Los cogobernantes cegetistas Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (Estaciones de Servicio), los integrantes del sector de “los independientes” Andrés Rodríguez (UPCN) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), y Alejandro Amor (Sutecba) se reunieron con el jefe de Gabinete, Juan Manzur. Todos han sido leales al presidente Alberto Fernández hasta el momento, pero esperan respuestas con los cambios en el Ejecutivo.
“Vinimos para analizar el momento político que estamos atravesando los trabajadores, las trabajadoras y el país, en general», aseguró Daer. Además, indicó que dialogaron “sobre las expectativas de esta nueva etapa que se está generando y la perspectiva de un país productivo, que genere oportunidades de empleo y desarrollo para toda la población”.
Entre las principales inquietudes de este sector, se encuentran las definiciones sobre el futuro de las paritarias sindicales y el reparto de fondos del Estado para las obras sociales que el mandatario le prometió a los sindicalistas y aún no se cumplió. Además, Manzur les propuso suspender la marcha del 17 “para no entorpecer ni empañar la llegada de Massa” y –al menos por ahora– esa posibilidad fue descartada.
Del otro lado, con agenda propia, se encuentra el grupo de Pablo Moyano (Camioneros), la tercera pata del triunvirato de la CGT. El heredero mayor del clan familiar se reunió ayer con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en un nuevo gesto de acercamiento al kirchnerismo duro. La cita ocurrió en el despacho del Senado de ella y también participaron Mario “Paco” Manríque (SMATA), Omar Plaini (Canillitas) y Walter Correa (Curtidores).
En un encuentro del que apenas se supieron detalles, dejaron trascender que hablaron de la posibilidad de aplicar un esquema de aumento de suma fija para los trabajadores, una idea que Daer y Acuña rechazan en defensa del sistema de paritarias. Como detalle no menor, hubo foto y, además, ratificaron la movilización del 17 y circularon la idea de que, en caso de que la CTG se baje, la podrían hacer igual pero con el Frente Sindical, la CTA y la Corriente Federal.
De izquierda a derecha: Walter Correa, Omar Plaini, Cristina Kirchner, Mario Manrique y Pablo Moyano en el despacho de la vicepresidenta en el Senado.
La central obrera expuso otra vez sus diferencias la semana pasada durante la organización del homenaje por el aniversario de la muerte de Eva Perón. Mientras que la CGT hizo un acto oficial en la sede de Azopardo encabezado por Daer y Acuña, Pablo Moyano (y todos los sindicalistas que se reunieron ayer con CFK) hicieron uno propio frente al Ministerio de Desarrollo Social junto a sectores gremiales y sociales afines a la vicepresidenta.
Con el desembarco de Massa, el sindicalismo busca canalizar las diferencias de sus partes y lograr las respuestas ante un clima delicado por el aumento desenfrenado de la inflación, la pérdida adquisitiva de la clase trabajadora y el crecimiento del empleo no registrado, que cada vez les quita más poder de representación a los sindicatos tradicionales. Se espera, que una vez que asuma el ex intendente de Tigre su flamante cargo, la «mesa chica» sindical ratifique (o no) este viernes la marcha del 17.