14 noviembre, 2020
Por TriviaDemir
Hay toqueteos prohibidos para la política. El intendente de Puerto Madryn otra vez avanzó con autonomía intempestiva y estampó una tasa-impuesto que logró parar de manos a todo el arco privado (el involucrado directamente y el ‘por las dudas’) con la producción de energías limpias en Chubut. Hay un sector que reflexiona desde el sentido común que lo aplaude, y otro más especializado que se horroriza.
Es que tras el ingreso de un proyecto por una tasa municipal a los parques generadores de energía eólica, logró falsear las disposiciones nacionales (por lo menos por un rato) y estampar un canon millonario a los tres proyectos de renovables que hoy están funcionando, y que no sumarán a futuro mucho más inversiones, tal lo que afirman sectorialmente quienes consideran un ‘abuso de posición consolidada’, lo que intentaría implementar el Ejecutivo municipal.
La polémica se vincula al intento de cobrarle a los parques eólicos una tasa municipal por «Inspección, Higiene y Seguridad», pero en lugar de aplicar la tasa normal se modificó para cobrar en relación a ‘lo que produce’ cada parque eólico. La reflexión es ¿porqué a la eólica y a otras empresas? Y en todo caso si cada empresa debe pagar un canon municipal por lo que produce muchas de las grandes industrias apostadas en la ciudad reclamarían judicialmente.
Yo digo
Gustavo Sastre es un excelente administrador y de probada buena intención, pero funge con la lógica de un comerciante reconocido y de un dirigente de fútbol apreciado. Sin embargo, en políticas públicas no siempre uno más uno es dos, afirman quienes se alarmaron esta semana por la lógica ‘binaria’.
Las inversiones en energías renovables fueron atadas a un déficit enorme de abastecimiento nacional y sobre todo a exigencias internacionales en el marco de acuerdos labrados para modificar la matriz energética criolla. Que se lograra avanzar en un mínimo porciento en la mencionada Ley Guinle, ya fue todo un paso en épocas en que nuestro país viene calificando bien lejos de tentar inversiones, sobre todo y precisamente por la falta de garantías impositivas y de seguridad jurídica.
Ni bien el Concejo Deliberante de Madryn dispuso una nueva tasa municipal, el sector privado saltó a la palestra: «El departamento de Legales está estudiando los pasos a seguir en base a esta nueva normativa», confirmaron en Aluar. El principal argumento de las empresas es que la energía limpia, según el artículo 17 de la ley 27.191, eximió a «el acceso y la utilización de las fuentes renovables de energía» de «cualquier clase de tributo específico, canon o regalía». Así piensan además los otros inversores que no se quedarán viendo pasivamente como se le cambian las condiciones por las cuales encararon sus proyectos. Además, la tasa en cuestión después sufrió las modificaciones con el exuberante cálculo productivo.
Dime de que adoleces…
La posición municipal tiene también sus fundamentos: «Cambió el escenario», afirman tajantes. Y «no les voy a aflojar», sostiene Gustavo Sastre.
Para los miradores de coyuntura el ‘carro mediático fue en contra. Así lo expondrían los principales medios en sus posicionamientos algunas de cuyas fuentes vale la pena exponer, ya que pocas veces se produce una reacción en cadena como se vio este viernes por una decisión municipal:
https://www.baenegocios.com/economia/Crean-un-impuesto-al-viento-en-Puerto-Madryn-20201113-0114.html
https://www.elsol.com.ar/impuesto-al-viento-polemica-tasa-a-los-parques-eolicos-de-puerto-madryn
https://datachaco.com/contenido/108515/insolito-en-puerto-madryn-le-pusieron-un-impuesto-al-viento
Perspectivas
Unos meses antes la autonomía municipal y las posiciones que tuvieron distintas empresas instaladas en la zona en también chocaron guantes por intentos de aplicar nuevos tributos. Como el caso de la empresa Conarpesa en relación al sector pesquero, que anunció su negativa a pagar el «aporte solidario» que se le intentó imponer desde la Comuna, amagando con su salida de Madryn, fueron emergentes de nuevas tasas dirigidas para áreas productivas.
Otro sector dolido, que pese a terminar acercando algún aporte y a retrotraerse la embestida de la intendencia, se quedó, pero ‘con la sangre en el ojo’, dicen los allegados sectoriales. La empresa es una de esas fundacionales de la pesca, que por supuesto tuvo y tiene sus jugosas ganancias, pero también sostiene empleo, tributa, derrama solidariamente y genera divisas en una ciudad que en su momento vivió del mar y donde pocas otras firmas se quedaron.
El rulo viene de hace raro
Tanto en pesca como en eólica e incluso aluminio, el ‘hoy y ahora’ político siempre es con amnesia. «Cada nuevo intendente hace como si recién llegáramos», advierte un empresario que peina canas en el parque industrial del Golfo Nuevo. Esa falta de continuidad de políticas públicas o por lo menos de respeto de acuerdos previos, hace que cualquier inversor con expectativas en la ciudad y la provincia, lo piense dos veces antes de instalarse.
Desde la escueta administración municipal el razonamiento es que la industria eólica «no deja nada» en el lugar. Una reflexión relativa, ya que en su etapa de construcción dio trabajo portuario en exceso al puerto, el transporte, los servicios, la construcción, seguridad y tantas otras actividades vinculadas, mientras que en su etapa activa mantienen un derrame importante. Igualmente, si no se valoraba las inversiones, la lógica privada reclama que se debería haber planteado antes, cuando la mismísima Nación subsidió incluso la avanzada energética limpia.
Nada de costos extras
A la par, el gran debate va mucho más lejos que del ‘toma y daca’ de calle Belgrano. Pasa por que la ley que impulsó en el Senado el chubutense Marcelo Guinle, implicó la promoción de inversiones en energías renovables para que en 10 años desde su sanción, el 20% del consumo argentino sea renovable.
Según la nueva Ley de Fomento a las Energías Renovables, iniciativa -que fue aprobada por 178 a favor, 8 en contra y 4 abstenciones en el Congreso de la Nación-, se busca llegar a la meta del 8% de la demanda nacional de energía eléctrica generada a través de fuentes renovables para el 2017 (prorrogado) e incrementar dicho porcentaje al 20% para 2025.
Como dato, el miembro informante en la Cámara Baja, fue el diputado chubutense Juan Mario Pais, quien a su vez es candidato a suceder a Guinle -creador del proyecto- en el Senado. «Todo esto implicó un grueso ida y vuelta en tiempo donde Sastre se dedicaba sólo al Club, y que ahora parece que desconoce», afirmó un consultor privado que argumenta a favor de las renovables.
Es evidente que en épocas de ‘vacas flacas’ la única lógica se vinculará al tintineo de las monedas, Por eso ya están los asesores legales de uno y otro lado escarbando la biblioteca jurídica.
Por un lado la Municipalidad de Puerto Madryn se encargó hace rato de ampliar su ejido, que hoy tiene 33 mil hectáreas, superando incluso a la megalópolis de CABA (Ciudad de Buenos Aires) que tiene 20 mil hectáreas. Con ese resquicio de influencia, la intendencia busca imponer nuevas condiciones que en números con tres parques eólicos ya funcionando, podría significar unos 30 millones de pesos mensuales.
De esta cruzada municipal están pendientes además, jurisdicciones comunales de todo el país que buscan un rédito de parques renovables que fungen en sus zonas, y cuyos acuerdos maco con la administración nacional, los dejaron afuera de las ganancias.
Por lo pronto hay una ley que rige la actividad. El artículo 17 de esa Ley establece que: «El acceso y la utilización de las fuentes renovables incluidas en el artículo 4º de la Ley 26.190, modificando la presente ley, no habrá gravados o serán alcanzados por ningún tipo de tributo específico, canon o regalías, sean nacionales, provinciales, municipales o de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, hasta el 31 de diciembre de 2025 ».
El mismo artículo se completa con la salvedad que: «Lo dispuesto en el párrafo anterior no obsta a la percepción de canon o contraprestación equivalente por el uso de tierras fiscales en las que se instalan los emprendimientos».
De este modo se echaría por tierra cualquier intento de imponer algún cobro por parte del Estado provincial a los parques eólicos ya instalados poa instalar, al menos por la próxima década.
En criollo básico, hay un mellizo que va por la prospección financiera y electoral a largo plazo, y otro que va a los acuerdos inmediatos a la luz de las necesidades públicas. La comunidad reacciona solo a esos estímulos. La expectativa es fuerte y clara. En política, todo vale, pero los tiempos y objetivos deben ajustar a extrema precisión o el efecto podría ser demoledor. Habrá que ver…
