22 marzo, 2023
Consultamos con una experta acerca de los síntomas de este trastorno que puede hacerte sentir como si no fueras dueña de tu propio cuerpo.
Trastorno de despersonalización: ¿qué es y cómo saber si te pasa?
Por Laura Gambale*
Sentirte extraña en tu propio cuerpo, no recordar para qué fuiste a encontrarte con alguien o por qué te dirigiste a determinado lugar a comprar eso que tenés en la mano y que ya olvidaste para qué lo necesitabas: de un momento a otro, algo en tu mente se anula como si se desconectara de vos. Algo así sienten las personas que experimentan el trastorno de despersonalización.
Según explican los expertos, tu cerebro activa un mecanismo de defensa creado en el pasado para sobrevivir a hechos que te causaron dolor extremo. “En general, ese sufrimiento que pareciera desconectarte de vos misma es producto de situaciones o hechos violentos vividas, sobre todo, en la infancia y adolescencia”, cuenta nuestra experta consultada Vanesa Elías, psicóloga especialista en Género. “En personas que estuvieron expuestas durante un tiempo sostenido a distintos tipos de violencia (psíquica, económica, física, sexual), puede activarse este recurso defensivo de supervivencia que ahora conocemos como trastorno de despersonalización.
¿Por qué? De alguna manera sirve para separarse del cuerpo y, así también, separarse de esa angustia intolerable. Por eso se trata de uno de los recursos de la psique que se dice que sirven como mecanismo de rescate.
Si te sucede de manera aislada, como puede ocurrir si estás teniendo un pico de estrés o ataques de pánico, será necesario prestar atención, incluso consultar con algún especialista, pero no es parte de lo que se entiende como trastorno de despersonalización.
En cambio, cuando esta sensación de no ser parte de tu cuerpo, de no recordar lo que hiciste o para qué lo hiciste, entre otros tantos ejemplos, se convierte en una situación sistemática, como si se tratara de una “nueva normalidad”, es probable que estés experimentando el trastorno de despersonalización y sea conveniente la consulta con un profesional.
Es un trastorno disociativo que, en la gran mayoría de las veces, aparece como mecanismo defensivo frente a situaciones de estrés postraumático relacionadas a hechos de violencia o abuso sexual. Se caracteriza por la pérdida de la consciencia de uno mismo, pero, a diferencia de otras enfermedades psiquiátricas, existe certeza sobre la realidad. El cerebro no tolera cierto trauma y, de alguna manera, se intenta desconectar.
Lo que siente la gran mayoría: “La despersonalización te hace sentir que enloquecés, aunque en general nunca se llega a eso ya que se logra pedir ayuda y abordarlo a tiempo”, explica la psicóloga.
En el marco de una terapia psicológica se suele buscar el origen de los síntomas, indagar hace cuánto tiempo que la persona lo experimenta y si ella es consciente o no del trastorno, entre otras primeras acciones. Vanesa nos cuenta que este tipo de características son clave para estructurar el trabajo y determinar qué tipo de terapia conviene realizar.
Además, nos cuenta que existen terapias y técnicas alternativas que funcionan muy bien como complementos para el tratamiento de este trastorno: tal es el caso de las terapias con Flores de Bach, con la incorporación de alimentación consciente y natural, o con las técnicas de “tapping” (liberación emocional). También se recomienda meditar y comenzar a registrar, siempre que sea posible, cómo me sentía y cómo accioné en cada momento donde me sentí “desconectada”.
Algo que Vanesa resalta (con muy buenas razones) es la importancia de trabajar la historicidad de cada persona, ya que «los desencadenantes de la despersonalización suelen ser hechos asociados a otros hechos del pasado que fueron percibidos como algo traumático”.
Así es como puede suceder que, ante una comida, un paisaje o una canción –entre otros tantos ejemplos-, se active la necesidad de “escapar” o disociarse de aquello que el cerebro percibe intolerable, a pesar de que en el presente ya no se trata de un hecho en el que exista un peligro real.