“A 20 años del asesinato de Maxi (Kosteki) y Darío (Santillán), muy cerca de donde cayeron, por responsabilidad política de varios funcionarios de su Gobierno, la vicepresidenta se sumó a la campaña antipiquetera, mientras pacta con los punteros repodridos de los intendentes”, manifestó Eduardo Belliboni, líder del Polo Obrero, en referencia a los jóvenes piqueteros asesinados durante la represión policial de lo que se denominó “La masacre de Avellaneda”, el 26 de junio de 2002.
Mientras el presidente Alberto Fernández encabezó un escueto acto oficial por el Dia de la Bandera en la Ciudad de Buenos Aires, la vicepresidenta eligió ir a la provincia de Buenos Aires y rodearse de su rama sindical más adepta para lanzar diversas críticas. “Con esta desocupación debería haber menos planes. El Estado nacional debe recuperar el control y la auditoría de los planes, que no pueden seguir tercerizadas”, fue otra de sus frases más resonantes.
Para Mónica Sulle, referente del MST Teresa Vive, otra organización de peso en el seno piquetero, la vicepresidenta «tiene una doble vara” a la hora de atender las problemáticas sociales de la Argentina. “Como cuando gobernó, Cristina le gusta estar de la mano de (Sergio) Berni, el mismo que desalojó Guernica y que desalojaba los trabajadores de la Panamericana cuando salían a lucha por los despidos y los salarios. Siempre le gusta mostrar una cara agradable y un discurso comprometedor con la sociedad, pero a la hora de aplicar palos, le encanta aplicar palos”, reprochó la dirigente social.
En su presentación en el Parque de la Estación de Avellaneda, como clausura del plenario de la CTA, Cristina también apuntó contra los líderes sociales en clave feminista: “Las mujeres son las que revuelven las ollas en los merenderos y son las que siempre tienen que ir a laburar. Los tipos rara vez laburan. Las que van a laburar son siempre las mujeres. Es así y ustedes saben que es así. Que el Estado recupere en nombre de los que nos dieron vida de Perón y de Evita. Si Evita los viera, mamita. Imaginando y leyendo todo lo que hizo Evita, ¡mamita!”.
Sobre esta última frase puntualizó Silvia Saravia, quien está a cargo de la rama Barrios de Pie- Libres del Sur y es una de las caras femeninas de las organizaciones piqueteras que más se ha movilizado en las calles. “Las mujeres somos protagonistas y dirigentas en las organizaciones que estamos en las calles, enfrentando el modelo de pobreza y precarización laboral de tu gobierno Cristina Kirchner”, cuestionó.
Los dardos de Cristina Kirchner se dan en un momento de recrudecimiento del control de la calle. Pero no solo habló para afuera, también lo hizo hacia adentro. Sin nombrarlo, la vicepresidenta cargó contra el Movimiento Evita, que conducen los dirigentes Emilio Pérsico y Fernando Navarro, a quienes el presidente Fernández les encomendó desde un comienzo el manejo de buena parte de la caja social de su gobierno para controlar “los ánimos sociales” en los barrios. Se trata de una de las organizaciones más convocantes del país y su rol de “ambos lados del mostrador” es cuestionado tanto por CFK como por piqueteros.
D’Elía le respondió a CFK
Frente a esta coyuntura, una de las voces afín al oficialismo que salió al cruce fue la de Luis D’Elía. El histórico dirigente social aliado del kirchnerismo le respondió por redes sociales a Cristina, de quien supo ser aliado pero de quien se muestra cada vez más distante. “Flojita de memoria y de agradecimiento @CFKArgentina nos declaró la guerra a todos los movimientos sociales de la Argentina en general y a los kirchneristas en particular mientras la @CTAok de @HugoYasky la aplaudía. Ni una sola palabra de apoyo a @alferdez”, disparó.
Luego de publicar su twit, el referente del partido MILES también habló en un reportaje con radio Delta e indicó: “Es suicida lo que está haciendo y no me quiero suicidar con ella”. Por otro lado, volvió a defender al presidente Alberto Fernández de los embates recientes del kirchnerismo duro. “¿Cómo nos manejábamos en la época de Cristina (Kirchner) con la inflación? Con (Guillermo) Moreno con una 9mm arriba de la mesa y con algunos compañeros sentados arriba del INDEC, mintiendo con los números”, concluyó.