10 julio, 2021
EN EL PAÍS, EL 22,22% DE LOS ADULTOS FUMA Y LA EDAD DE INICIO ES LA MÁS BAJA: ENTRE 12 Y 15 AÑOS
Córdoba y Tierra del Fuego son las únicas provincias de las 24, que prohíben en Argentina exhibir los paquetes de cigarrillos en los kioscos.
La exhibición de los paquetes es una estrategia de marketing por la industria tabacalera para que los chicos empiecen a fumar, y para que los adultos que ya abandonaron, vuelvan a recaer, afirman los expertos en marketing.
Sólo 2 de las 24 jurisdicciones de la Argentina tienen leyes adecuadas para prevenir que niñas, niños y adolescentes empiecen a fumar tabaco, en cualquiera de sus formas, y desarrollen adicciones y trastornos como infartos, ataques cerebrovasculares, y cánceres de manera prematura.
Son las provincias de Tierra del Fuego, que sancionó su norma en 2017, y la de Córdoba, desde octubre de 2019. Esas provincias prohíben totalmente la publicidad del tabaco y la exhibición de productos del tabaco -como los paquetes de cigarrillos- en los kioscos y otros puntos de venta.
En el resto del país, la industria tabacalera aún utiliza la estrategia de exhibición de productos al colocar grandes paquetes en las marquesinas de los kioscos que simulan un típico aviso publicitario, y compromete el futuro de la salud de niños y adolescentes.
Hace diez años, el Congreso de la Nación de la Argentina sancionó por unanimidad la Ley Nacional de Control de Tabaco que permitió crear ambientes cerrados (públicos y privados de acceso público) 100% libres de humo, entre otros cambios para desalentar el consumo del tabaco como una manera de resguardar el derecho humano a la salud. Esa norma nacional contempla la restricción amplia de la publicidad, pero exceptúa los puntos de venta como los kioscos.
“La norma nacional permitió que las empresas tabacaleras promocionen sus productos con carteles de 30 por 30 centímetros en los que se muestra la marca con un 20% de su superficie destinado a la advertencia sanitaria. También está habilitado que pongan un cartel de 30 por 30 centímetros con la lista de precios de los productos”, recordó Marita Pizarro, médica y co-directora de la Fundación Interamericana del Corazón en Argentina (FIC Argentina).
Con el paso del tiempo, “varias provincias, como San Luis, La Pampa y Neuquén, empezaron a sancionar sus propias normas para encorsetar la publicidad dentro de los kioscos. Pero la industria tabacalera empezó a usar la estrategia de exhibición de los paquetes que simulan avisos publicitarios en sí mismos para continuar promocionando sus productos.
“Las provincias de Tierra del Fuego y Córdoba sancionaron normas que consiguieron limitar esas prácticas de publicidad encubiertas de las empresas que son maniobras que les permiten alcanzar la mirada de los niños y los adolescentes que van a los kioscos para iniciarlos pronto en el consumo. En esas dos provincias se prohibió tanto la publicidad como la exhibición de productos del tabaco en los puntos de venta”, explicó Pizarro.
Recientemente, el equipo de investigación de FIC Argentina hizo un monitoreo en kioscos de ocho provincias y mostró cuáles son las estrategias publicitarias actuales de las tabacaleras. En algunos casos, se trata de estrategias que sacan provecho de los vacíos de la normativa vigente como la exhibición de productos de tabaco: el 67,15% de los kioscos relevados exhibían paquetes de cigarrillos en estanterías y carteles.
“Cuando se exhiben los paquetes de cigarrillos junto con las golosinas en los kioscos, se busca normalizar el consumo de tabaco ante la mirada de las niñas, los niños y los adolescentes. Se pretende mostrar que el consumo de productos del tabaco es algo habitual y socialmente aceptable. Muchos de los productos exhibidos están colocados a un metro de altura y quedan muy visibles para el público infantil”, señaló Pizarro.
Entre las estrategias publicitarias más utilizadas en los kioscos, se encontró que en las provincias hay exhibición de atados de cigarrillos a la venta a través de estanterías y la presencia de carteles publicitarios con o sin logo o marca que publicitan productos, que contienen slogans, o referencias relacionadas a productos de tabaco. Jujuy, La Rioja, y Chaco fueron las provincias con mayores porcentajes de puntos de venta con exhibición de cigarrillos a través de estanterías.
“Sabemos que el problema del tabaquismo no se resuelve solo con normas, pero cada medida ayuda definitivamente a construir una política pública que logre controlar la epidemia del tabaquismo”, sostuvo Ernesto Ruiz, médico clínico, profesor de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional del Comahue, y referente de Alianza Argentina Libre de Humo de Tabaco en la provincia de Neuquén.
La Legislatura de Neuquén ya está estudiando un proyecto de ley para cambiar la norma vigente e incluir la prohibición total de la exhibición de productos del tabaco como lo hicieron Tierra del Fuego y Córdoba. Se trataría a fines de julio.
“Al prohibir totalmente tanto la publicidad como la exhibición de los productos del tabaco en puntos de venta, cada provincia protege mejor la salud de los niños y a los adolescentes y se reduce el riesgo de que los adultos que han abandonado el cigarrillo vuelvan a fumar”, expresó Ruiz.
La situación de Argentina aún sigue siendo preocupante. Tiene una de las cifras de prevalencia de consumo de tabaco más altas de la región de América Latina: el 22,2% de la población adulta fuma y la edad de inicio se sitúa entre los 12 y 15 años, en base a las últimas encuestas oficiales. Por día, mueren alrededor de 130 personas por causas relacionadas con el tabaquismo (unas 47.700 muertes al año), que incluyen el cáncer de pulmón, los infartos y los ataques cerebrovasculares, entre muchos otros trastornos.
La última encuesta a la población adolescente sobre consumo de tabaco fue realizada por el Ministerio de Salud de la Nación en 2018. Reveló que el 20,2% de los estudiantes de entre 13 y 15 años consumía algún producto con tabaco. Eran el 18,7% de los varones y el 21,4% de las mujeres. Es decir, son más las chicas que fuman en comparación con la cantidad de varones, una situación que es muy diferente a la que se registraba hace 50 años.
Desde los años sesenta, la industria tabacalera -que sabe que la mitad de los consumidores tiene una muerte prematura por sus productos- inició sus estrategias de marketing para captar la atención de las mujeres jóvenes como clientas, con publicidades en los medios de comunicación que asociaban al tabaco con “libertad”, “glamour” y “rebeldía”.
A través de la encuesta de 2018, se encontró también que dos tercios de los adolescentes fumadores compraban cigarrillos en kioscos, negocios o a vendedores en la calle. A 8 de cada 10 estudiantes no le negó la venta del cigarrillo a pesar de su edad. “La encuesta demostró que 4 de cada 10 estudiantes advirtieron que había publicidad o promoción de productos del tabaco en kioskos u otros puntos de venta”, enfatizó el doctor Ruiz.
Cuatro de cada 10 estudiantes advirtieron que había publicidad o promoción de productos del tabaco en kioscos u otros puntos de venta en la Argentina, según la última encuesta del Ministerio de Salud de la Nación.
Hay evidencia científica publicada que demuestra que la exposición a la publicidad, la promoción y el patrocinio de productos de tabaco aumentan la probabilidad de que los niños y los adolescentes se inicien en el consumo de tabaco. De acuerdo con la doctora Pizarro, “es necesario también que se modifique con urgencia la Ley Nacional para abarcar estas estrategias y evitar que las tabacaleras atraigan a niños, niñas y adolescentes al consumo”. Además, el Congreso de la Argentina tiene pendiente la ratificación del Convenio Marco para el Control del tabaco desde el año 2003.
Desde el Grupo de trabajo en adicciones de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), la médica Marta Braschi coincidió: “No debería haber ni publicidad ni exhibición de productos del tabaco en los kioscos como tampoco de alcohol”. Braschi, médica pediatra y toxicóloga, consideró que los chicos frecuentan los kioscos a muy tempranas edades y el mensaje a favor del consumo del tabaco queda más fácilmente impregnado”.