15 agosto, 2024
El teatro permite permite sumergirse en un mundo de fantasía y creatividad, donde los niños pueden explorar emociones, historias y personajes diversos. Esta experiencia fomenta la imaginación pero también les ayuda a desarrollar habilidades para resolver problemas y enfrentar situaciones de la vida cotidiana.
La iniciativa comenzó con una serie de obras teatrales que abordan los vínculos sanos entre los estudiantes. La exitosa iniciativa que rápidamente prende entre los chicos permite generar debate y visibilizar la importancia de la educación emocional desde un lugar relajado, divertido y sumamente pedagógico.
La Municipalidad de Puerto Madryn, a través de la Subsecretaría de Educación, lanzó una innovadora propuesta que busca integrar la educación emocional en sus instituciones. Este enfoque tiene como objetivo fortalecer el desarrollo integral de los estudiantes.
Como parte de este programa, comenzaron una serie de obras teatrales en escuelas y jardines, diseñadas para generar debate y visibilizar la importancia de la educación emocional. Una de las principales propuestas es la obra «Tita y Tula», una producción original del elenco teatral de la Subsecretaría de Educación, bajo la dirección de Elbio Mellado.
La obra, protagonizada por Antonia Acosta y Julia Pérez, aborda de manera sensible y creativa la importancia de identificar y expresar las emociones, como una forma de fomentar vínculos saludables y reflexionar sobre las relaciones interpersonales.
«Tita y Tula» se presenta como una herramienta clave en la identificación de emociones por parte de niños y adolescentes, complementándose con jornadas reflexivas que permiten un abordaje integral de la temática.
Esta iniciativa está dirigida a los 2 mil alumnos que conforman el sistema educativo municipal, buscando impactar de manera significativa en su desarrollo emocional.
Los orígenes de la unión entre el teatro y la educación emocional son relativamente recientes si lo comparamos con la antigüedad y los orígenes del teatro. En la década de los años 70, Augusto Boal crea, dentro de las nuevas corrientes del Teatro del Siglo XX, lo que él llamó “Teatro del oprimido”, que terminó siendo una metodología para tratar temáticas sociales en el escenario a través de un aprendizaje vivencial (SM).
Este es un ejemplo del acercamiento entre Teatro y psicología, bases que muy estrechamente ya había venido trabajando el gran teórico teatral Stanislawski.
El hecho de “ser conscientes” de lo que nos ocurre interna y externamente son algunas de las técnicas de observación que se trabajan a través del Teatro.
Identificar lo que sentimos, cómo lo sentimos y en el grado en que lo sentimos, así como saber salir de esa realidad para transformarla son elementos importantes dentro de nuestra inteligencia emocional, y aplicarlo en las escuelas es un gran paso educativo.
* MPM