2 enero, 2023
Entre incrementos postergados y otros fraccionados el año nuevo llega con tarifas renovadas. El Gobierno apuesta al acuerdo de precios para alcanzar una inflación de 4% en marzo.
El Gobierno apuesta al corset que colocó en los bienes, principalmente los de consumo masivo como alimentos, bebidas y electrodomésticos a través del programa Precios Justos, sin embargo, desde enero se volverá a sentir la presión de los servicios con alzas que ya están pautadas.
Entre las subas confirmadas, por su por su incidencia en distintas actividades de la economía como el transporte y el agro, encabeza el combustible que ya tiene autorizado un 4% mensual para los primeros meses del año.
«Vamos a tener diciembre, enero, febrero y marzo con un sendero de aumentos predefinido: 4% en diciembre; 4% en enero; 4% en febrero y 3,8% en marzo, con el objetivo de seguir construyendo un camino en el cual todos los sectores contribuyan a bajar significativamente la inflación que es el principal drama de la Argentina», señaló el ministro Sergio Massa, luego del sellar un encuentro con las petroleras.
Con esta información, al tomar como referencia los precios de la Ciudad de Buenos Aires, el costo de los combustibles en YPF, en enero, pasará a $ 156,94 para la nafta super; $ 192,19 la nafta premium; $ 168,60 el gasoil común y $ 229,70 el gasoil premium.
Además, en las próximas horas se oficializará un aumento del 131 % en el trámite de la Verificación Técnica Vehicular (VTV) en la Ciudad de Buenos Aires, que se distribuirá en dos tramos: en febrero el trámite pasará de costar $4.024 a $7.242 y, desde mayo, ascenderá a $9.296.
Por su parte, las motos pasarán de los $1.513 que abonan hoy a $2.723 en febrero y $3.495 en mayo.
Junto a las nuevas tarifas de colectivos del AMBA y de trenes de corta y larga distancia que entrarán en vigencia a partir del 1 de enero, los primeros meses del 2023, vienen cargados de más aumentos.
Para los que utilizan vehículo particular, el estacionamiento medido, tendrá una variación del 80% en un solo tramo, lo que llevará el valor de la hora de $45 a $81 pero entrará en vigencia en febrero después de una audiencia pública.
Otro de los servicios que aumentará en el primer mes del año, son las cuotas de la medicina prepaga que completarán el 13,8% previsto para diciembre que el Gobierno decidió desdoblar en dos tramos de 6,9% en diciembre y enero, para amortiguar el impacto en el bolsillo.
Las empresas de medicina privada cerrarán el 2022 con un alza por encima de la estimación de inflación general, pero desde febrero se aplicarán cambios en la facturación.
Por el plazo de 18 meses, para quienes tengan ingresos netos inferiores a seis salarios mínimos, vitales y móviles ($406.458 en febrero), el incremento del valor de las cuotas tendrá como tope máximo el 90% del índice Ripte del mes anterior.
Por su parte, las tarifas de energía y agua continuarán con incrementos de acuerdo con los esquemas de segmentación y quita de subsidios vigentes.
El Gobierno convocó a una audiencia pública para estudiar el aumento de las tarifas eléctricas en la Ciudad y el Gran Buenos Aires, donde Edenor y Edesur tienen la concesión del servicio público de la distribución.
El encuentro se concretará el lunes 23 de enero de 2023 a partir de las 8.30 y de allí saldrá una “tarifa de transición” entre febrero y marzo, hasta que se complete la Revisión Tarifaria Integral (RTI).
Por último, mientras no se avance en modificaciones sobre la ley de alquileres, los nuevos contratos y las renovaciones continuarán bajo la órbita índice (ICL) que contempla la variación de la inflación y de los salarios y en diciembre fue de 77,5%.
En noviembre de 2022 el equipo económico logró mostrar una reducción de la que llegó a 4,9% luego de haber registrado una suba de 6,3% en octubre, según el índice que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
El dato rompió el piso del 5%, algo que no se registraba desde el 4,7% de febrero de este año y ayudó a marcar el «camino descendente» que propuso el ministro Massa, sin embargo, para diciembre las expectativas no son igual de optimistas, por cuestiones temporales de consumo.
En el último, la marcada disminución respecto al último informe se explicó por una baja generalizada en la dinámica de aumentos en gran parte de los rubros medidos por el INDEC, pero particularmente, en los segmentos de «Alimentos y bebidas» (3,5%) y «Prendas de vestir y calzado» (4,5%).
Este comportamiento se reflejó en una variación promedio de 4,5% en los bienes, por debajo de los servicios que, en conjunto, crecieron 5,8%.
De cara al inicio de un nuevo año, el Gobierno continuará apostando el control de precios a cambio de divisas para no frenar la actividad de los sectores productivos, sin embargo, deberá asumir el impacto de la actualización de tarifas y otros servicios.