27 julio, 2020
LAS EXPORTACIONES ALCANZARÍAN LOS U$S 2.500 MILLONES. EL PESO DEL FISCO ES DEL 67% EN EL SECTOR
En los próximos días se espera que terminen los trabajos de siembra de trigo 2020/21 en un área total de 6,5 millones de hectáreas en todo el país, según indicó un reciente informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).
A la fecha se implantó cerca de un 94% del área de trigo nacional. Las primeras estimaciones privadas hablan de una cosecha que se ubicará, si el clima acompaña, en torno a los 21 millones de toneladas marcando un nuevo récord histórico, con unos U$S 2.500 millones de ingresos por exportaciones, de lo que el Estado retiene un 67% y de lo que se coparticipa un 26% a las provincias.
El dato es muy positivo dado que se esperaba que el último aumento de retenciones dispuesto por el Gobierno nacional en diciembre pasado impacte negativamente sobre los márgenes de rentabilidad y, por ende, desincentive la producción.
Actualmente el trigo paga un 12% en concepto de derechos de exportación. Si bien es una cifra superior respecto al 8% vigente hasta diciembre, se ubica muy lejos del 23% que rigió durante el periodo 2007/2015 (que llevó la cosecha a mínimos históricos).
En el mercado esperan que las exportaciones de trigo durante el presente año 2020 alcancen los 2.500 millones de dólares. Se trata de unos 100 millones de dólares más en comparación a 2019 con un precio promedio de 195 dólares por tonelada.
El consumo interno de trigo ronda las 6,5 millones de toneladas. Con una producción de 21 millones de toneladas, el saldo exportable del cereal sería de más de 14 millones de toneladas que se enviarían, principalmente, a Brasil (seguido por Indonesia y Argelia).
El informe de la BCBA advirtió que se registraron inconvenientes en la siembra de trigo en la zona sudeste de la provincia de Buenos Aires por exceso de lluvias durante las últimas semanas con una demora interanual de más de 12 puntos porcentuales.
En lo que va del 2020 se operaron casi un millón de toneladas en contratos de futuros y opciones de trigo en el Matba/Rofex. Se trata de una cifra equivalente a un 42% del volumen de exportaciones declaradas a la fecha (unas 2,3 millones de toneladas).
En el Mercado de Chicago (CBOT) el trigo disponible cotiza a 195 dólares por tonelada, al tiempo que en el recinto de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) operó este jueves a 14.000 pesos versus 8.900 pesos hace exactamente un año atrás.
Cabe mencionar que el año pasado, desde los puertos ubicados en la zona del Gran Rosario (Up River), se exportaron 79 millones de toneladas de granos, harinas y aceites, lo que lo convirtió en el nodo portuario agroexportador más importante del mundo.
Un documento difundido este viernes por la BCR señaló que atrás del Gran Rosario se ubicaron el año pasado el distrito aduanero de Nueva Orleans (EE.UU.) con 64,4 millones de toneladas exportadas y el de Santos (Brasil) con 42,6 millones de toneladas.
La Argentina, en términos de volumen, se ubica tercero en el ranking de exportadores de commodities agrícolas a nivel mundial con 98,4 millones de toneladas exportadas detrás de Brasil y EE.UU. con 145,5 y 133 millones de toneladas, respectivamente.
La expectativa del trigo se podría decir que no varío pese a la presión impositiva que reclama el campo. En el último trimestre (abril, mayo y junio) la participación promedio del Estado en la renta agrícola se ubicó en un 68,3%, según un reciente informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).
Allí se precisó que la carga impositiva para el trigo, es la segunda detrás de la soja, con un 67,8%. O sea que de cada $ 100 que produce el sector del trigo, unos $ 67 se los queda el fisco en sus tres niveles.
Los impuestos que conforman la carga se dan en los tres niveles del Estado: un 26% del total son coparticipables entre Nación y provincias, mientras que un 66% son nacionales (no se coparticipan), un 5,2% son provinciales y un 0,8% municipales.
Una de las mayores preocupaciones en el sector son las distorsiones que genera el cepo cambiario en el mercado y la posibilidad concreta de que los insumos que se necesitan para producir y procesar, empiecen a tomar como referencia el precio del tipo de cambio paralelo.
