6 junio, 2022
La política y el poder tiene estas cosas, que hasta puede romper lazos de sangre. La intrincada y hoy conflictiva relación entre el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, y su hermano, el senador Adolfo Rodríguez Saá, vive por estos días otro episodio inédito, propio de una telenovela caribeña.
Resulta que el expresidente quiere retornar al PJ, partido del que fue expulsado en 2019, cuando decidió competir contra su hermano en las últimas elecciones a gobernador bajo el paraguas de un partido denominado Todos Unidos.
El problema es que Alberto hoy maneja el peronismo local de la mano de María Angélica Torrontegui, muy ligada políticamente a Adolfo, pero que tuvo la ingrata tarea de decirle que las puertas de su partido continúan cerradas. “No se advierte la condición de afiliados al Partido Justicialista de las y los firmantes”, escribió Torrontegui en respuesta a los pedidos del senador y los dirigentes que lo acompañaron en aquella aventura electoral.
“Por no permitir mi retorno van a perder las elecciones”, advirtió el expresidente, un referente clásico del folklore peronista aclamado por un centenar de militantes que esta semana pidieron por su vuelta frente a la sede del peronismo puntano. ¿Habrá tregua antes de las elecciones para evitar un eventual triunfo de Claudio Poggi? En algunos meses se develará el misterio.
La puja de poder entre los hermanos arrastra de años, y todo indicaría que en el vínculo no hay mucha vuelta a esta altura del partido.