino, en el norte de Arizona, desde 2007. En aquel entonces, un caso se relacionó con el contacto con un animal muerto que era portador de la infección
Durante el siglo XIV, la enfermedad arrasó con la mitad de Europa. Según entidades sanitarias, cada año se producen entre 1.000 y 2.000 casos a nivel mundial. Aunque ahora es poco común y es tratable con antibióticos, pero la peste todavía puede ser mortal.
Se trata de una patología infecciosa grave que puede presentarse en distintas formas, siendo la bubónica la más común. Esta suele propagarse a los humanos por picaduras de pulgas infectadas o por contacto con animales contagiados, incluidas mascotas como perros y gatos.
Sus síntomas característicos incluyen fiebre e inflamación de los ganglios linfáticos, llamados bubones, que pueden causar necrosis en el tejido, un rasgo que se asocia con el término «Muerte Negra».